1. AMOR INAGOTABLE
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se
mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo
unigénito al mundo, para que vivamos por él.
1 Juan 4: 8-9
Buenos días, que el amor del padre esté sobre tu vida en esta mañana.
El cuerpo humano se compone en gran parte por un 75% de agua, es por esto que
la necesitamos para vivir. Pero si pensamos en nuestro espíritu tenemos que tener
presente un recurso que es vital para ella si no iremos muriendo lentamente y este
es el amor.
El amor es la fuente de todo y éste lo podemos conocer porque Dios nos amó
primero ya que es inagotable, no escasea, ni se gasta y hay todos los días una
porción para cada uno de nosotros, aunque muchas veces no lo merecemos, pero
a veces decimos “amar” y no creemos en que él nos ama tanto que envió a su único
Hijo a morir por todos, decimos amar pero no renunciamos a las cosas pasajeras
para conocer esa fuente inagotable de vida y de amor.
Lo más poderoso del hecho de Dios al enviar a su hijo a morir por nosotros que
somos pecadores, es la muestra de su AMOR que él como Padre ha tenido por toda
la humanidad. Al ver a Jesús, seguir su vida y su camino hasta la cruz del calvario,
vemos la misma esencia de Dios en Él, solo motivado por el AMOR, y el anhelo de
darnos una nueva oportunidad, un nuevo y diferente camino para ser mejores cada
día.
Su amor es completamente diferente al nuestro, porque el de nosotros depende de
quién sea la personas, Si mil seres humanos nos pasaran por delante, no
sentiríamos lo mismo por todos. El Nuestro está regulado por un aspecto físico
personalidad y cercanía Incluso si llegamos a conocer a gente que es parecida a
nosotros, nuestros sentimientos fluctúan. Según nos traten, así los amaremos. Con
el de Dios no pasa esto. No tenemos ningún efecto en su termómetro de amor por
así decirlo. El amor del padre le nace de adentro; no depende de lo que vea en
nosotros. Es sin precio y espontáneo. Él Nos amó porque no hubiera podido haber
hecho otra cosa.
Es por esto que la Gracia que hoy podemos vivir fue fundada por AMOR y en AMOR,
lo que significa que para poder tener una vida plena es necesario que podamos vivir
cada día en el amor de Dios, una relación íntima con él y que nuestras acciones
puedan expresar lo que ha impartido en nosotros. No perdiendo el tiempo
enfocándonos en cosas que algún día como el agua dejarán de ser, porque quizás
nuestro cuerpo físico si necesite agua para vivir pero sin amor nuestro espíritu no
tendría vida, nuestro corazón no podría seguir y no podremos conocer el amor
verdadero.