1. La versión 2010 del Índice Microscopio vino a ratificar la exitosa vigencia de un “modelo andino” en el contexto global de las microfinanzas. Por tercer año consecutivo, el informe que audita la marcha de la industria destacó el desarrollo del sector en Perú y Bolivia, primero y tercero, respectivamente, entre 54 países considerados. El relevamiento puso de manifiesto que ambos países suramericanos están construyendo, con sus previsibles matices, modelos de gestión para las microfinanzas que resultan a la vez maduros, competitivos y eficientes. Perú ha consolidado herramientas normativas y prácticas de regulación que generan confianza y proveen a la transparencia y al desarrollo sustentable de la industria. El informe puntualizó el desempeño de la Superintendencia de Banca, Seguros y Fondos de Pensiones (SBS) como principal agente regulador. Los aceitados mecanismos de supervisión bancaria y el extendido uso de los buró de crédito, que proveen información detallada sobre historiales de crédito, contribuyen a solidificar el sector, porque proporcionan fundamentos estructurales que hacen a su estabilidad. Bolivia destaca por la profundidad, alcance y diversidad de los servicios de microfinanzas, gestionados por una densa red de instituciones que se han revelado como eficaces gestores, incluso en tiempos de crisis, de distintos instrumentos de inclusión financiera. Los costos administrativos en Bolivia promedian el 9,5% de los activos, entre los más bajos del mundo, señal de eficiencia y profesionalización en la gestión de las IMFs. La diversidad y masividad de sus prestaciones reseña las capacidades adquiridas para satisfacer una demanda amplia y sostenida en contexto sociopolítico que ha sido históricamente dinámico. En ambos países, la consolidación de la industria se concreta a la vez que avanza la profesionalización de los actores, se extienden las prácticas de gobernanza y se aceitan los mecanismos de interlocución entre prestadores y usuarios, condiciones que afianzan una dinámica de desarrollo progresiva y continua. En los dos países, también, el crecimiento y consolidación de la industria se está concretando con el firme compromiso del sector público. Perú, por caso, es un ejemplo de microfinanzas incentivadas por el Estado ya que, entre los actores más destacados del sector se encuentran las Cajas Municipales, empresas públicas que dependen de los gobiernos locales. En Bolivia el Gobierno avala soluciones de microfinanzas para fomentar el desarrollo de formas de economía comunitaria, en un intento por impulsar el protagonismo de nuevos agentes económicos, emergentes de un procedimiento de cambio social y de democratización socioproductiva. Las exitosas experiencias de microfinanzas en Perú y Bolivia, cada una con sus particularidades, refieren a la paulatina emergencia de un paradigma de gestión desde la periferia cultural y política para una industria global en plena expansión. <br />