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Eucaliptos transgénicos para salvar el bosque gallego?
1. DIARIO TÉCNICO DE DANIEL RM
¿Eucaliptos transgénicos para salvar el bosque autóctono gallego?
Cuaderno 1. Ref. 01/1.1
Fecha: 20/07/2012 Campo: Medio Ambiente (1)
Nº de registro global: 01 Nº de registro del campo tratado: 01
Ya lo sé, puede parecer contradictorio. Al fin y al cabo la utilización de organismos
modificados genéticamente supone, en muchos casos, una pérdida de la biodiversidad,
principalmente debido a que dichos organismos se reproducen y comienzan a invadir zonas
ajenas a aquellas en las que eran cultivados. A modo de ejemplo, supongamos que
plantamos un campo con maíz transgénico, concretamente un maíz que aguante muy bien
las bajas temperaturas (imaginemos que estamos cultivando en una zona fría del interior y
nos sería imposible explotar económicamente el maíz convencional). Algo antes de la
cosecha, algunas semillas serán llevadas por el viento y en seguida nacerán mas plantas de
maíz en los alrededores de nuestra parcela. Como se trata de un maíz muy resistente al frío,
esto le confiere una mayor capacidad de supervivencia en esa zona, y por simple
competencia y selección natural nuestro maíz transgénico acabará extendiéndose por
territorios cada vez mas amplios, fuera de control, substituyendo a las plantas locales menos
adaptadas al frío.
Los transgénicos son una herramienta peligrosa, y por ello es necesario manejarlos con
precaución. Un río contaminado se puede limpiar y un bosque quemado se puede
reforestar, pero una especie perdida es irrecuperable y una variedad transgénica liberada al
medio no se puede seguir ni controlar. La idea que voy a exponer a continuación surge a
partir de una preocupación personal, la preocupación por conservar el bosque gallego
autóctono, que está siendo amenazado por los cultivos de pinos y eucaliptos.
El pasado 1 de abril, cuando unos seres descerebrados le prendieron fuego a las Fragas del
Eume, a Nuestras Fragas, estaba yo observando aterrorizado las fotografías de La Voz de
Galicia en las cuales se veían las zonas afectadas por las llamas.
2. Dichas fotografías estaban tomadas con medios aéreos, y me llamó la atención la siguiente:
Mas que en los daños del incendio, toda mi atención fué dirigida hacia los eucaliptos
situados frente al monasterio que se ve en la foto. Eses eucaliptos están distribuidos de una
forma geométricamente curiosa, observad la línea recta perfecta que separa los eucaliptos
del resto del bosque. ¿Quién los ha plantado ahí? Porque esa distribución no puede darse de
forma natural, la rectitud de esas líneas arbóreas solo es explicable si alguien los ha plantado.
Pero nadie los ha plantado ahí, no pueden. Esas cosas no están permitidas en un lugar de la
importancia de las Fragas del Eume. Comentando yo el tema con un amigo en Facebook,
me dijo que estaba casi seguro de que lo que había ocurrido es que se había talado un
cortafuegos, y que los eucaliptos habían invadido años después la zona. Entonces me
percaté del peligro que supone el eucalipto. Si talamos un cortafuegos cuyos bordes son
líneas rectas, y años después los eucaliptos se han instalado en la zona de una forma como la
que se ve en la foto, es decir, ocupando hasta el último metro cuadrado de territorio
deforestado, y no han dejado que ningún roble ni ningún castaño se instalase en la zona;
entonces, si pasa eso, es que son muy muy muy peligrosos para el bosque autóctono.
Como estaba intrigado en el tema, investigué sobre los eucaliptos en las fragas. Encontré
una noticia1 que afirmaba que en el parque natural de las Fragas del Eume los eucaliptos
habían ocupado en los últimos años una superficie de 1800 Ha, las cuales evidentemente
antes estaban ocupadas por bosque de ribera. Esta cifra es el doble de superficie que la que
se ha quemado en el último incendio. Lo que ocurre es que como el proceso es lento, no
nos damos cuenta, y tampoco tiene una repercusión tan grande en los medios.
1
http://dedona.wordpress.com/2012/04/03/fragas-do-eume-una-reliquia-del-pasado-un-futuro-incierto-alberto-lopez-teixido/
3. Y así es como me interesé por el tema. Recientemente se me ocurrió una idea que intentaré
desenvolver en esta nota, pero antes necesitamos tener claro cómo actúa el eucalipto y
porque es tan peligroso, además de otras cuestiones. A mi entender:
- Los eucaliptos crecen muy rápido, por lo que consiguen instalarse en un territorio
deforestado de forma veloz, hundiendo rápidamente sus raíces en el suelo e
impidiendo de esa forma que otros árboles puedan instalarse.
- Los cultivos de eucaliptos no son los culpables de la desaparición del bosque de
forma directa, es decir, nadie tala bosque autóctono para plantar ahí eucaliptos. El
problema es que los eucaliptos de las plantaciones expanden sus semillas por los
alrededores, y de esa forma comienzan a invadir los bosques.
- El eucalipto, por su propia naturaleza, es un árbol que ofrece posibilidades muy
grandes a la hora de explotar económicamente la madera. Por lo tanto, no podemos
prohibir los eucaliptos, aunque eso acabase con el problema del bosque gallego. Se
trata más bien de encontrar el punto medio entre economía y medio ambiente.
Yo creo que el problema podría solucionarse mediante el cultivo de una variedad
modificada genéticamente del eucalipto, una variedad transgénica diseñada para que no sea
fértil, es decir, no se pueda expandir. Esto es tecnológicamente posible de realizar, puesto
que ya se les ha añadido esta cualidad a algunos cultivos recientemente. De esta forma,
podríamos cultivar el eucalipto sin la amenaza de que se expanda.
Seguro que algunos os preguntareis, ¿entonces, como harán los leñadores para plantar
eucaliptos tras la tala? Evidentemente tendrían que comprar las semillas (o los árboles),
puesto que los eucaliptos recién talados son estériles. Esto produce cierta dependencia hacia
los que vendan las semillas, lo cual supone una disminución de los beneficios de los
leñadores. Pero no olvidemos que estamos cultivando un transgénico, es decir, les
podríamos agregar también genes que los hiciesen más resistentes, más rápidos a la hora de
crecer y más productivos. De esta forma, quizás quienes los cultivan obtengan mayores
beneficios en este sentido, y gracias a ello puedan compensar la pérdida que supone
comprar los árboles cada vez que se desean plantar.
Aunque se compense de esta forma, los vendedores de semillas transgénicas podrían ejercer
su monopolio y fijar ellos los precios que quieran, sometiendo a los leñadores a una
dependencia terrible. Para solucionar esto último, las semillas (o árboles transgénicos ya
nacidos) quizás pudiesen estar subvencionados/as por la Xunta de Galicia o el Estado,
siendo gratuitas para los que exploten la madera.
Evidentemente todo esto es aplicable también a otros árboles como el pino, que suponen
también una amenaza para el bosque gallego.