Alan MacDiarmid, Hideki Shirakawa y Alan Heeger descubrieron en 1975 un polímero conductor de electricidad que es blando y fácil de manipular, por lo que recibieron el Premio Nobel de Química en el año 2000. Su descubrimiento llevó al desarrollo de nuevos componentes electrónicos orgánicos como los diodos orgánicos emisores de luz (OLED) que ahora se usan en teléfonos móviles.