Una de las bondades que aporta el entrenamiento político es la oportunidad de escuchar y como consecuencia entender la realidad que viven nuestros políticos. Mi experiencia a lo largo de estos ocho años, después de más de 50 procesos personalizados a líderes políticos y unido al desarrollo de dos campañas electorales me aportan una visión más amplia de la verdad que viven las personas que están al servicio público. En cada entrenamiento (proceso de coaching político) surgen bloqueos, dudas, situaciones conflictivas, inquietudes, reflexiones, aprendizajes, estrategias, conocimiento y descubrimiento de uno mismo, incluidos sus propios puntos ciegos. Esos matices de la personalidad de los que uno no es consciente o se ve imposibilitado para reconocerlos. A continuación doy a conocer aquellos puntos que a lo largo de mi experiencia y casos reales de una forma u otra han surgido en los procesos de coaching político realizados. 1º Preocupación por las apariencias. 2º Esfuerzo desmedido. 3º Ausencia de la realidad. 4º Necesidad de parecer perfecto. 5º Ambición ciega. 6º Intromisión 7º Necesidad insaciable de reconocimiento. 8º narcisismo. 9º Sed de poder. 10º Huida hacia arriba. Un político no puede ser consciente de todo, aunque lo necesite. Para ello ¿Como podría ver lo que no ve? ¿Como puede descubrir cuales son sus puntos ciegos? A través de la mirada de otro. En Integridad Política entrenamos para el liderazgo político de cara a las elecciones municipales, con independencia del partido político. En integridad Política trabajamos con la persona.