1. Unidad UNO Aplicación de herramientas de
control de datos, diseño de imágenes y obras
impresas.
2. R.A. 1.1 Diseña imágenes creativas de
comunicación social por medio del editor de
imágenes
3. 1.1 Integra un portafolios digital de una imágen para una campaña
publicitaria; en las que se observe la imagen original y la editada,
incorporando la descripción de las técnicas y la herramienta de edición
de imágenes utilizada que hayas aplicado.
4. 1.1 Integra un portafolios digital de una imágen realizando
fotomontaje; en las que se observe la imagen original y la editada,
incorporando la descripción de las técnicas y la herramienta de edición
de imágenes utilizada que hayas aplicado.
5. Una vez esta imagen es interpretada (leída), los ordenadores la transforman en una
imagen visible a través de la pantalla e imprimible también, a través de cualquier
dispositivo de salida. La gran ventaja del archivo digital es que puede duplicarse y
copiarse tantas veces como se quiera. Las imágenes digitales pueden ser icónicas
(de diferentes grados de figuración y realismo) o aicónicas (abstractas,
esquemáticas), tridimensionales y planas, fijas o móviles.
6. Teoría del color
En el arte de la pintura, el diseño gráfico, el diseño visual, la fotografía, la imprenta y en la
televisión, la teoría del color es un grupo de reglas básicas en la mezcla de colores para
lograr el efecto deseado combinando colores de luz o pigmento.
Con el tiempo y los avances en los estudios de la luz se llega a la conclusión de que
los colores pigmento se generan por la luz reflejada por ciertos pigmentos aplicados a las
superficies. De ahí su nombre. Estos colores son el magenta, el cian y el amarillo.
En resumen la combinación de los colores pigmento (cian, magenta, amarillo)
sustraen luz, como su nombre lo indica, y se obtiene el color negro. Y la combinación de
los colores luz (verde, rojo, azul) suman luz, y se obtiene el color blanco.
7. Un mapa de bits es una matriz de bits que especifican el color de cada píxel de una
matriz rectangular de píxeles. ... El número de bits dedicado a un píxel individual
determina el número de colores que se pueden asignar a ese píxel
A la imagen de mapa de bits se le conoce también como imagen rasterizada o
bitmap, y está compuesta por una cuadrícula de píxeles, organizados en una rejilla.
Cada uno de los píxeles que conforma el mapa de bits tiene un color definido que
presenta un valor.
8. Los formatos de archivo de imagen están estandarizados para organizar y
almacenar imágenes digitales. Un formato de archivo de imagen puede almacenar
datos en un formato sin comprimir, en un formato comprimido (con pérdida o sin
pérdida) o en formato de vector.
El formato vectorial, como su nombre lo dice, es una imagen compuesta de
vectores. Este formato usa las matemáticas para generar un vector entre dos
puntos de anclaje. Por lo tanto, a diferencia de una imagen de matriz que tiene un
tamaño definido, puede ampliarse indefinidamente, sin perder calidad de imagen
9. 1. La regla de los tercios
Divide el campo de tu fotografía en tres partes horizontales y tres partes verticales, con
lo cual tendrás nueve secciones (algunas cámaras ya tienen integrada esta función). El
objetivo de esta técnica es evitar a toda costa situar lo más importante de nuestra foto
en el centro del área; usualmente las composiciones más atractivas se logran
extendiendo esos elementos relevantes a lo largo de dos o más secciones, o
situándolos donde los puntos se cruzan.
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12. 2. Justo medio y simetría
En otras condiciones, sin embargo, es posible aprovechar el centro de tu
campo visual. Cuando encuentras una construcción, un paisaje y quizá
incluso un rostro que en sí mismos sean simétricos, ¡utilízalos a tu favor! Y
aunque suene un tanto contradictorio, también es posible jugar con las
posibilidades de la simetría.
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15. 3. El quid está en los detalles
Nunca pierdas de vista los detalles. Una forma sencilla de dar
profundidad –óptica y emotiva– a tus imágenes es tomar un detalle
en primer plano, pero, curiosamente, para destacar aún más el
fondo. Este contraste de perspectivas genera un interesante efecto
dramático.
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17. 4. Enmarca dentro del marco
Este es un interesante juego óptico que puedes poner en práctica siempre
que tengas oportunidad. El marco de una puerta, un puente, las ramas de un
árbol y quizá incluso los brazos de una persona: eso y otras cosas pueden
funcionar como el marco de una imagen que de por sí ya está enmarcada
(seccionada) por tu cámara. Esta técnica otorga profundidad a tus
fotografías y también cierta estética peculiar (en función del marco elegido).
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20. 5. Líneas guía
Esta es una técnica pictórica que también puede aplicarse en fotografía. A
veces, lo que vemos tiene ya ciertas líneas que conducen nuestra mirada,
que funcionan como una especie de “carriles” que guían lo que vemos. Con
un poco de pericia puedes reflejarlas en tus imágenes y obtener fotografías
que destaquen por su composición simétrica o por la capacidad para
aprovechar las condiciones del entorno.
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23. 6. Diagonales y triángulos
Las líneas diagonales y los triángulos dan “tensión dinámica” a una imagen. Esta es una
lección que enseñaron bien los grandes pintores del Renacimiento, quienes al
experimentar con el punto de fuga, abrieron un vasto mundo de posibilidades para la
perspectiva y la ilusión de movimiento. Esta es también una de las técnicas menos
sencillas de lograr, pero con práctica y experimentación seguramente llegarás a
dominarla. ¿Un consejo? Mantén tu mirada atenta a los triángulos que se forman
“naturalmente” en tu campo visual. Todo es cuestión de perspectiva.
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26. 7. Patrones y texturas
Estos dos son elementos que puedes incorporar a tus imágenes para darles un toque
especial. Nuestro cerebro encuentra una satisfacción especial en los patrones, así que
ahí ya tienes un buen argumento a favor para aprovecharlos y, por otro lado, un motivo
para darte cuenta de que estamos rodeados de ellos. Las baldosas en un piso, la forma
de ciertas flores, la textura de una alfombra, las nubes, un costal de granos. Todo tiene
su propia textura, y a veces también un patrón que sigue. Este es también un elemento
altamente ornamental y expresivo para tus fotografías.
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28. 8. La regla de lo improbable
Si bien la mirada encuentra cierta satisfacción en lo simétrico y lo regular, en fotografía
también se ha desarrollado una técnica basada en lo improbable. Ahí donde
esperaríamos ver a dos personas, una tercera aparece; quizá esperamos ver enfocado
un solo elemento –un árbol, un edificio, un plato de comida– pero otro se asoma en el
campo visual. En general esta regla se aplica para personas, pero en realidad se puede
ser más flexible al respecto y “jugar con los números”, pensar en composiciones con un
número inesperado de elementos.
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31. 9. Llena el marco
Ocupar toda el área de tu fotografía es otra técnica que da un toque especial a tus
imágenes. Uno de sus efectos inmediatos es que ofrece detalle de algo que usualmente
no miramos así: un rostro, la nariz de tu perro, la estructura de una hoja, etc. Puede
resaltar texturas, revelar la emotividad de algo cotidiano, suscitar cierto contraste (entre
lo mínimo y lo mayúsculo, por ejemplo) o hacer énfasis en algo de por sí grandioso.
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33. 10. Aprovecha el espacio negativo
El espacio negativo es una de las nociones más interesantes tanto de la
fotografía como de la pintura y algunas otras artes visuales. Grosso modo,
consiste en eso que aparece en una imagen pero que, en cierta forma, no
contiene nada. La pared detrás de dos personas, por ejemplo, el cielo, el
piso. Lo curioso es que el espacio negativo puede ser un gran elemento de
expresividad, contraste, geometría y más. ¡Úsalo con imaginación!
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35. 11. Menos es más
La regla del minimalismo también puede ser empleada en la fotografía. A
veces bastan unos pocos elementos para lograr una buena fotografía.
Enfocarse en un detalle –una sonrisa, el paso de una persona, la gota en una
ventana– puede hacer que tu imagen gane en expresividad. Esta imagen es
de Yoshinori Mizutani.
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37. 12. En retratos, enfoca el objetivo
Esto puede sonar redundante u obvio, pero lo cierto es que a veces por eso
mismo puede olvidarse. Dar toda la nitidez a nuestro objetivo y dejar que el
fondo se difumine es una de las técnicas más sencillas para obtener
fotografías que cumplen del todo con su propósito, en especial cuando es
un buen retrato lo que deseamos obtener.
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39. 13. Cambia tu punto de vista
Si lo piensas bien, hay perspectivas que muchos tenemos “precargadas”, como si
fuera el software con el que nuestra mirada opera por default. Una de las pruebas
más evidentes de esto son las fotografías turísticas –en la torre Eiffel, en la de Pisa,
en la playa–, ciertos encuadres, motivos y disposición espacial que reconocemos de
inmediato como propios de esas escenas. Aquí el consejo es que si ante una
situación de este tipo hay algo que se te presenta de inmediato como la forma en que
debe ser fotografiada, pienses en otra cosa. Siempre hay un punto de vista alternativo
desde donde puedes tomar tu imagen.
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41. 14. Considera las combinaciones de color
La fotografía es un arte óptico, y al decir esto no queremos remarcar lo obvio, sino apuntar a todo el
conocimiento que la humanidad ha desarrollado en esta materia. Entre otras cosas, la óptica tiene un
legado amplio a propósito de la teoría del color. Acércate a ella y conoce al menos algunos de sus
fundamentos. Uno especialmente útil y sencillo de aplicar es la combinación de colores, algunos de
los cuales casan bien entre sí, armónicamente, en tanto que otros son más bien disonantes. Y esto
no para que siempre te inclines por las “buenas” combinaciones, sino más bien para que sepas que
existen y que quizá algunas fotografías puedan beneficiarse de esto.
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44. 15. La regla del espacio
Esta regla también es una de las más lúdicas en fotografía, y es simple: si
tienes un objetivo que posee cierta dinámica propia, haz que el espacio
abierto quede en la dirección hacia la cual se mueve. En la fotografía de un
auto moviéndose hacia la derecha, por ejemplo, el espacio abierto tendría
que estar a su derecha. Esto también puede aplicarse en otras situaciones
para dar cuenta de ese dinamismo del momento.
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47. 16. La regla de “izquierda a derecha”
Esta es una regla polémica pero que sin importar esto puedes utilizar. Se dice que
buena parte de la humanidad está habituada a “leer” de izquierda a derecha, porque así
leemos un texto y que por esto mismo hemos llegado a “leer” así otras cosas, entre
éstas, las imágenes. En una fotografía esta regla también hace ganar dinamismo a la
imagen y a veces también crea una especie de semimarco imaginario y,
simbólicamente, la idea de guía y dirección.
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49. 17. La regla del balance
Otra regla que requiere práctica para dominarse, pero que al lograrlo, te sitúa en un nivel
profesional de la fotografía. El balance de una imagen requiere de especial cuidado en la
composición, la perspectiva, el enfoque, el espacio negativo y la iluminación. En pocas palabras,
todos los elementos en juego. También es un tanto difícil de explicar, pero quizá no de ejemplificar.
En este caso, aunque puede sonar un tanto extraño el consejo, sugerimos estudiar las obras de los
pintores renacentistas, quienes tenían una predilección especial por las proporciones armónicas, en
casi cualquier representación visual (retratos, paisajes, bodegones, etc.).
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51. 18. La regla de la yuxtaposición
Saber combinar los elementos presentes en un fragmento de realidad
favorece en especial la narrativa de una imagen. La yuxtaposición ocurre
todo el tiempo, porque la realidad es naturalmente caótica. Tu misión con una
fotografía es encontrar la composición adecuada por la que dos o más
elementos de ese caos se pongan en juego para decir algo.
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54. 19. Los triángulos áureos
Otro elemento de composición que heredamos de la antigüedad clásica. Si has
ejercitado bien la regla de los tercios, pasar a los triángulos áureos será pan comido. Y
así es como funciona: en el campo visual traza imaginariamente una línea diagonal
que parta de la equina superior derecha a la esquina inferior izquierda; después un par
de líneas más: una de la esquina superior izquierda hasta que toque tu línea diagonal,
y otra del punto opuesto, es decir, de la esquina inferior derecha hasta tu diagonal.
Como resultado tendrás un área dividida en 4 triángulos conocidos como “áureos”
porque dan la sensación de una composición espacial sumamente armónica. Esta
imagen es de Luc Bresson.
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56. 20. La proporción dorada
Por último, tenemos la ley más elevada de toda composición basada en la geometría.
De los griegos nos llega la llamada “proporción áurea”, un número de implicaciones
artísticas pero también místicas y espirituales. En términos matemáticos, dos
cantidades se encuentran en proporción áurea si su proporción es igual a la suma de
ambas dividida entre la mayor de ellas. Dejaremos que medites esto y si logras mirar
así el mundo, sin duda estarás en el empíreo de la fotografía.