Nota conceptual seminario regional sobre políticas públicas con el sector privado
1. 1
SEMINARIO REGIONAL
DIALOGO SOBRE POLITICAS PÚBLICAS CON EL SECTOR PRIVADO
“Huella de Carbono e Hídrica del Consumo de Alimentos en América Latina y el Caribe”
Oficina Regional de FAO para América Latina y el Caribe
Martes, 23 de enero de 2018
Santiago de Chile
I. Antecedentes
Una nueva agenda de desarrollo sostenible fue aprobada en el 2015, cuando los líderes
mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el
planeta y asegurar la prosperidad para todos.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión
sostenible y el saneamiento para todos” se estableció considerando la “escasez de agua que
afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, cifra alarmante que probablemente
crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto del cambio climático. Aunque
2.100 millones de personas han conseguido acceso a mejores condiciones de agua y
saneamiento desde 1990, la decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un
problema importante que aqueja a todos los continentes”1.
En América Latina y el Caribe, en las tres últimas décadas, la extracción de agua se ha duplicado
con un ritmo muy superior al promedio mundial. En esta región, el sector agrícola, y
especialmente la agricultura de riego, utiliza alrededor del 70% de la disponibilidad de agua.
El ODS 12 “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles” plantea que el
objetivo del consumo y la producción sostenibles es crear ganancias netas de las actividades
económicas mediante la reducción de la utilización de los recursos, la degradación y la
contaminación, logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida. También considera que
es necesario adoptar un enfoque sistémico y lograr la cooperación entre los participantes de la
cadena de suministro, desde el productor hasta el consumidor final.
Revisar el patrón de producción de la agricultura significa, antes que nada, integrar los recursos
naturales al modelo de desarrollo económico, como bienes públicos globales. Revisar el patrón
de consumo, por su parte, implica cuestionar la responsabilidad social medioambiental en la
cultura de consumo, por ejemplo evitando las pérdidas y desperdicios de alimentos crudos o
procesados que hoy es práctica común.
El ODS 13 “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”
considera que “las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por las actividades
humanas hacen que esta amenaza aumente… Las emisiones nunca habían sido tan altas. Si no
actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados
centígrados este siglo y en algunas zonas del planeta podría ser todavía peor. Las personas más
pobres y vulnerables serán las más perjudicadas”2.
1
http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-6-clean-water-and-sanitation.html
2 http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/
2. 2
En consecuencia con este ODS, en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático del 2016, se estableció un acuerdo para enfrentar el
cambio climático (Acuerdo de París), bajo el principio de responsabilidades comunes pero
diferenciadas. El Acuerdo compromete a todos los países a actuar para lograr el objetivo
mundial de aumentar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la
vulnerabilidad ante el clima.
El Acuerdo de París reconoce “la prioridad fundamental de salvaguardar la seguridad
alimentaria y acabar con el hambre y la especial vulnerabilidad de los sistemas de producción
de alimentos a los impactos del cambio climático”. Concretamente, propone “aumentar la
capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia
al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que
no comprometa la producción de alimentos”.
En este contexto, la agricultura se enfrenta al reto de continuar incrementando la producción
de alimentos a través del incremento de la productividad, reduciendo su huella de carbono e
hídrica, y los niveles de degradación de los recursos naturales, al mismo tiempo que se adapta
al cambio climático.
II. Enfoque del diálogo al que se convoca
El 34º período de sesiones de la Conferencia Regional de FAO para América Latina y el Caribe
se celebró en la Ciudad de México del 29 de febrero al 3 de marzo de 2016. La Conferencia
consideró, como desafíos de política relevantes para la región, las siguientes temáticas:
a) La seguridad alimentaria y nutricional: de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a los
Objetivos de Desarrollo Sostenible.
b) La transformación del sector rural: desarrollo territorial rural, agricultura familiar, inclusión
socioeconómica e innovación.
c) El uso sostenible de los recursos naturales, la gestión de riesgos y la adaptación al cambio
climático dentro del nuevo marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En relación a la tercera temática, la Conferencia solicitó a la FAO que propicie “espacios de
diálogo político entre los países de la región para determinar medidas concertadas que
promuevan una mejor articulación entre las actividades de adaptación al cambio climático y
reducción de riesgos de desastres a través del intercambio de experiencias, prácticas,
conocimientos y tecnología”. Además, la Conferencia instó a FAO “a seguir apoyando el
desarrollo de mecanismos de coordinación interinstitucional y gobernanza que faciliten la
articulación de políticas y el diálogo entre gobiernos, sociedad civil y sector privado para lograr
la transformación socioeconómica del sector rural en América Latina y el Caribe, preservando
el liderazgo de los Estados, con atención especial a las mujeres, jóvenes y pueblos indígenas”.
De esta manera, se pretende que este seminario regional sea un espacio en el cual los
participantes dialoguen sobre diferentes temáticas que atienden no sólo a problemas
3. 3
coyunturales sino a aspectos orientados a la reducción de la huellas de carbono e hídrica en el
sistema agroalimentario.
En este sentido el diálogo pondrá énfasis en las siguientes cuestiones, las cuales serán
previamente revisadas por los participantes para llevar a cabo un diálogo más sistémico:
¿Existe una comprensión general del sector privado productor, empresarial y comercial,
sobre la importancia de la reducción de la huella de carbono e hídrica relacionada al
consumo de alimentos? ¿Qué beneficios se prevén?
¿Cuáles son las ventajas percibidas por el sector privado, desde la perspectiva del
productor, empresario y comerciante, en bajar la huella de carbono e hídrica?
¿Cuáles son las principales dificultades y cuáles son los principales obstáculos que se
enfrentan en el esfuerzo de reducir la huella de carbono e hídrica en los sistemas
agroalimentarios – desde la perspectiva del productor, empresario y comerciante?
Dentro de la cadena de valor, ¿dónde se debería poner énfasis en el desarrollo de políticas
públicas para reducir la huella de carbono e hídrica: producción, transformación,
comercialización, distribución, consumo?
¿Qué tipo de políticas deberían ser desarrolladas para promover la reducción de la huella
de carbono e hídrica en los sistemas agro-productivos, de comercio de alimentos y de
consumo?
¿Qué incentivos deben ser desarrollados y en qué parte de la cadena de valor deberían ser
focalizados para la reducción de la huella de carbono e hídrica de manera más
costo/efectiva?
III. Resultado esperado
La iniciativa de diálogo sobre políticas públicas con el sector privado respecto a la “Huella de
carbono e hídrica del consumo de alimentos en América Latina y el Caribe”, tiene como objetivo
intercambiar información y experiencias entorno a los esfuerzos del sector privado productor,
empresarial y comercial, para la aproximación de sus actividades y hábitos de consumo, a la
nueva Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Además, sobre la base de este intercambio,
establecer una propuesta de agenda mínima (compromisos iniciales) para avanzar en un
diálogo más sistemático y ampliado, de manera a incidir en el diseño de políticas públicas
orientadas a la reducción de la huella de carbono e hídrica en el sistema agroalimentario
regional.
IV. Participantes
Participarán en el diálogo, representantes del sector privado productor, empresarial y
comercial de alimentos.