Nematodirus parásitos intestinales en los rumiantes
Lluvia: formación, tipos y medición en
1. La Plaza de Europa bajo la lluvia,
obra del pintor francés Gustave
Caillebotte.
Lluvia
La lluvia (del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de tipo
hidrometeorológico que se inicia con la condensación del vapor de
agua que forma gotas de agua, las cuales pasan a formar las nubes.
El calor atmosférico origina el ascenso de las nubes y su
enfriamiento, con lo cual crece el tamaño de las gotas de agua y su
mayor peso las hace precipitarse hacia la superficie terrestre, dando
origen así a la lluvia.
Según la definición oficial de la Organización Meteorológica
Mundial, la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua,
de diámetro mayor de 0,5 mm o de gotas menores, pero muy
dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no sería lluvia, sino
virga, y, si el diámetro es menor, sería llovizna.1 La lluvia se mide
en litros caídos por metro cuadrado.2
La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y, especialmente, la humedad
atmosférica. El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la
superficie contra la que choque, el sonido que producirá será diferente.
La lluvia, como fenómeno atmosférico, es quizá el más importante para preservar de la naturaleza. Capaz
de regar campos de olivos que nutren de vida desde hace milenios.
Cada 17 de diciembre se recuerda como festividad, la celebración a la "diosa lluvia", la Imbali Entekenteke
de la civilización antigua.
Formación
Gotas de agua
Distribución y utilización
Medición
Parámetros que caracterizan la lluvia
Clasificación según la intensidad
Clasificación de precipitaciones acuosas
Nombres coloquiales
Impacto
Agricultura
Cultura y religión
Inundaciones
Goteras y filtraciones de agua
Véase también
Índice
2. Lluvias de convección.
Lluvias orográficas.
Referencias
Enlaces externos
La lluvia puede originarse en diferentes tipos de nubes,
generalmente nimboestratos y cumulonimbos, así como en
diferentes sistemas organizados de células convectivas: la
persistencia de una lluvia abundante requiere que las capas de
nubes se renueven continuamente por un movimiento de ascenso
de las más inferiores que las sitúe en condiciones propicias para que
se produzca la lluvia. Únicamente así se explica que algunas
estaciones meteorológicas, como las de Baguio (en la isla de
Luzón, en las Filipinas), haya podido recibir 2239 mm de lluvia en
cuatro días sucesivos. Todo volumen de aire que se eleva se dilata
y, por consiguiente, se enfría. La ascensión de las masas de aire
puede estar ligada a diversas causas, que dan lugar a diversos tipos
de lluvia:3
Lluvias de convección. Al calentarse las capas bajas
que están en contacto con la superficie terrestre, el aire
se hace más ligero, se expande, pesa menos y sube. Al
subir se enfría, se condensa y se produce la
precipitación. Son lluvias características de las latitudes
cálidas y de las tormentas de verano de la zona
templada.4
Lluvias orográficas. Se producen cuando una masa de
aire húmeda choca con un relieve montañoso y al
chocar asciende por la ladera orientada al viento (barlovento). En la ladera opuesta al
viento (sotavento) no se producen precipitaciones, porque el aire desciende calentándose y
se hace más seco.5
Lluvias frontales o ciclonales. Se producen en las latitudes templadas, al entrar en contacto
dos masas de aire de características térmicas distintas, como las provocadas por el frente
polar (zona de contacto entre las masas de aire polares —frías— y tropicales —cálidas—),
que aparece acompañado de borrascas, que son las causantes del tiempo inestable y
lluvioso.6
Frente frío.
Frente cálido.
Frente ocluido.
Las gotas no tienen forma de lágrima (redondas por abajo y puntiagudas por arriba), como se suele pensar.
Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los
0,5 y los 6,35 mm,7 mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo de su
intensidad y volumen.
Formación
Gotas de agua
Distribución y utilización
3. A) En realidad, las gotas no tienen la
forma 'cultural' de lágrima, como
mucha gente cree. B) Las gotas muy
pequeñas son casi esféricas. C) Las
gotas más grandes se aplastan en la
parte inferior por la resistencia del
aire y tienen la apariencia de un pan
de hamburguesa. D) Las gotas
grandes tienen una gran cantidad de
resistencia de aire, lo que hace que
empiecen a ser inestables. E) Las
gotas muy grandes se dividen por la
resistencia del aire.
Retorno de los ecos de lluvia en un
radar doppler.
La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte
será aprovechada para las plantas, otra parte hará que los caudales
de los ríos se incrementen por medio de los barrancos y escorrentías
que, a su vez, aumentarán las reservas de pantanos y de embalses, y
otra parte se infiltrará a través del suelo, y, discurriendo por zonas
de texturas más o menos porosas, formará corrientes subterráneas
que o bien irán a parar a depósitos naturales con paredes y fondos
arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o pozos
naturales (algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles,
cuando se trata de agua acumulada durante períodos geológicos
con un clima más lluvioso), o acabarán desembocando en el mar.
La última parte se evaporará antes de llegar a la superficie por
acción del calor.
Las dimensiones de una cuenca hidrográfica son muy variadas,
especialmente cuando se trata de estudios que abarcan una área
importante. Es frecuente que en la misma se sitúen varias estaciones
pluviométricas. Para determinar la precipitación en la cuenca en un
período determinado se utilizan algunos de los procedimientos
siguientes: método aritmético, polígonos de Thiessen u otras
interpolaciones, y el método de las isoyetas.
La precipitación se mide en milímetros de agua, o litros caídos por
unidad de superficie (m²), es decir, la altura de la lámina de agua
recogida en una superficie plana es medida en mm o L/m²
(1 milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de agua por m²).
La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con los
pluviómetros. La medición se expresa en milímetros de agua y
equivale al agua que se acumularía en una superficie horizontal e
impermeable durante el tiempo que dure la precipitación o solo en
una parte del periodo de la misma.
Pluviómetro manual: es un indicador simple de la lluvia
caída. Consiste en un recipiente especial cilíndrico, por
lo general de plástico, con una escala graduada en
donde todas las marcas están a igual distancia entre sí.
La altura del agua que llena la jarra es equivalente a la
precipitación y se mide en mm.
Pluviómetros totalizadores: se componen de un
embudo o triángulo invertido, que mejora la precisión y recoge el agua en un recipiente
graduado. A diferencia del anterior, cuanto más hacia abajo están, las marcas de los
milímetros se van separando entre sí cada vez más, lo cual compensa el estrechamiento del
recipiente. El mismo tiene esa forma para dar más precisión en lluvias de poco volumen y
facilitar su lectura. El instrumento se coloca a una determinada altura del suelo y un
operador registra cada 12 horas el agua caída. Con este tipo de instrumento no se pueden
definir las horas aproximadas en que llovió.
Pluviógrafo de sifón: consta de un tambor giratorio que rota con velocidad constante. Este
tambor arrastra un papel graduado; en la abscisa se tiene el tiempo y en la ordenada la
Medición
4. Lluvias en el huracán Ernesto.
altura de la precipitación pluvial, que se registra por una pluma que se mueve verticalmente,
accionada por un flotador, marcando en el papel la altura de la lluvia.
Pluviógrafo de doble cubeta basculante: el embudo conduce el agua colectada a una
pequeña cubeta triangular doble, de metal o plástico, con una bisagra en su punto medio.
Es un sistema cuyo equilibrio varía en función de la cantidad de agua en las cubetas. La
inversión se produce generalmente a 0,2 mm de precipitación, así que cada vez que caen
0,2 mm de lluvia la báscula oscila, vaciando la cubeta llena, mientras comienza a llenarse
la otra.
La lluvia puede ser descrita en los siguientes términos:
Intensidad. Se define como la cantidad de agua que cae por unidad de tiempo en un lugar
determinado. Existe una relación entre la intensidad de la lluvia y su duración: para un
mismo período de retorno, al aumentarse la duración de la lluvia disminuye su intensidad
media. La formulación de esta dependencia es empírica y se determina caso por caso,
basándose en los datos observados directamente en el sitio de estudio o en otros sitios
próximos con las características hidrometeorológicas similares. Dicha formulación se
conoce como relación Intensidad-Duración-Frecuencia, o comúnmente conocida como
curvas IDF.8
Duración. La duración del evento de lluvia o tormenta varía ampliamente, oscilando entre
unos pocos minutos a varios días.8
Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría el agua precipitada sobre un m²
de superficie horizontal impermeable, si la totalidad del agua precipitada no se escurriera.
Esta dimensión es la que se mide en los pluviómetros. Generalmente se expresa en mm
(1 mm de agua sobre 1 m² equivale a 1 litro).
Frecuencia. La frecuencia de un determinado evento de lluvia, estrechamente relacionado
con el llamado tiempo de retorno, se define como el promedio de tiempo que transcurre
entre los acaecimientos de dos eventos de tormenta de la misma característica. Para estas
determinaciones se toman en cuenta la duración o la altura, y, eventualmente, ambas.
Distribución temporal. La distribución temporal de una tormenta tiene un rol importante en
la respuesta hidrológica de cuencas en términos de desarrollo del hietograma de una
tormenta.8
Distribución espacial. Las tormentas que cubren áreas grandes tienden a tener formas
elípticas, con un ojo de alta intensidad ubicado en el medio de la elipse, rodeado por lluvias
de intensidades y alturas decrecientes. El ojo de la tormenta tiende a moverse en dirección
paralela a los vientos prevalentes en el período en que se da el evento.
Oficialmente, la lluvia se adjetiviza9 respecto a la cantidad de
precipitación por hora (Tabla 1). Una de las expresiones más
empleadas en los medios de comunicación es la de lluvia torrencial,
que comúnmente se asocia a los torrentes y, por lo tanto, a
fenómenos como las inundaciones repentinas, deslaves y otros con
daños materiales.
Tabla 1. Clasificación de la precipitación según la
intensidad
Parámetros que caracterizan la lluvia
Clasificación según la intensidad
5. Aguacero tropical
Clase Intensidad media en una hora (mm/h)
Débiles ≤ 2
Moderadas > 2 y ≤ 15
Fuertes >15 y ≤ 30
Muy fuertes >30 y ≤ 60
Torrenciales >60
Fuente: AEMET (http://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/provincias/ayuda)
Otra forma de clasificar la precipitación, independientemente de la anterior, es según el índice n o índice de
regularidad de la intensidad (Tabla 2).10
11 Este índice mide la relación entre la intensidad y la duración
de una precipitación dada, tanto en el ámbito de la meteorología como en el de la climatología. En este
último ámbito, las curvas que describen dicho comportamiento se conocen como Curvas IDF o de
Intensidad-Duración-Frecuencia.12
Tabla 2. Clasificación de la precipitación según la regularidad
n
Variabilidad de la
intensidad
Interpretación del tipo de precipitación
0,00-
0,20
Prácticamente
constante
Muy predominantemente advectiva o
estacionaria
0,20-
0,40
Débilmente variable Predominantemente advectiva
0,40-
0,60
Variable Efectiva
0,60-
0,80
Moderadamente
variable
Predominantemente convectiva
0,80-
1,00
Fuertemente variable Muy predominantemente convectiva
Fuente: Divulgameteo (https://web.archive.org/web/20180219022838/http://www.divulgameteo.
es/uploads/indice-n.pdf)
Lluvia. Es un término general para referirse a la mayoría
de precipitaciones acuosas. Puede tener cualquier
intensidad, aunque lo más frecuente es que sea entre
débil y moderada.
Llovizna (o garúa). Lluvia muy débil en la que a menudo
las gotas son muy finas e incluso pulverizadas en el
aire. En una llovizna la pluviosidad o acumulación es
casi inapreciable. Popularmente se le llama garúa,
orvallo, sirimiri, pringas o calabobos.
Chubasco (o chaparrón). Es una lluvia de corta
duración, generalmente de intensidad moderada o
fuerte. Los chubascos pueden estar acompañados de
viento.
Tormenta eléctrica. Es una lluvia acompañada por actividad eléctrica y, habitualmente, por
viento moderado o fuerte, e, incluso, con granizo. Las tormentas pueden tener intensidades
desde muy débiles hasta torrenciales, e, incluso, a veces son prácticamente secas. La
Clasificación de precipitaciones acuosas
6. combinación de tormentas secas y chubascos puede presentarse en cualquier caso. Es
decir, un chubasco fuerte con tormenta tiene un área de lluvia reducida, la cual puede estar
rodeada por una especie de círculo de mayor tamaño donde se dejan sentir los truenos y
relámpagos pero no llueve.
Aguacero. Es una lluvia torrencial, generalmente de corta duración. Sinónimo de chubasco
o chaparrón.
Monzón. Lluvia muy intensa y constante propia de determinadas zonas del planeta con
clima estacional muy húmedo, especialmente en el océano Índico y el sur de Asia.
Manga de agua (o tromba). Es un fenómeno meteorológico de pequeñas dimensiones pero
muy intenso, que mezcla viento y lluvia en forma de remolinos o vórtices.
Rocío. No es propiamente una lluvia, sino una forma de condensación de la humedad del
ambiente en las noches frías y despejadas, cuando el vapor de agua se condensa
formando pequeñas gotas en las hojas de las plantas o en otras superficies frías.
A las lluvias de fuerte intensidad se les suelen dar diferentes nombres en diversos países, por ejemplo:
tempestad (Argentina y Uruguay), temporal (Argentina, Chile,y Uruguay), chaparrón (Argentina,
España, México, Perú y Uruguay), zamanzo de agua (algunas zonas de Andalucía), palo de agua
(Canarias, Colombia —en la Región Caribe—, Panamá , Venezuela y Cuba), aguacero (Argentina,
Ecuador, Colombia, —en la Región Andina—, México, Puerto Rico y República Dominicana) y
chubasco, etc.
Las precipitaciones, especialmente las lluvias, tienen un efecto decisivo en la agricultura. Todas las plantas
necesitan al menos algo de agua para sobrevivir, por lo tanto, la lluvia (que es el medio de riego más eficaz)
es importante para la agricultura. Si bien un patrón de lluvia regular suele ser vital para la salud de las
plantas, demasiada o muy poca lluvia puede ser dañina, incluso devastadora para los cultivos. La sequía
puede matar los cultivos y aumentar la erosión,13 mientras que el clima demasiado húmedo puede causar
el crecimiento de hongos dañinos.14 Las plantas necesitan distintas cantidades de precipitación para
sobrevivir. Por ejemplo, ciertos cactus requieren pequeñas cantidades de agua,15 mientras que las plantas
tropicales pueden necesitar hasta cientos de litros por año para subsistir.
En áreas con estaciones húmedas y secas, los nutrientes del suelo disminuyen y la erosión aumenta durante
la estación lluviosa.16 Los animales tienen estrategias de adaptación y supervivencia para el régimen más
húmedo. La estación seca anterior provoca escasez de alimentos en la estación pluviosa, ya que los cultivos
aún no han madurado.17 Los países en desarrollo han observado que sus poblaciones muestran
fluctuaciones estacionales de peso debido a la escasez de alimentos que se observa antes de la primera
cosecha, que se produce al final de la temporada de lluvias.18 La precipitación se puede recolectar
mediante el uso de tanques de agua, tratados para uso potable o no potable en interiores o para riego.19
Nombres coloquiales
Impacto
Agricultura
Cultura y religión
7. Danza de la lluvia en Harar, Etiopía.
Tláloc, deidad mesoamericana de la
lluvia.
Gran inundación del Misisipi de
1927.
Las actitudes culturales hacia la lluvia difieren en todo el mundo.
En climas templados, las personas tienden a estar más estresadas
cuando el clima es inestable o nublado, con un impacto mayor en
los hombres que en las mujeres.20 La lluvia también puede traer
alegría, ya que algunos la consideran relajante o disfrutan de su
atractivo estético. En lugares secos, como la India,21 o durante
períodos de sequía,22 la lluvia levanta el ánimo de las personas. En
Botsuana, la palabra setsuana para lluvia, pula, se usa como el
nombre de la moneda nacional, en reconocimiento a la importancia
económica de esta en su país, ya que cuenta con un clima
desértico.23 Varias culturas han desarrollado medios para hacer
frente a la lluvia y han desarrollado numerosos dispositivos de protección, como paraguas e impermeables,
y dispositivos de desviación, como canalones y desagües pluviales, que conducen las precipitaciones a las
alcantarillas.24 Muchas personas encuentran el olor durante e inmediatamente después de la lluvia
agradable o distintivo. La fuente de este aroma es el petricor, un aceite producido por las plantas, luego
absorbido por las rocas y el suelo, y luego liberado al aire durante la lluvia.25
La lluvia tiene un significado religioso importante en muchas
culturas.26 Los antiguos sumerios creían que la lluvia era el semen
del dios del cielo Anu,27 que cayó del cielo para inseminar a su
consorte, la diosa de la tierra Ki,27 provocando que ella diera a luz
a todas las plantas de la tierra.27 Los acadios creían que las nubes
eran los pechos de la consorte de Anu, Antu, y que la lluvia era
leche de sus mamas.27 Según la tradición judía, en el siglo i a.c., el
hacedor de milagros judío Honi ha-M'agel puso fin a una sequía de
tres años en Judea dibujando un círculo en la arena y rezando para
que llueva, negándose a abandonar el círculo hasta que su oración
fue concedida.28 En sus Meditaciones, el emperador romano
Marco Aurelio conserva una oración por la lluvia hecha por los
atenienses al dios celestial griego Zeus.26 Se sabe que varias tribus
nativas americanas han realizado históricamente danzas de la lluvia
en un esfuerzo por fomentar las precipitaciones.26 En los Estados
Unidos de la actualidad, varios gobernadores estatales han
celebrado días de oración por la lluvia, incluyendo un día en el
estado de Texas en 2011.26 Los rituales para provocar el llover también son importantes en muchas
culturas africanas.29
Las inundaciones son un peligro de origen natural que se presenta
cuando el agua sube mucho su nivel en los ríos, lagunas, lagos y
mar; entonces, cubre o llena zonas de tierra que normalmente son
secas. Son una de las catástrofes que mayor número de víctimas
producen en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas
3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es más
de la mitad de los fallecidos por desastres originados por la
presencia de un peligro de origen natural en el mundo en ese
periodo. La lluvia excesiva durante períodos cortos de tiempo
puede causar inundaciones repentinas.30
Inundaciones
8. Un auto manejando sobre una
inundación de noche.
Como las, consecuencia de las lluvias torrenciales y la continua
deposición de grandes cantidades de agua en zonas y áreas mal
desalojadas, se pueden producir lo que comúnmente denominamos
como goteras. Así pues, acompañadas de filtraciones de agua, este
problema representa una de las amenazas más latentes para la gran
mayoría de viviendas.
También producen un aumento de la humedad ambiental y si se
dejan pasar pueden llegar a anegar e inundar habitaciones
enteras,31 lo cual hace que una correcta impermeabilización sea
crucial de cara a mantener el correcto estado de la vivienda.
Por esta razón, arreglar y localizar una gotera suele ser una de las tareas más importantes y a la vez más
difíciles pero, por otra parte, también necesarias. Disponer de filtraciones de agua en una vivienda puede
llegar a ser algo realmente molesto y peligroso, lo que hace que sea importantísimo ponerles solución
cuanto antes.
Uno de los métodos que más se suele emplear para impermeabilizar el edificio o la vivienda en cuestión
suele ser la utilización de diferentes tipos de telas asfálticas. A día de hoy, encontramos tres modelos que
son los que reúnen las características adecuadas y que se recomiendan tanto para impermeabilizar una
azotea como para eliminar las goteras en una terraza.
Aluminio: disponen de un color cromado y son perfectas para proteger todo tipo de
superficie de los cambios bruscos de temperatura. Ideales para zonas exteriores.
Pizarra: diseñada únicamente para combatir y reparar tanto las filtraciones de agua como
las humedades en terrazas y azoteas. Altamente resistente e increíblemente dura, por lo
que resulta muy conveniente instalarla en cualquier tipo de superficie.
Interiores: este último tipo se aconseja para utilizar a modo de complemento en
combinación con diferentes tipos de telas, puesto que no son tan resistentes. Ideales para
ponerlas debajo de tejas y cerámicas.
Temporada de lluvias
Agua
Aguanieve
Arco iris
Chubasco
Ciclo hidrológico
Escala de Beaufort
Llovizna
Lluvia ácida
Lluvia de animales
Manga de agua
Meteoro (meteorología)
Nieve
Precipitación
(meteorología)
Radar meteorológico
Siembra de nubes
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Volumen I: "Manual de observación de
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Goteras y filtraciones de agua
Véase también
Referencias
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