1. A miña crónica galega
Eugenio Fouz
twitter: @eugenio_fouz
Desde este lado del país se ven las cosas de otra manera. Casi mil kilómetros separan
esta comunidad gallega de la murciana; el clima lluvioso y fresco del norte contrasta
con el clima soleado y caluroso del sur. Aquí, en el norte, la frontera o “finis terrae” está
marcada por el frío Atlántico mientras que en el sur es el Mediterráneo templado el
mar que acoge al recién llegado. Las montañas, el paisaje gallego verde y frondoso
frente al fruto huertano, las playas de la Costa Cálida y el desierto arenoso.
Imprescindible para entender Galicia es salir de noche, beber vino y viajar en coche
(obviamente, no en este orden). Si tiene ocasión pruebe el “pulpo a feira”, tome
“ribeiro” y haga que le lleve un gallego a todas partes. No entenderá esta tierra ni otra
sin conocer a su gente. Cuando fui a Coruña con mi hermano en coche hace unos días
pasamos de largo el sitio al que íbamos por culpa de un lío de vías de entrada y salida
en la autovía. Al preguntarle si sabía adónde iba, me dijo que a los forasteros les
gustaba dar una vuelta de reconocimiento.
Los gallegos ven hoy domingo en “La Voz de Galicia” (5.08.2012) la fotografía a todo
color del barco australiano “Canberra” a remolque del “Blue Marlin” más pequeño
semihundido en las aguas de la ciudad de María Pita. La imagen es una metáfora de
nuestro país ahora y Europa y el mensaje está claro: todos estamos en el mismo barco.
En esta tierra se ve el telediario en la lengua oficial del Estado para enlazar en segundos
y sin previo aviso con el informativo gallego de noticias autóctonas. Los locutores
repasan las fiestas populares, las tradiciones y los incendios en los montes y cuentan
nuevos detalles del Códice de la catedral de Santiago. Cierra el noticiario con el
pronóstico del tiempo para mañana, aunque no tenga mucho sentido pronosticar si
habrá o no precipitaciones intensas, chubascos dispersos, sol o nubes sabiendo que
aquí llueve cuando se espera y cuando no se espera también.
Todo el mundo sabe que por las noches de agosto refresca un poco en Galicia, que las
brujas existen y que una pregunta responde bien a otra porque lo normal en esta vida
es hacerse preguntas. A los visitantes les extraña que aquí unos digan El Ferrol y otros
digan Ferrol y es que esto depende de quién lo diga. Para explicarlo con un ejemplo,
cuando veíamos Oporto en los mapas le llamábamos así, de forma natural: Oporto.
Pero al llegar allí todos los portugueses de Portugal le llamaban Porto. Pues en Galicia
pasa más o menos igual. Esta noche pasada nos juntamos la familia y amigos por la
noche a preparar una “queimada” con aguardiente (“orujo”en Murcia) y callamos ante
el conjuro y rezamos para espantar a los malos espíritus “Mouchos, coruxas, sapos e
bruxas”… Querido lector si decide viajar a esta tierra no se vaya a preocupar por llamar
a Ferrol, El Ferrol o Ferrol porque vamos a entenderle de todas formas y nadie va a
enfadarse por eso. Bueno,”carallo”, bueno.
(artículo publicado en @laverdad_es 8.08.2012, Murcia)