"Turbulencias Democráticas: Desafección y Descontento Político en las Elecciones Generales de España de 2015 y su impacto en el comportamiento electoral"
Esta investigación analiza la relación entre la desafección y el descontento político con el comportamiento electoral en las elecciones generales de 2015 en España.
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1. "Turbulencias Democráticas: Desafección y
Descontento Político en las Elecciones Generales de
España de 2015 y su impacto en el comportamiento
electoral"
Francisco José Ruiz Vargas
2. RESUMEN
-Pregunta: ¿De qué manera influyen actitudes políticas como el descontento y la desafección
política en el comportamiento electoral?
-Modalidad escogida: Modalidad 1; Abordar la respuesta a la pregunta desde un punto de
vista teórico, con referencias, citas y debates de autores en torno a dicho tema
-País: España
-Momento temporal: Elecciones generales 2015 (España)
JUSTIFICACIÓN DE LA ELECCIÓN
La elección de esta etapa electoral en España como objeto de estudio se justifica por ser un
momento crucial en la historia política del país, caracterizado por una profunda crisis
económica, social y de representatividad manifestada en la desconexión ciudadana con las
elites, instituciones y partidos políticos. En este contexto, el desafecto y el descontento
político se manifestaron de manera significativa, marcando un cambio paradigmático en el
comportamiento electoral de los ciudadanos. Las instituciones políticas tradicionales se
vieron cuestionadas, y surgieron nuevos partidos como Ciudadanos y Podemos, que se
presentaron como alternativas frente al bipartidismo establecido, logrando una gran cuota
de poder en estas elecciones y abriendo una etapa multipartidista o bipartidismo imperfecto
(PP y PSOE siguen copando el poder político, pero surgen partidos nuevos con una cuota de
poder relevante y clave) frente al bipartidismo tradicional asentado en España. La
desconfianza en las élites políticas, el auge de movimientos sociales, la percepción de
corrupción y la falta de representatividad llevaron a una fragmentación del espacio político y
a la búsqueda de opciones políticas más alineadas con las demandas ciudadanas. Las
elecciones de 2015 se convierten así en un laboratorio político para explorar cómo el
desafecto y el descontento político influyen en el comportamiento electoral, evidenciando las
complejas interacciones entre los ciudadanos y las instituciones democráticas en momentos
de crisis y cambio social. Este periodo electoral proporciona una buena oportunidad para
comprender cómo estas actitudes afectan la toma de decisiones en el ámbito electoral y
contribuyen a la transformación del panorama político.
3. ANÁLISIS TEÓRICO
En el dinámico escenario político en el que vivimos, el estudio de las actitudes políticas ha
adquirido una relevancia crucial, específicamente el descontento y la desafección política.
Estos fenómenos reflejan las complejas interacciones entre los ciudadanos y las instituciones
políticas, siendo indicador en cierta medida de la satisfacción con el sistema democrático. En
esta investigación, me sumergiré en el terreno de la ciencia política para explorar a fondo
cómo el descontento y la desafección política influyen de manera significativa en el contexto
político y más concretamente en el comportamiento electoral específicamente en el contexto
de las elecciones generales de 2015 celebradas en España. El propósito de esta investigación
es analizar los complejos vínculos entre estas actitudes políticas y el comportamiento
electoral. A medida que explorare las obras de destacados politólogos y estudios previos, me
propondré comprender cómo el descontento y la desafección política pueden afectar la toma
de decisiones en el ámbito electoral y moldear la participación y las decisiones electorales de
los ciudadanos más concretamente en el caso español en 2015.
En primer lugar, habría que aproximarse al concepto de desafección política a través de la
definición de diversos autores. Una de estas definiciones es proporcionada por un destacado
politólogo, Robert A. Dahl, en su obra "Democracy and Its Critics", Dahl describe la
desafección política como un estado emocional generalizado de los ciudadanos hacia los
líderes, partidos y las instituciones políticas que dan lugar a la creencia de que los políticos
son poco confiables, incompetentes y que las instituciones políticas son ineficientes Dahl
(1989), esta definición resalta la dimensión emocional y cognitiva de la desafección política,
destacando la falta de confianza y la percepción de incompetencia en los líderes y las
instituciones políticas . Rusell J. Dalton también explica la desafección política en su obra
“Democratic Challenges, Democratic Choices“, explica la desafección política como la
expresión de la falta de confianza y conexión emocional de los ciudadanos hacia las
instituciones políticas y el proceso político en general Dalton (2004). Se caracteriza por una
actitud de distanciamiento e indiferencia hacia el sistema político en su totalidad, evidenciada
por una participación reducida en actividades políticas y una disminución de la confianza en
las instituciones democráticas.
4. En segundo lugar, habría que aproximarse al concepto de descontento político a través de la
definición de diversos autores. Pippa Norris en su obra “Critical Citizens” da la siguiente
definición "El descontento político se refiere a la insatisfacción generalizada de los ciudadanos
con el rendimiento del sistema político y sus actores. Incluye la percepción de que las
instituciones democráticas no están cumpliendo adecuadamente con sus funciones" (Norris
& Norris, 1999). Por otro lado, Ronald Inglehart, también se aproxima a este concepto a través
de esta definición "El descontento político puede entenderse como una respuesta negativa a
la brecha entre las expectativas y las realidades percibidas en el funcionamiento del sistema
político. A menudo, surge en contextos de cambio social y cultural" (Inglehart, 2020).
Tras observar la definición de estos dos conceptos podemos decir que, la desafección política
y el descontento político se entrelazan como fuerzas dinámicas que modelan el paisaje
político contemporáneo. La desafección como hemos analizado anteriormente, caracterizada
por la desconexión y la falta de confianza en las instituciones políticas, actúa como un caldo
de cultivo para el surgimiento del descontento político entre los ciudadanos que conforman
un territorio político, cuando estos ciudadanos perciben que sus voces no son escuchadas,
sus demandas no son canalizadas y que las instituciones y partidos políticos no cumplen con
sus expectativas, se crea un terreno fértil para la exteriorización del descontento político
alimentando un ciclo interdependiente con la desafección política. A mi parecer la medición
a través de indicadores de estos dos conceptos sirve para comprender la salud y la estabilidad
de los sistemas políticos al igual que pueden llegar a tener un importante papel a la hora de
la formación o modificación del comportamiento político de los ciudadanos como veremos
más adelante.
La desafección y el descontento político, fenómenos intrínsecamente ligados como hemos
analizado, tienen profundas repercusiones y consecuencias en el sistema político y en la
estabilidad de los sistemas democráticos. A continuación, se exploran las consecuencias de
estas actitudes ciudadanas en los sistemas políticos y más concretamente en el sistema
político y en el comportamiento electoral de una forma esquematizada, siendo estas las
siguientes:
-Emergencia de movimientos populistas: El descontento político favorece y facilita la creación
y aparición de movimientos y partidos políticos populistas, según Pippa Norris el descontento
5. con las elites políticas tradicionales suele favorecer e impulsar el soporte a movimientos que
se presentan como alternativa ajena a las elites y establishment político Norris y Norris (1999).
-Disminución de la participación ciudadana: La desafección política en ciertas ocasiones
puede abocar a la disminución de la participación electoral o a la abstención en unas
elecciones, Russell J. Dalton indica que la bajada de la confianza de los ciudadanos en las
instituciones puede traducirse en una desconexión emocional manifestada en la participación
selectiva y en una abstención, Dalton (2007).
-Fragmentación del espacio político: La fragmentación del voto y el espacio político es una
consecuencia directa de la desafección y el descontento, Stefano Bartolini sostiene que la
falta de conexión emocional de los ciudadanos con los partidos y movimientos políticos
tradicionales se muestra en una distribución más fragmentada del apoyo político, Bartolini y
Bartolini (2000).
-Crisis de representatividad: El distanciamiento del ciudadano con la política y las instituciones
impacta a la percepción de representatividad dándole un tinte negativo, Giovanni Sartori nos
indica que la desconexión emocional entre los representantes y los representados crean una
crisis en la relación más grande en la que se basa la legitimidad democrática, Sartori (1976).
Tras ver algunas de las consecuencias que pueden provocar la desafección y el descontento
en un sistema político, veremos el impacto que tuvieron estas aptitudes en las elecciones
generales de 2015 en España y como se manifestaron teniendo en cuenta algunas de las
consecuencias descritas por los diferentes autores en los párrafos anteriores. Antes de
analizar los efectos y consecuencias de estas actitudes veo necesario hacer una
contextualización de estas elecciones generales y del clima político y social que rodeaban a
esta convocatoria electoral.
Las elecciones generales de 2015 en España fueron una convocatoria electoral marcada por
diferentes factores como una fuerte crisis económica, una crisis social y de representatividad
palpable en el movimiento 15M en los años anteriores, lo que conllevo a un desencanto de la
ciudadanía con las estructuras políticas y partidos políticos tradicionales y esto se manifestó
con la emergencia de nuevas fuerzas políticas (Podemos y Ciudadanos) que renegaban de la
política tradicional y de la forma de hacer política tradicional. Este evento electoral, inmerso
6. en el contexto de una profunda crisis económica y social, fue testigo de la expresión palpable
de desafección y descontento político que permeaba la sociedad española. Tras esta breve
contextualización podríamos decir que las elecciones generales de 2015 en España marcan
un hito fundamental y representa un momento trascendental en la historia política del país
señalando un cambio paradigmático en el entorno partidista tradicional español y una
transformación significativa en el sistema político español. Como señalan Fontaneda y
Sánchez‐Vítores (2018) España se encontraba inmerso en un clima político marcado por la
desafección política durante las elecciones generales de 2011 y 2015, y esta desafección
influyo en el comportamiento electoral de los ciudadanos españoles de una forma más
incisiva en las elecciones de 2015 concluyendo y confirmando sus hipótesis de que los
ciudadanos desafectos tienden a votar a nuevos partidos políticos en vez de a partidos y
estructuras políticas tradicionales
Analizaremos como la desafección y el descontento político marcaron e influyeron estas
elecciones a través de la fragmentación del espacio político, la aparición de movimientos
populistas y la crisis de representatividad existente en aquella época , otras consecuencias
como la disminución de la participación ciudadana no fue palpable en estas elecciones,
porque no se produjo una bajada significativa de la participación ciudadana en las elecciones
respecto a otras elecciones y a la participación media en el conjunto de las elecciones
generales en España.
-Fragmentación del espacio político: Esta fragmentación fue un fenómeno significativo que
marcó un cambio en el sistema político y de partidos español que ha perdurado hasta día de
hoy. En estas elecciones aparecen dos nuevos partidos políticos con una gran fuerza,
Ciudadanos y Podemos presentándose como la “nueva política” y pretendiendo desafiar a la
política y a los partidos tradicionales españoles y introduciendo nuevos actores políticos en el
sistema político español, tras obtener 40 escaños Ciudadanos y 69 escaños Podemos y sus
confluencias electorales, llegando a representar estas dos nuevas formaciones el 34,59% de
los votos emitidos en aquellas elecciones. Esta situación provoco una bajada histórica del
apoyo electoral de los partidos tradicionales de España (PP, PSOE) cosechando uno de los
peores resultados electorales en la historia del bipartidismo español. Esta fragmentación del
espacio político tuvo consecuencias posteriores a la elección como un bloqueo político a la
hora de formar gobierno provocado por la nueva composición multipartidista del Congreso
7. de los Diputados y la incapacidad de los partidos tradicionales de llegar a acuerdos con los
nuevos partidos para formar gobierno, lo que conllevo a una nueva convocatoria de
elecciones para desbloquear la situación política. La fragmentación supuso por lo tanto una
brecha amplia en el bipartidismo español que se ve reflejado en los siguientes datos; en las
elecciones de 2011, PP y PSOE sumaron entre los dos 296 escaños y el 73,39% del total de los
votos mientras que, en las elecciones de 2015, PP y PSOE sumaron entre los dos 213 escaños
y el 50,73% del total de los votos lo que supuso una pérdida de 83 escaños y de un 22,66 %
de los votos respecto a las elecciones de 2011. Por lo tanto, podemos afirmar que la
desafección y el descontento político afectaron a al comportamiento electoral en España a
través de la fragmentación del voto y la aparición de nuevos partidos políticos como respuesta
a la incapacidad de las estructuras tradicionales políticas en España para canalizar y resolver
las demandas de la sociedad española.
-Emergencia de movimientos populistas: En este caso hablaremos de Podemos y no de
Ciudadanos, ya que la formación naranja no utilizo una lógica populista implícitamente en su
forma de hacer política. Podemos, en sus primeros años, fue caracterizado por algunos
académicos y analistas como un partido que utilizo elementos populistas, para ver si era
populista o utilizaba elementos populistas, utilizaremos como autor referencia para
identificar estos elementos a Ernesto Laclau a través de su obra “La razón populista”, Laclau
(2005) identifica algunos elementos populistas como; Construcción del pueblo y antagonismo
político, significantes vacíos, líder carismático, cadena equivalencial, construcción de
hegemonía y políticas de atracción, movilización ciudadana y discurso antiéites y
antiestablishment. Muchos de estos elementos son utilizados por Podemos en estas
elecciones; En Podemos, vemos la construcción de un "pueblo" que se opone a las élites
políticas y económicas, buscando agrupar demandas diversas y heterogéneas bajo la idea de
un "pueblo" y el concepto “los de abajo vs los de arriba”, también podemos ver en el líder de
Podemos, Pablo Iglesias a ese líder carismático que ocupó ese "significante vacío", su
liderazgo fue fundamental para canalizar las demandas de cambio y representar al "pueblo"
en su lucha contra las élites, por último, Podemos intentó formar una cadena equivalencial al
agrupar demandas relacionadas con la justicia social, la democracia participativa y la crítica a
las políticas tradicionales, utilizando estrategias de comunicación y movilización para atraer a
votantes desencantados, construyendo una gran base social representada posteriormente en
8. votos en las elecciones de 2015, movilizando a ciudadanos descontentos con su statu quo
político y desplazando y aglutinando esas demandas hacia su proyecto político. En resumen,
desde la perspectiva del politólogo argentino Ernesto Laclau, se puede argumentar que
Podemos adoptó estrategias populistas al construir una identidad colectiva, movilizar
demandas populares diversas, utilizar un líder carismático y establecer antagonismos
políticos para presentarse como el representante del "pueblo" en oposición a las élites y
establishment.
-Crisis de representatividad: El desencanto de los ciudadanos españoles con las instituciones
políticas públicas y la percepción de una brecha de representación entre los representados y
los representantes fueron elementos clave en estas elecciones que también marcaron el
comportamiento electoral de los ciudadanos afectados por esta crisis de representación y de
desafección política como señalan Fontaneda y Sánchez‐Vítores (2018). Esta crisis de
representatividad fue influenciada por diversos factores; los escándalos de corrupción
anteriores a esta elección que involucraron tanto al PP como al PSOE o la gestión de la crisis
económica provoco una pérdida de confianza de los ciudadanos con sus representantes y una
falta de confianza hacia las elites políticas, lo que conllevo a un desencanto con el
bipartidismo y con el sistema bipartidista traducido en la perdida de apoyo hacia estas
formaciones y el apoyo a nuevas fuerzas políticas (Ciudadanos y Podemos) o la desafección
total con el sistema político. Los movimientos sociales como el “15M” expresaban su
descontento con la política tradicional demandando una mayor participación ciudadana y
transparencia, las demandas de este movimiento fueron canalizadas en un primer momento
por Podemos como fuerza emergente, estas fuerzas emergentes fueron una respuesta directa
a la crisis de representatividad intentando representar las demandas ciudadanas que se
consideraban ignoradas por el bipartidismo, estas fuerzas emergentes fueron apoyadas
ampliamente por la sociedad española desencantada con la política tradicional y conllevo a la
fragmentación del voto en estas elecciones.
Como se acaba de observar la desafección política y el descontento político afectaron de una
manera profunda a la configuración del sistema político y al comportamiento electoral de los
ciudadanos españoles en las elecciones generales de 2015 afectando principalmente a los 3
niveles que se acaban de observar.
9. CONCLUSIONES
Tras este análisis en tres consecuencias diferentes provocadas por la existencia de altos
niveles de desafección y descontento político en una sociedad hemos podido observar cómo
estas actitudes presentes en la sociedad española afectaron de una manera determinada al
comportamiento electoral de los ciudadanos en las elecciones generales de 2015 en España.
A través de la presente investigación, hemos explorado las definiciones de desafección y
descontento político proporcionadas por destacados politólogos como Robert A. Dahl, Russell
J. Dalton, Pippa Norris y Ronald Inglehart. Estas definiciones han establecido una base
conceptual sólida para comprender las dimensiones emocionales, cognitivas y electorales
asociadas con estas actitudes políticas. El entrelazamiento dinámico entre la desafección y el
descontento político se manifiesta como un factor crucial en la dinámica política actual. La
desafección, caracterizada por la falta de confianza y la percepción de incompetencia en las
instituciones y líderes políticos, actúa como un motor para el surgimiento del descontento
político. En conclusión, el estudio detallado de las actitudes políticas, particularmente el
descontento y la desafección política, ofrece una visión profunda de las complejas
interacciones entre los ciudadanos y las instituciones políticas, estos fenómenos no solo
reflejan la insatisfacción con el sistema democrático, sino que también moldean de manera
significativa el comportamiento electoral y la configuración del sistema político.
Las consecuencias de estas actitudes políticas son múltiples y significativas. La fragmentación
del espacio político, evidenciada en las elecciones generales de 2015 en España con la
emergencia de nuevos partidos como Ciudadanos y Podemos, desafió el tradicional
bipartidismo y generó un cambio paradigmático en el sistema político español. Esta
fragmentación afectó la formación de gobierno y la dinámica política, destacando la
importancia de abordar el descontento y la desafección para garantizar la estabilidad y
eficacia del sistema político. La aparición de movimientos populistas, en particular, el caso de
Podemos, alineado con elementos populistas identificados por Ernesto Laclau, como la
construcción del "pueblo", la figura de un líder carismático y la movilización ciudadana ilustra
cómo estas actitudes pueden ser canalizadas hacia cambios significativos en la representación
política. Finalmente, la crisis de representatividad, exacerbada por escándalos de corrupción
y la gestión de la crisis económica, influyo en la pérdida de confianza y en la percepción de
una brecha de representación entre los ciudadanos y sus representantes. Este fenómeno dio
10. lugar a la búsqueda de alternativas políticas y a la desconfianza en las estructuras políticas
tradicionales.
En síntesis, el análisis detallado de la relación entre descontento, desafección política y
comportamiento electoral proporciona una comprensión esclarecedora de las
transformaciones en el sistema político. Este enfoque no solo es crucial para entender el
pasado, como se evidenció en las elecciones de 2015 en España, sino que también ofrece una
perspectiva valiosa para abordar los retos políticos contemporáneos y garantizar la vitalidad
de los sistemas democráticos.
REFERENCIAS
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-Dalton, R. J. (2004). Democratic challenges, democratic choices. En Oxford University Press
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https://doi.org/10.5477/cis/reis.161.41