Un grupo de profetas le pidió a Eliseo que los acompañara al río Jordán para construir un nuevo lugar de reunión ya que el actual era demasiado pequeño. Mientras cortaban árboles, el hacha de uno de los profetas cayó al río. Eliseo hizo que la cabeza del hacha flotara de nuevo tirando un palo al agua, permitiendo que el profeta recuperara su herramienta prestada.
PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN1.pdf
La cabeza del hacha que flotó
1. La cabeza del hacha
que flotó
Cierto día, el grupo de
profetas fue a ver al
profeta Eliseo para
decirle:
—Este lugar, donde
nos reunimos contigo
es demasiado
pequeño. Bajemos al
río Jordán, donde hay
bastantes troncos. Allí
podemos construir un
lugar para reunirnos.
—Me parece bien—les
dijo Eliseo—, vayan.
—Por favor, ven con
nosotros—le dijo uno
de ellos.
2. Entonces Eliseo fue
con ellos. Una vez
que llegaron al
Jordán, comenzaron
a talar árboles. Pero
mientras uno de
ellos cortaba un
árbol...
3. ... ¡la cabeza de su
hacha cayó al río!
—¡Ay, señor!—
gritó—. ¡Era un
hacha prestada!