Los egipcios eran muy religiosos y tenían una religión politeísta que veneraba a numerosos dioses como Ra, dios sol; Osiris, dios de los muertos; e Isis, diosa de la fertilidad. Creían en la vida después de la muerte y embalsamaban los cadáveres para convertirlos en momias que eran enterradas para que el alma pudiera realizar un viaje hacia el más allá y someterse al Juicio de Osiris.