El documento describe aspectos del ejército romano como el servicio militar obligatorio para ciudadanos entre 17 y 47 años, la estructura de las legiones bajo el mando de cónsules y legados, y los detalles del campamento romano protegido por un foso y terraplén con un área despejada entre medias.
2. Servicio militar
El servicio militar afectaba a los ciudadanos entre 17 y 47
años de edad. Hasta los 45 participaban en las campañas, y
los mayores defendían las ciudades y formaban la reserva.
Por lo general las clases altas no intentaban rehuir el
servicio militar, ya que su cumplimiento era
imprescindible para poder acceder a las magistraturas
del Estado y hacer carrera política (el cursus honorum)
4. Los mandos
Cada legión quedó bajo el mando de un cónsul elegido por
un periodo de un año. Esto suponía que muchas veces
estos dirigentes carecían de dotes militares, y lo más
habitual era que los cónsules a su vez nombrasen un
legado (legatus), más profesional y con capacidad de
mando al que situaban al frente de la legión.
6. El campamento
Externamente se rodeaba por un foso (fossa) de cuatro metros de
anchura y tres de profundidad que era excavado por una parte
de los legionarios, mientras la otra parte se mantenía en estado
de alerta. La tierra extraída se utilizaba para levantar un
terraplén defensivo, el agger, a continuación del fossa. En el caso
de campamentos eventuales, como los construidos cada día al
final de la marcha, el vallum podía ser sólo el agger o también
adicionar una empalizada de madera. Si el campamento era
semipermanente, como durante el descanso invernal o un asedio
corto, el vallum era de madera o argamasa. Y si se trataba de
algo permanente, por ejemplo vigilar la seguridad de una zona,
se utilizaba la piedra. Después del vallum se dejaba un terreno
despejado de treinta a sesenta metros, el intervallum.