El documento habla sobre el trauma emocional que muchas mujeres experimentan después de un aborto. Explica que aunque inicialmente sienten alivio, con el tiempo pueden desarrollar sentimientos de culpa, dolor y enojo que no procesan debidamente. Esto puede manifestarse años más tarde a través de depresión, ansiedad, comportamientos autodestructivos y dificultad para establecer vínculos afectivos. El documento recomienda que para sanar es importante reconocer y expresar los sentimientos dolorosos, aceptar el
2. El Trauma del Aborto
Consejeros profesionales nos dicen que muchas mujeres que se han hecho
un aborto no son capaces de . . .
. . . procesar los pensamientos y las emociones dolorosas; especialmente
de culpa, enojo y duelo, que provienen de experimentar
un aborto.
. . . identificar, y mucho menos lamentar su pérdida.
. . . llegar a tener paz con Dios, con ellas mismas, y con otros implicados
en el embarazo y en la decisión de aborto.
¿Experimentas alguna de estas cosas?
El Proceso de Duelo
La reacción inmediata más común después de hacerse un aborto es alivio.
Pero a medida que pasa el tiempo, puedes tener problemas para enfrentar
la pérdida que sientes. Las siguientes son algunas de las posibles razones:
• No tienes ninguna prueba externa de que tu bebé existió:
Ninguna foto u otro recuerdo.
El 33%de las mujeres
estadounidenses se hacen un
aborto en algún momento
de sus vidas.
¿Te sientes sola
con el recuerdo del aborto que decidiste
hacerte? De ser así, ¡No estás sola
realmente! Treinta y tres por ciento
de las mujeres estadounidenses se
hacen un aborto en algún momento
de sus vidas, pero casi ninguna habla
de ello.
La razón es simple. Muchas mujeres
que eligen el aborto van en contra de
su sentido propio de lo correcto y lo
incorrecto; esto las hace sentir
culpables. Esa culpabilidad les impide
hablar de ello o buscar la ayuda
emocional que merecen.
3. • No crees tener derecho a lamentar una pérdida que tú
decidiste sufrir.
• No hubo ningún funeral u homenaje para recordar la pérdida
de tu hijo(a).
Por cualquiera de estas razones o por todas, no crees que tu duelo es
justificado; esto hace que reprimas tus sentimientos de tristeza,
vergüenza y enojo. Sencillamente, ¡No quieres hablar al respecto!
Pero años más tarde, cuando sufras otra pérdida significativa o quedes
embarazada otra vez, una intensa aflicción puede tomarte por sorpresa.
Entonces te preguntarás: ¿Por qué estoy teniendo una reacción tan
horrible? ¿Estaré perdiendo mi control?
Señales de Estrés
Si esto te sucede, podrías estar experimentando síntomas de estrés
emocional o psicológico relacionado con tu aborto. Estos pueden incluir:
• Culpabilidad por violar tu propio sentido de moralidad.
• Comportamientos autodestructivos, tales como trastornos
alimenticios, abuso de alcohol o drogas, relaciones con abuso,
y promiscuidad.
• Experimentar nuevamente sucesos relacionados con
el aborto: recuerdos o pesadillas concernientes a
bebés perdidos o descuartizados.
• Ansiedad que causa dolores de cabeza, mareos,
palpitaciones fuertes, calambres abdominales, tensión
muscular, dificultad para dormir.
• Paralización psicológica: Tu promesa subconsciente
de nunca volver a permitir que algo te haga sufrir
tanto, obstaculiza tu capacidad para disfrutar de una
relación emocional íntima.
• Depresión, que se revela por medio de una profunda
tristeza, llanto repentino e incontrolable, baja
autoestima, trastornos del sueño y del apetito, pérdida
de fuentes normales de placer, inclusive pensamientos
de suicidio.
¡“Es importante poner atención a lo que tu
cuerpo y tus emociones te tratan de decir”!
4. • Preocupación de quedar embarazada otra vez, una esperanza
inconsciente de sustituir al bebé que abortaste.
• Ansiedad en cuanto a cuestiones relacionadas con la fertilidad y
la maternidad, temiendo que Dios te castigue y te impida
tener hijos.
• Dificultad para establecer vínculos afectivos con tus otros
hijos, siendo sobre protectora o sintiéndote al margen
de ellos.
• Reacciones en los aniversarios: un aumento de síntomas
alrededor del tiempo del aniversario del aborto, en la fecha
de nacimiento del niño abortado, o en ambos.
El Camino a la Sanidad
Cuando finalmente reconoces tu necesidad de procesar un aborto pasado,
considera estos pasos importantes:
Recuerda el Dolor
El primer paso hacia la sanidad es limar el callo formado por los meses
o los años de negar y reprimir las emociones dolorosas relacionadas
con tu aborto. Aunque hayas escondido tus sentimientos, porque son
demasiado dolorosos para enfren-
tarte a ellos, estos se siguen
ulcerándo como una infección
latente que afecta tus decisiones
actuales y tu comportamiento.
El modo más simple de procesar
estos antiguos sentimientos es
encontrar un ambiente seguro de
apoyo en el cual puedas hablar
de la experiencia de tu aborto.
Acepta el Perdón
Si tienes algún tipo de creencias
espirituales, la sanidad a largo
plazo sólo vendrá cuando te sientas
reconciliada con Dios. Si tienes
conflicto y sientes ser una
ciudadana de segunda clase ante
los ojos de Dios, tal vez te apartes
de él por completo o intentes
“probar tu valor” a travez de ser
buena por un plazo largo para
que Dios te perdone.
5. Tal vez sepas en tu mente que Dios puede perdonar cualquier pecado,
pero no lo puedes aceptar en tu corazón porque no puedes perdonarte
a ti misma. Éstas son tres cosas que todos debemos entender:
1. Tu deuda está pagada. La Biblia enseña claramente que Dios ha
proveído para tu perdón: Él acepta la muerte de Jesús como
pago total por todos los pecados que cometemos. No permitas
que tus emociones de culpabilidad sigan exigiéndote que tú
misma pagues la deuda.
2. Dios está cerca. Cuando aceptamos la responsabilidad de
nuestras decisiones y abiertamente expresamos nuestro dolor a
Dios; él está listo y esperando llevarnos de regreso a la
intimidad con él.
3. Las consecuencias y el castigo no son lo mismo. Una consecuencia
del aborto podría ser la infertilidad, pero esto no es un castigo
de Dios. Él se aflige con nosotros en las pérdidas causadas
por nuestras decisiones. Aunque todos vivimos con las
consecuencias de nuestras decisiones, Jesús literalmente aceptó la pena
de muerte por nuestros pecados. Él sufrió el castigo en lugar nuestro.
Identifica el Enojo y Líbrate de Él
Tal vez te resistes a expresar tu enojo con palabras, pensando: Si me
pongo en contacto con el enojo que tengo dentro de mí, esto podría
conducirme a una pérdida total del control. La paradoja es ésta: Hasta
que no reconozcas abiertamente el dolor y el enojo que sientes por tu
aborto, no te librarás de ellos.
Lamenta la Pérdida
La necesidad de lamentar la pérdida de un embarazo en forma completa
está bien documentada, y tiene una buena razón. Pero tal vez digas:
“¿Cómo puedo lamentar la muerte de mi bebé cuando yo la causé?”
Algunas maneras de procesar tu duelo incluyen pensar en tu bebé como
una persona real, poniéndole un nombre, escribiendo tus sentimientos
por él, y hasta teniendo un servicio conmemorativo en privado. Muchos
centros de recursos para el embarazo tienen pequeños grupos
confidenciales, en donde puedes unirte a otras mujeres para recorrer
este camino.
“Él se aflige con nosotros en las pérdidas
causadas por nuestras decisiones”.