Está en nuestra conciencia hacer lo que es agradable a nuestro creador Yahweh Elohim y esto es cumplir sus mandamientos, porque los días se están acercando para la venida del Mesías Yahshua; tenemos que estar alerta y evitar el mal, porque solo así alcanzaremos el bien de sus manos y su misericordia nos librará de la destrucción que se nos avecina por la impiedad del hombre en la tierra.
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
¿A Quién le Duele la Conciencia? Reflex.
1. A QUIEN LE DUELE LA CONCIENCIA
¿A quién le duele la conciencia? A quién le duele la tierra, el mar, y los cielos?
¿Quién en la tierra podrá llevar el singular significado de la justicia en su frente?
¿Quién merece ser llamado civilizado? ¿A quién le duele la conciencia?... A los
seres humanos? No lo creo tanto, a estos le duele muy poco ya… Nos queda muy
poca conciencia. Ahhh... Quizá a los animales?… Puesto que ellos no se venden
por placeres ni por vanidades. Aman lo que el creador les da, temen de algún
modo a YAHWEH; más no se pelean por el oro y la plata, ni por el petróleo, no
hacen política, ni humillan a los pobres, no se burlan de la miseria de los más
necesitados, no son racistas, no juegan con los sentimientos de los demás. ¡Una
cosa hacen!… obedecen la voz del padre celestial, y ¡Son bastante civilizados!
No son religiosos pero, tienen la paz que el mundo no da, solo la que nos da el
D-OS altísimo, creador de los cielos, la tierra y los mares. Los animales nos
divierten sin tener que ser sometidos a un circo y sin tener que actuar como
humanos. Son graciosos más no payasos; son tiernos y cuidan su vida comiendo
lo que es favorable a su naturaleza, tienen parejas conforme a la voluntad del
Creador, no conforme a la voluntad y los deseos infructuosos de la carne (la cual
se corrompe a raíz del pecado). Tienen carácter más no son engreídos, ni
orgullosos ni arrogantes; conviven entre sus especies sin dañar su habitad ni el
ecosistema, no queman plásticos, ni destruyen los bosques con fuego y basuras,
no contaminan las aguas de los mares y los ríos como lo hace el hombre sin
piedad, tirando basuras, desechos tóxicos, etc. No privatizan el agua con fines
comerciales, no provocan las guerras ni son terroristas, no construyen armas
criminales ni mucho menos torturan a su prójimo con herramientas y artefactos,
no usan los conocimientos que YAHWEH nos da para engañar, hurtar y
manipular a los demás; no privan a la humanidad de la verdad, por esto y más,
los animales son más civilizados que los seres humanos.
Si te duele lo que estamos pasando aquí en la tierra, y quieres desahogarte,
llorar y gritar a los cuatro vientos que venga a nosotros el reino del D-OS eterno,
el que guarda al justo y al que hace la buena voluntad de él, hazlo y grita. Que la
tierra no aguanta tanta iniquidad y tanta maldad. Allí, donde tú estás ora en
el nombre de Yahshua Ha Mashíaj (Jesús el mesías) el que reina en gloria,
porque solo en él tenemos vida eterna, más él nos prometió cielo nuevo y tierra
nueva, la cual el hombre impío al no existir más no podrá corromper y destruir.
Apocalipsis 21:1. Clamemos juntos a él para que el padre celestial tenga
misericordia de todos nosotros y se acuerde del pacto que hizo con Abraham y
su pueblo Israel; que nos perdone, nos revista con su sangre y nos purifique por
dentro, que nuestro corazón sea renovado y seamos librado de la destrucción
que se nos avecina a causa de la impiedad, el pecado del hombre y la falta de
conciencia en hacer el bien y desechar lo malo.
Autor: Eduardo Santana F. Septiembre 2012