El documento describe las condiciones históricas de la agricultura en Venezuela desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, caracterizadas por grandes extensiones de tierra propiedad de blancos criollos que producían cacao, café y otros productos de exportación usando mano de obra esclava. Posteriormente, desde 1925 en adelante, la explotación petrolera y la inversión extranjera cambiaron la organización espacial regionalizada del país, creando empleos en campos petroleros que redujeron la producción agrícola.