1. El Romanticismo, fenómeno cultural correspondiente a
la primera mitad del siglo XIX, se halla vinculado con una
serie de circunstancias históricas a las que es necesario
aludir.
Se debe por una parte a las reacciones en toda Europa
contra el poder napoleónico que finalmente cristalizan
en el Congreso de Viena (1815), lo cual explica el matiz
conservador del Romanticismo.
No es de olvidar que los gobiernos de la Restauración
absolutista procuraron arrancar de cuajo el espíritu
liberal que Napoleón difundió, volviendo a las ideas de
tradición y religiosidad. Sin embargo, junto a este
Romanticismo arcaizante, tradicionalista y
cristiano, toma incremento años más tarde otro de tipo
revolucionario y liberal, que pretendía la destrucción de
todos los dogmas morales, políticos y estéticos hasta
entonces vigentes. Su auge coincide con la revolución
francesa de 1830 y el triunfo del liberalismo en la mayor
parte de los países europeos. En España el comienzo del
Romanticismo revolucionario se debe sobre todo a la
vuelta de los emigrados liberales con motivo de la
muerte de Fernando VII.
2. Friedrich. El
viajero
El Subjetivismo y el
individualismo frente a la
rigidez de las reglas
académicas. Se valoran
especialmente
la originalidad, la diversidad
y la particularidad frente a la
unidad de la Ilustración.
La Importancia de los sentimientos, las
emociones y
las pasiones (amor, sufrimiento, odio). Se
exaltan los sentimientos religiosos
,patrióticos y los inspirados en
la naturaleza (el paisaje alcanza gran
interés). Cobran relieve las ideas
de libertad e igualdad.
3. La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por
todas las facetas artísticas del Romanticismo como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con
los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa.
El término romántico, surgido en Inglaterra en el siglo XVII para referirse a la novela, fue adaptado a principios
del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición al neoclasicismoimperante. El romanticismo en la pintura se
extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres periodos:
5. El romanticismo es un movimiento cultural y político originado
en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales
del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de
la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su
característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en
un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda
constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido
a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la
vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en
cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se
manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde
Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se
fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo,
el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la
denominación general de Posromanticismo, del cual derivó el
llamadoModernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los
campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las
corrientes vanguardistas del siglo XX, elSurrealismo, llevó al extremo los
postulados románticos de la exaltación del yo.
6. • El Romanticismo. Etapas
• El romanticismo constituyó un movimiento contradictorio pues en su seno
se desarrollaron dos sensibilidades diferentes a lo largo de dos etapas:
• Hasta 1825
• El romanticismo actuó como una tendencia conservadora y reaccionaria
frente a la modernidad. Lo caracterizaron los viejos ideales basados en
la jerarquía, la religión tradicional y la monarquía absoluta, antitéticos de
la Ilustración.
• Tres fueron las figuras más representativas de este período: Scheler, De
Maestre y Bonald.
• A partir de 1825
• Impulsado por una segunda generación de autores el movimiento se
identifico con los valores del progreso y la libertad, descollando las figuras
de Víctor Hugo y Lamartine, muy comprometidos con la acción política de
la Revolución de 1848.