El agua fluye suavemente pero con fuerza, siguiendo su curso hacia adelante como el hombre. Aunque el agua fluye lentamente, lo hace con sabiduría y firmeza hacia su destino, al igual que el hombre debe seguir adelante en la vida.
2. “Nada es más suave y al mismo tiempo tan
fuerte como el agua, que fluye firme y
lentamente, con la sabiduría de tener el
mismo destino del hombre: seguir adelante”
Anónimo