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I – DECLARACIÓN DE INTENCIONES

 La historia de este ensayo, nace a partir de una discusión suscitada a raíz de una
mera discusión.
 Buscando en la RAE la palabra “Cannabis”, encontramos una única acepción, la cual
expongo a continuación:

        Cannabis: 1.m. Cáñamo índico, usado como estupefaciente.

 Sucede lo mismo ante su sinónimo mas conocido “Marihuana”
(http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=marihuana) solo una
escasa acepción de una línea.

 Es curioso como si buscamos “Tabaco”
(http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=tabaco) encontramos
no menos de 7 significados y un inmenso repertorio de posibles usos contextuales en
el lenguaje español.

He aquí el motivo de este trabajo de investigación.

 Esta claro que existe una falta general de información en el tema, apoyada por un
sobredimensionamiento de la parcialidad informativa, parcialidad que responde en
última instancia a juicios ajenos a la medicina. En otras palabras existe la noción
pública generalizada, del Cannabis como solo algo perjudicial o “tabú”, olvidando siglos
de historia médica, además de ignorar sus propiedades benéficas y terapéuticas, las
cuales existen y están claramente demostradas.

 Esta tendencia, de inclinar la balanza solo hacia un lado, se ve potenciada en gran
parte por la falta de información respecto del tema y también por la distorsión a la cual
se somete y que responde a intereses políticos, culturales o morales; como resultado
se crean falsas percepciones en el conjunto social.

 Debido a ello, en este ensayo me he propuesto intentar descubrir con un riguroso
objetivismo y con las obvias limitaciones que me atan, a investigar el uso del cannabis
en la medicina, sus proyecciones positivas sobre la salud y su papel rehabilitador. Sin
olvidar o negar, por supuesto, la cara perjudicial de esta sustancia sobre el ser
humano. Pros y Contras.

 Pienso que nada es bueno o malo, verdadero o falso, en sí mismo y de una forma
categórica, cada persona es, por tanto, su propia y última autoridad; esta creencia se
resume en la frase: "El hombre es la medida de todas las cosas", expresada por
Pitágoras.

 Termino esta declaración de intenciones con la siguiente reflexión a raíz de lo
expresando anteriormente. Pienso que no es lícito santificar ni demonizar
acontecimientos, lo verdaderamente lícito es informar sobre la realidad
imparcialmente, en otras palabras; el tratar de instruir y enseñar a los pacientes; es
dotarlos con la “luz” del conocimiento y la sapiencia, que los guiará finalmente a una
toma de decisiones, que si bien es propia y personal, se cimenta en el suelo de la
razón, y la cual espero, sea la alternativa mas acertada.
II - HISTORIA

 El Cannabis ha sido usado históricamente y a través del mundo entero con infinidad
de propósitos, y sus propiedades terapéuticas no son un descubrimiento actual, la
historia de la Medicina está repleta de descripciones terapéuticas.

Ya desde antes de 1800 en China, Hoa-tho describía el uso analgésico del Cannabis1
                                                                                        .




 Herbalistas y druidas antiguos fabricaban ungüentos para quemaduras y otras
heridas, es decir analgesia tópica. Galeno, y otros médicos de la era clásica y Helénica
plantearon el Cannabis como un remedio pluripotencial, incluso en la cultura árabe
existen datos del uso de la planta. Si bien, sus propiedades nocivas fueron estudiadas
con posterioridad.

 Durante el siglo XIX y XX el uso del Cannabis y su potencial terapéutico se extendió
por Occidente, llegando a crearse incluso comités médicos (Comitee on Cannabis
Indica of the Ohio State Medical Society, 1860) que fueron los encargados de “legislar”
o al menos aclarar la situación en torno al uso médico. Debido a que el Cannabis no
causaba dependencia física fue considerado superior al uso de otras sustancias, como
los opioides, para un numero significativo de propósitos terapéuticos (analgesia,
hipnosis y sedación, acción anticonvulsiva, estimulación del apetito, ataraxia –
disposición del animo mediante el cual llegamos al equilibrio emocional, es decir
propiedades antidepresivas; así como propiedades antibióticas y baja toxicidad.)

 De hecho se postulo que el uso de Cannabis no conduce al establecimiento de una
dependencia física 2 3 4 5 6 7 y que existía un mínimo desarrollo de tolerancia a los
productos cannabicos 2 3 4 5 7.

 Se destaco también, su mínima toxicidad 5 8 9 10 ya que la dosis mínima para matar a
un ratón únicamente de sobredosis cannabica es 40000 veces la dosis necesaria para
causar síntomas típicos de intoxicación en el hombre 8.

 A comienzos del siglo XX el Cannabis seguía siendo considerado un agente
terapéutico. La American Medical Association estableció que no había pruebas
suficientes para demostrar el abuso de la administración medica de Cannabis
terapéutico, se expuso así mismo, la falta de argumentos sobre la adicción al mismo,
remarcando que bajo uso medico y supervisado era poco probable la existencia de
abuso. Se mantuvo entonces su valor medico, bajo el argumento de que las
propiedades terapéuticas controladas superaban ampliamente su perfil adverso.11

 En este mismo año (1937) aun podían encontrarse unos 28 productos farmacéuticos
que contenían Cannabis.12

 El uso medico del mismo así como su investigación post años 30, sufrieron un
tremendo lapsus, un estancamiento. Durante el siglo XX se ha potenciado la
investigación negativa tanto en el ámbito médico como en el ámbito político, se buscó
el desarrollo de los efectos perjudiciales, olvidando sin embargo siglos de investigación
médica, y de la misma forma el inmenso potencial terapéutico disponible, y el aún
escondido. Y olvidando al fin y al cabo que los efectos perjudiciales, adversos y
teratógenos están presentes en la totalidad de medicamentos disponibles.
III - EFECTOS NEGATIVOS DEL ABUSO DE CANNABIS.

He catalogado los efectos nocivos o perjudiciales del abuso en 3 grandes bloques:
Dependencia, Daños respiratorios y finalmente Disfunción psicocognitiva-emocional

       •   DEPENDENCIA

 El mecanismo de dependencia a las drogas está muy bien estudiado
psiquiátricamente. Sabemos que existe un componente puramente biológico o
farmacológico, que parte de un Sistema Cerebral de Recompensa que se encuentra en
la vía mesolímbica. En este sistema, todas las drogas y refuerzos positivos (como
comida) aumentan la liberación de Dopamina (DA) en el núcleo Accumbens, lo que
provoca propiedades hedónicas al individuo cuando comienza a consumir.
 Posteriormente, con la prolongación del consumo y su abuso, el refuerzo positivo
merma, y la droga actúa ahora como un refuerzo negativo es decir, evita la sensación
de abstinencia provocada por la misma droga.

 Por otro lado tenemos un componente psicológico, que dependerá en última instancia
de la psique individual de cada sujeto; donde los reforzamientos sociales actúan como
refuerzo positivo, y evitar el distrés psicológico causado por la propia abstinencia, el
refuerzo negativo.

 Si hablamos exclusivamente de Cannabis, las causas de dependencia cannabica
permanecen aún poco iluminadas. Existen teorías que argumentan que la frecuencia
en el consumo esta asociada a la dependencia, y que esta constituye un marcador
pronostico mas fiable que la cantidad de uso 13 14 15.

 Al respecto, en el año 2003 el Examen Nacional de uso de Drogas y Salud (USA)
revelo que solo un 13,5 % de los usuarios que no consumían diariamente cannabis
eran dependientes, mientras que un 39,5 % de los usuarios que sí consumían
diariamente, presentaban criterios de dependencia.16.

 Sin embargo, a pesar de que los usuarios diarios mostraban unas tasas más altas de
dependencia, mas de la mitad de los sujetos no llego a cumplir los criterios. Ergo la
frecuencia máxima, que seria el uso diario, tampoco es un buen indicador de
dependencia.

 Tampoco vemos que exista o este documentado, un patrón de relación claro entre
fumar “x” cannabis en “x” tiempo y el comienzo de una dependencia. Prevalecen las
inconsistencias y no existe una investigación lo suficientemente rigurosa como para
establecer un eje sobre el cual gire el problema de la dependencia.

 Con respecto a la misma, es necesario conocer determinados factores que ajenos al
propio Cannabis favorecen la aparición de dependencia psicológica.
   •
       La edad del usuario de cannabis, se correlaciona con la dependencia, a menor
       edad, menor desarrollo biopsicosocial y por consiguiente mas susceptibilidad a
       la dependencia. 17 18 Especialmente en adolescentes ya que, una persona menor
       de 17 años tiene 3.44 veces la posibilidad de tener 3 síntomas depresivos que
       una de 26. 19 Dichos síntomas suelen estar asociados a la situación de
       abstinencia.
•   El uso simultaneo de alcohol y cannabis, implica un recíproco aumento de
       ambas adicciones, potenciándose la probabilidad de dependencia. 20 21. También
       hay que tener en cuenta la comorbilidad con el tabaco, ya que el uso de tabaco
       junto con cannabis aumenta la manifestación de síntomas de dependencia
       cannabica (mayormente ansiedad) 22 por no mencionar los daños pulmonares
       comórbidos.

   •   Finalmente podríamos señalar el factor sociocultural. Diversos estudios apuntan
       a que hay una conexión entre el uso de cannabis y el bajo nivel socioeducativo
       23 24
            . Ya que está demostrado que los consumidores diarios y dependientes
       poseen un perfil mas joven y de menor nivel educativo, que aquellos
       consumidores diarios no dependientes.22


 Una vez explicada la dependencia y aquellos factores que la modifican solo queda
comentar que las pautas para la adicción están claramente establecidas y confirmadas.
El mejor tratamiento posible, es aquel que abarque el doble aspecto de la adicción,
mencionado anteriormente. En el aspecto psicológico las terapias de comportamiento
así como cognitivo-conductuales se enfocan básicamente en la motivación del
individuo25, herramienta imprescindible e indispensable, para el abandono de la
dependencia. Con respecto al aspecto biológico existen fármacos como Naltrexona 26
27
  , Nefazadona, Marinol y Buspirona que subsanan aquellos síntomas orgánicos
provocados por el deshabituamiento al cannabis.

   •   DAÑOS RESPIRATORIOS

 Los consumidores de cannabis presentan un rango amplio de síntomas respiratorios
propios de fumar, sumado a la comorbilidad presente en el tabaco. Síntomas
obstructivos de la vía respiratoria pueden ser observados en estas personas, desde
bronquitis crónica y enfisema pulmonar (EPOC), tos, producción de flema y
broncoconstricción, así como sibilancias y disnea28. La patología respiratoria es un
asunto ampliamente desarrollado y estudiado en relación al tabaco, por lo que no me
extenderé más al respecto.

 Es indispensable para el origen de la patología pulmonar que el cannabis sea fumado.
No existe patología en casos de administración oral (a través de pastillas), o vía
parietal a través de inyecciones.

 A pesar de esto, existen investigadores que afirman que no existen pruebas de que el
cannabis en si contribuya al decaimiento de la función pulmonar, o al comienzo de
EPOC. Sino que la presencia de ambas se atribuye exclusivamente a la comorbilidad
del tabaco.29

   •   DISFUNCIÓN PSICOCOGNITIVO-EMOCIONAL.

 He acuñado este término en base a los 3 aspectos que integran las disfunciones
cannabicas neurológicas o mentales.

 En primer lugar tenemos un aspecto psicológico, en cuanto, a la calidad del
pensamiento(donde encontramos trastornos psicóticos como la esquizofrenia)
 El aspecto cognitivo esta determinado por un deterioro en la memoria, el lenguaje y la
atención.
Finalmente podemos encontrar un componente emocional en el cual encontraríamos la
depresión y el “síndrome amotivacional”, cuyo principal eje es un deterioro en la toma
de decisiones.

Refiriéndonos al aspecto psicológico los adultos jóvenes que consumen Cannabis tienen
un incremento en las posibilidades de sufrir episodios psicóticos (conocidos como
Psicosis cannabica). Aunque la conclusión es que el uso de Cannabis solo incrementa
moderadamente el riesgo de padecer síntomas psicóticos en personas jóvenes y ejerce
un efecto mucho mayor en aquellos individuos con predisposición a padecer patología
psicótica.30
 Con respecto a la esquizofrenia, es decir una psicosis más grave, existen
discrepancias al respecto. La opinión mayoritaria es el cannabis consumido
regularmente exacerba los síntomas tanto positivos como negativos del desorden
esquizofrénico, siempre que éste, se encuentre previamente desarrollado. Es decir el
cannabis es un factor de riesgo que junto con otros (genéticos, sociales/familiares)
contribuiría al desarrollo de la patología. Esto significa dos cosas: que por si mismo el
Cannabis no es desencadenante directo de esquizofrenia, y que, sólo ejercería un papel
fundamental de exacerbamiento sintomático, en caso de esquizofrenia preexistente 31
32 33
     .
 Se demuestra así que el uso continuado de cannabis en personas con esquizofrenia,
predice un pequeño aumento en la sintomatología psicótica.34 A pesar de esto no esta
establecido claramente cual es el papel relativo del cannabis dentro de estos factores, es decir
                                                                          34
que porcentaje podría ser atribuido al uso del cannabis, en la patología.


En un segundo apartado, los efectos negativos en la Cognición, podrían ser divididos
en dos: agudos y residuales.35

 Tomando en consideración, los efectos agudos, existen estudios en los cuales se
administró Cannabis en altas dosis a individuos, dichos estudios apoyan la idea de la
existencia de un “síndrome de intoxicación aguda” que cursa con cambios de humor,
así como perceptivos y desordenes en los campos de la memoria y la atención, así
como habilidades motoras, tiempo de reacción y actividades expertas o
profesionales.36 Existe evidencia clara de que estos efectos duran entre 12 y 24 hs,
posteriores a un episodio de fumar y que el tiempo que se tarda en eliminar los
compuestos químicos, de los cuales el principal ,delta-9-tetrahidrocannabinol, tiene
una vida media de alrededor de 7 días, ya que se acumula en el tejido graso 37

 En relación a los efectos crónicos cognitivos existen estudios de años anteriores, cuyos
métodos no estaban debidamente justificados, y estaban sujetos a limitaciones. 38 39.
 El estudio mas reciente 40 se realizó en el año 2002 y teniendo en cuenta a usuarios
con 24 años de historia de consumo. El único descenso cognitivo significativo, es el de
la memoria verbal, empeorada con respecto a los usuarios de corto plazo (10 años) y
controles, una explicación razonable 41 para este asunto seria el rol que juega el propio
sistema endocannabinoide, basándonos en la densidad y función de los receptores
cannabinoides en el Hipocampo 42 43, y la importancia de éste en la memoria 44. Se
registran también otros descensos no severos; en relación al aprendizaje, la retención
(o fijación), así como la recuperación disminuida de los efectos; tras un periodo de
abstinencia de 17 horas. Existieron también indicios de un descenso en la atención,
aunque las tareas ejecutivas estaban generalmente conservadas.
Es interesante también, el señalar que no se observaron déficits en aquellos usuarios
con un tiempo de 10 años de consumo, tanto esporádicamente como en aquellos que
usaban Cannabis diariamente.

 Finalmente incluiremos los aspectos negativos emocionales. Como siempre existe
contradicción, al respecto, se comenta una correlación positiva pero modesta entre el
abuso de Cannabis y la falta de motivación y depresión, en estudios antiguos45 46.
Sin embargo existen numerosos estudios mas recientes que, no apoyan esta conexión.
47 48
     . En un reciente metanálisis publicado en 2003 por el gobierno australiano 49, se
busca el vinculo real entre Cannabis y depresión, así como causas ajenas que pudieran
relacionarlos: se estableció que el abuso del cannabis esta relacionado con la
depresión, como así evidencian estudios longitudinales, el uso pesado de la sustancia
puede aumentar síntomas depresivos entre algunos usuarios. Sin embargo sigue
siendo demasiado pronto, para eliminar la hipótesis de que dicha asociación es debida
al factor común sociocultural y familiar, así como elementos contextuales comunes que
aumentan el riesgo tanto del abuso del cannabis como de depresión, de manera
independiente.
 Establece también que es necesario investigar en forma de estudios longitudinales de
gemelos, discordantes en abuso del cannabis y depresión, para poder así eliminar
causas comunes.

 Como acabamos de observar, todo respecto a la patología de abuso de Cannabis se
encuentra lleno de contradicciones, por lo que se pueden sacar pocas conclusiones
claras.


III. SIGLO XXI – REINVENCION DEL CANNABIS TERAPEUTICO –
CANNABINOIDES Y SISTEMA ENDOCANNABINOIDE.

 El anecdótico y olvidado potencial del cannabis , esta reviviendo y siendo apoyado
científicamente en estos últimos 15 años, a partir del descubrimiento del sistema
endocannabinoide, un sistema que forma parte de la fisiología, no solo humano sino de
todas las escalas de organización animales.

 Este sistema esta integrado por 3 componentes básicos, los receptores cannabinoides
(CB1 y CB2), los ligandos para dichos receptores que pueden ser endógenos
(Anandamida y el 2-arachidonoyl-glycerol (2-AG), ambos derivados del acido
araquidónico 50 51) o exógenos (THC y delta-9-tetrahidrocannabinol, ambos presentes
en el cannabis); y finalmente las enzimas del metabolismo endocannabico.

Ambos tipos de ligando pueden interactuar con los receptores.

 El sistema endocannabinoide posee básicamente dos funciones, por un lado; dentro
de la célula; controla procesos metabólicos básicos como el metabolismo de la glucosa
52
  , sin embargo su función mas importante es la de regular la comunicación
intercelular, especialmente en sistemas inmune 53 y nervioso 54, es decir que actúa
como un modulador y coordinador de tejidos, órganos y sistemas propios del cuerpo
humano entre los que se incluyen el sistema cardiovascular 55, digestivo 56, endocrino
57
  , excretor 58 59, músculo-esquelético 60, reproductivo 61, respiratorio 62, y los antes
mencionados nervioso e inmune. Como vemos la implicación sistémica del sistema
endocannabinoide es realmente significativa, y las posibilidades realmente motivantes.
El mayor potencial funcional ofrecido por el Cannabis yace en la modulación
farmacológica de dicho sistema endocannabico, esta posible modulación selectiva
posibilitaría el tratamiento de una numerosa cantidad de patologías, que van desde los
síntomas comórbidos del cáncer (y el cáncer en si mismo, idea expuesta a
continuación) hasta la disminución de las hiperalgesias y todo tipo de algesias, incluido
dolores como el neuropático, de muy difícil tratamiento, pasando por el glaucoma
ocular (causa muy frecuente de ceguera), problemas cardiovasculares o inflamaciones
crónicas.

Sin embargo el debate esta servido.

 En primer lugar, el mayor inconveniente en el empleo del Cannabis terapéutico es su
vía de administración, así como su dosificación.

 Fumar, es la vía con la mayor inmediatez de efecto, así como, en la cual existe mayor
biodisponibilidad, lo que indica una excelente eficacia. Sin embargo los efectos
colaterales de las patologías relativas al fumar (cáncer de pulmón), así como los
efectos psicocognitivo-emocionales colaterales, y la posibilidad de dependencia,
provocan que esta vía no sea aceptada por la mayoría, basándose en estos efectos
secundarios. Nuevas investigaciones basadas en el concepto de “uso” y no de “abuso”,
apuntan a un que un consumo terapéutico “controlado” y supervisado por un
profesional de la salud, durante intervalos variables, es posible bajo ciertas
condiciones.

 No obstante este debate, es cierto que se han desarrollado vías de administración
alternativas, las cuales, en su mayoría están exentas de los efectos perjudiciales.

Existen dos posibilidades en los métodos de reducción del daño causado.

 En primer lugar el desarrollo químico industrial de Cannabis alterado con niveles mas
altos de THC, posibilita que disminuya la cantidad que se necesita fumar.
Adicionalmente se han desarrollado métodos de vaporización para los compuestos
activos del Cannabis, los cuales remueven la mayoría de los componentes del mismo,
pero que sin embargo son exitosos en repartir aquellos componentes deseados 63 sin
embargo tampoco esta muy claro hasta que punto los efectos psicoactivos persisten,
no así los respiratorios que desaparecen. Existen también vías nuevas y en actual
desarrollo farmacéutico, que aseguran un sistema totalmente sano, a la vez que
efectivo de administración, como es el caso de Sativex, un spray oral cuyo uso no
presenta el riesgo implicado en fumar. 64

 No obstante estos métodos de reducción, el verdadero potencial terapéutico se
encuentra en el desarrollo de agonistas cannabinoides, una especie de “aislamiento
selectivo” de los principios activos presentes en el cannabis (tal y como sucede con
una gran variedad de plantas). Dichos agonistas aseguran no solo la acción terapéutica
efectiva en las patologías, sino también la exención casi total de cualquier efecto
perjudicial, tanto respiratorio, como psicoactivo, como de adicción. En otras palabras
podemos actualmente evitar la presencia y aparición de efectos indeseables. El único
problema al respecto de ellos, es que esta ruta no es la mas eficaz, ya que los
cannabinoides son fácilmente solubles en grasas, y están sujetos a un considerable
metabolismo en el hígado, que los lleva a una degradación “rápida”.

 Desde este punto de vista y teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible que se
abren ciertamente muchos nuevos interrogantes a partir de esta senda terapéutica,
que suscitarán gran interés tanto en la comunidad científica, como en los beneficiarios
la población general. Desde luego es indiscutible el actual uso positivo de sendos
productos sintéticos que parten del cannabis, en el contexto patológico de enfermedad.

   •   DOLOR

 El sistema endocannabinoide funciona como un sistema paralelo al sistema opioide,
sin embargo sus mecanismos son distintos en modular la nocicepción, es decir las
respuestas al dolor, sin embargo la respuesta inhibitoria de dolor obtenida es sinérgica,
es decir se suma.

 Se ha desarrollado esta idea, descubriendo recientemente que el endocannabinoide
AEA es un ligando natural de los receptores vaniloides.65 Dichos receptores son canales
de cationes ligando-dependientes y principales dianas para el tratamiento del dolor 66.
También que estos cannabinoides ejercen un papel fundamental en la anti-nocicepcion
a nivel de medula espinal y cerebro 67, no obstante también pueden actuar
periféricamente por ejemplo, en inhibiendo la degranulación de los mastocitos 68.

 Así esta claramente establecido que los cannabinoides son sustancias analgésicas “per
se”, y que pueden actuar sobre todos los tipos de dolores: neuropaticos o nerviosos,
inflamatorios o meramente somáticos, así como dolores de tipo oncológicos.
Recientemente la aplicación tópica del cannabinoide sintético WIN 55,212-2 realzo
significativamente, la actividad antinociceptiva de la morfina, abriendo la puerta a una
nueva asociación sinérgica opiode-cannabinoide 69, los juicios al respecto establecen
que la co-administración de cannabinoides reduce dramáticamente el uso de opiáceos,
y puede proveer de alivio para los síntomas neuropaticos, en los cuales otros
tratamientos no han sido exitosos 70. Por ejemplo en modelos animales la potencia del
delta-9-THC no es menor que la de la morfina, y existen incluso cannabinoides que se
han demostrado incluso mas potentes que delta-9-THC 71.

 Actualmente utilizado en diversos países, desde Inglaterra a España, el gran
desarrollo en la investigación de la actividad cannabinoide en relación a la capacidad
de inhibir el dolor, es francamente alentador.

   •   APETITO.

 Los mecanismos cannabinoides que estimulan el apetito, aún no son bien conocidos
sin embargo, esta probablemente relacionado con el hecho de que el receptor CB1, y
los ligandos Anandamida y 2-AG, están presentes en el Hipotálamo, que se sabe, esta
relacionado con la alimentación y su control 72.
 Así Anandamida es capaz de incrementar la ingesta de comida en ratas, y su
antagonista SR-141716ª es capaz de disminuirla, por esto actualmente se esta
evaluando su uso, tanto en trastornos anoréxicos, como en tratamientos anti-obesidad
Estudios han apuntado a que el Drobaminol (un compuesto sintético basado en delta-
9-THC) es efectivo estimulando el apetito tanto en pacientes de cáncer 73 como en
infectados por VIH 74
 Es interesante también el hecho de que los endocannabinoides se encuentran
presentes en la leche materna, siendo los niveles de 2-AG mucho mayores que los de
Anandamida75.

   •   CANCER.
Posiblemente el mayor potencial en la reducción de daños, viene del uso de
cannabinoides en pacientes con patologías oncológicas, ya que combina numerosas
propiedades farmacológicas que son de utilidad tanto en síntomas comorbidos como en
propios de la patología (perfil menos conocido)
 En relación a los síntomas comórbidos como nauseas y vómitos inducidos por
quimioterapia, esta confirmado las propiedades antieméticas, disminuidoras de
nauseas, así como estimuladoras del apetito de los cannabinoides (Nabilona demuestra
ser uno de los mas eficaces ante otras terapias) 76 77 78. Se describen como beneficios
secundarios, las propiedades de sedación y euforia. Y como desfavorables, la
hipotensión arterial, disforia o alucinaciones.

 Sin embargo existe una faceta que se centra mas en como combatir el proceso
neoplásico en si.

 El Cannabis puede provocar la muerte de las células cancerigenas 79, faceta poco
conocida por la opinión publica. Así se demuestra el potencial quimioterapeutico de los
cannabinoides en la lucha contra el cáncer 80
Por ejemplo los cannabinoides matan células cancerigenas linfoblásticas, en patologías
como leucemia o linfomas 81, cáncer de piel 82, gliomas (THC usado en España como
tratamiento) 83, canceres de mama y próstata 84, feocromocitomas 85, cáncer de
tiroides 86 y colorrectal 87.

 A pesar de los favorables avances en este campo, son necesarios nuevos desarrollos
en la terapia ya que no todos los canceres son iguales, y si bien el cannabis
manipulado selectivamente puede matar a un tipo celular, puede ejercer el efecto
justamente contrario en otro tipo. Por ejemplo el cannabinoide sintético
Metanandamida puede promover el crecimiento de células cancerigenas pulmonadas
mediando por una vía independiente en la up-regulation de la COX2 88

   •   NEUROPROTECCIÓN

 Existe evidencia que apoya el rol neuroprotector de los cannabinoides.
 El sistema endocannabinoide facilita la actividad neuroprotectora, la cual puede ser
regulada ante un episodio de enfermedad 89 90 91. Por ejemplo se ha demostrado que
aquellos ratones pretratados con THC o Cannabidiol (cannabinoide sintético)
disminuyen la toxicidad glutamatérgica, al ejercer entre otras cosas funciones
antioxidantes. 92 93

 Estas terapias son bastante alentadoras ya que consituyen posibles beneficios y
avances en enfermedades basadas en daño o inflamación neurológica tal y como la
Esclerosis múltiple y sus síntomas como la espasticidad. Enfermedades con un difícil
tratamiento terapéutico.
 Sin embargo también es necesario un progreso en este campo ya que hasta el
momento solo existen experimentos basados en ratones, que si bien son alentadores,
no generan la suficiente rigurosidad, como lo haría en humanos.

   •   GASTROINTESTINAL

Parece que el numero de patologías susceptibles a la terapia con cannabinoides son
cada vez mayores como demuestran bastantes informes al respecto 94 95 96 97.
 Así entre sus numerosos usos podemos encontrar indicaciones para nauseas y
vómitos, ulceras gástricas, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa y
enfermedad de Crohn, diarrea secretora, íleo paralítico y enfermedad por reflujo
gastroesofágico.


   •   CARDIOVASCULAR

 Esta muy demostrado, que los cannabinoides producen efectos cardiovasculares en
vivo. En los humanos el fumar Cannabis, o una administración i.v. de delta 9-THC
provoca vasodilatacion periférica y taquicardia 95, incrementando el riego sanguíneo
periférico y ejerciendo cambios variables en la presión sanguínea.
 Sin embargo es de menor conocimiento que los endocannabinoides ejercen un efecto
protector sobre el sistema cardiovascular, especialmente en aquellas situaciones de
shock o isquemia de miocardio 98.

 Se ha demostrado que el antagonismo del receptor CB1 incrementa la presión
sanguínea, y disminuye el tiempo de supervivencia de ratas en estado de shock
hemorrágico, mientras que el agonismo hace justamente lo contrario, incrementa las
posibilidades de supervivencia 99. También evidencia reciente 98 indica que los
cannabinoides reducen el tamaño del infarto asociado a la isquemia, bloqueándose por
antagonistas CB SR14176A o SR144528.

 En los próximos años seguramente se descubrirán los fundamentos moleculares de
este efecto cardioprotector o las posibles manipulaciones a partir de sus efectos
fisiológicos, así como su posible uso terapéutico.


   •   GLAUCOMA

 Estudios farmacológicos e histológicos 100 101 102, verifican el rol directo de los
receptores CB1 en relación a la reducción de la presión intraocular, por su distribución
anatómica parece ser correcto afirmar que interviene en la salida del flujo de humor
acuoso, y en su producción.

 Los cannabinoides poseen el potencial para convertirse en un tratamiento útil para el
glaucoma, la evidencia convergente apoya su uso no solo por su disminución en la
presión intraocular, sino también en relación a su rol neuroprotector, es una verdadera
promesa en esta patología ocular.

   •   OTROS

 Aunque todavía no están muy bien investigados y que por tanto no merecen una
mención explícita, existen aún más posibles usos de los cannabinoides en relación a
dos procesos psiquiátricos, los desordenes de ansiedad/estrés (neuróticos) y
problemas de adicción a las drogas, en base a terapias basadas en la manipulación del
sistema mesolímbico de recompensa.

 Como hemos podido observar las posibilidades terapéuticas del cannabis, basándonos
en el uso de cannabinoides y su base teórica en el sistema endocannabinoide, son
objetivamente desbordantes.

Parece ser que una nueva puerta terapéutica se abre en este siglo XXI.
IV – CONCLUSIÓN

 Creo que es primordial en primer lugar establecer y concienciar sobre la clara
diferencia entre “Cannabis lúdico” y “Cannabis terapéutico”. E incluso matizar dentro
del primero las categorías de “uso o consumo” y “abuso”, situaciones distintas y que
no deberían ser ubicadas dentro de un mismo plano.

 No pretendo con este ensayo, hacer apología del empleo del cannabis, como mero fin
recreativo o lúdico.

Sin embargo tampoco pretendo tender un ficticio velo al respecto.

 Según el World Drug Report (hecho por la ONU) del año 2008 el Cannabis es la droga
mas comúnmente consumida del mundo, un 3,9% de la humanidad lo consume. Son
alrededor de 234 millones de personas y posibles pacientes, que necesitan información
sobre su situación, sobre las verdades y los mitos del Cannabis

 Seria psiquiátricamente insostenible negar una realidad evidente y que las cifras
ratifican por si mismas, el cannabis existe y persiste en la sociedad siendo usado con
este fin.

 Curiosamente en este mismo informe se desprende que la prevalencia de abuso del
Cannabis, no es mas alta en países con políticas tolerantes y flexibles de legalización
del Cannabis (Holanda nº15; Prevalencia:5,4%) sino en aquellos con duras políticas
penalizadoras del consumo de cannabis (Italia nº1; Prevalencia: 11,2% y España nº2;
Prevalencia: 11,2%). Ante esta realidad innegable, deberíamos preguntarnos entonces
si el accionar censurador al cual se somete el Cannabis, es realmente el mejor
abordaje posible al respecto.

 Ya que actualmente, muchas veces la sociedad parece “olvidar” que existe un mundo
de gente muriendo por patologías consecuentes al uso del tabaco y el alcohol, drogas
que por otra parte gozan de un prestigio y status social claramente superiores al que
goza el usuario de Cannabis, basándose dichos status positivos en terceros intereses
económicos y cuestiones meramente políticas y comerciales de mercado.

 Pero la gente muere igual, a base de patologías provocadas exclusivamente por estas
drogas.

 Por tanto, el fin no es la panacea de decir “el Cannabis es bueno con fin lúdico”, sino,
remarcar que la situación del Cannabis y de su usuario en relación a otras drogas
“sociales” esta claramente desajustada, existiendo una situación discriminativa hacia
los usuarios de cannabis que sufren de una injusta situación social despectiva, así
como falta de integración, situación que no vemos entre los consumidores de tabaco o
alcohol. Tomándome la licencia de psicoanalizar a la sociedad, este comportamiento
quizás responda a un mecanismo de defensa de una sociedad basada en la doble
moral, que públicamente recrimina dicho consumo, pero que contradictoriamente es
prevalentemente adicta a un conjunto de amplias sustancias. Pienso que es fácil
utilizar el colectivo de usuarios que consumen cannabis, como “chivo expiatorio”,
aislarlo de la sociedad “normal” y asociarlo al termino “drogadicción”, auto
engañándose en la creencia de que ese cigarrillo, ese vaso con alcohol, esas pastillas
antidepresivas recetadas, ese ansiolítico o ese narcoléptico que tanto ayuda a dormir,
no son a su vez drogas cuyo abuso, tal y como el abuso de Cannabis, provocan en
primer lugar adicción, y en segundo lugar una serie de efectos perjudiciales sobre la
salud de quien las consuma.

 En relación al empleo terapéutico de cannabis, es necesario expresar, su falta de
similaridad con respecto al empleo lúdico. No son lo mismo

 Al respecto confío haber demostrado a través de este ensayo, que un nuevo enfoque
terapéutico, no solamente es plausible, sino que es un motivo de investigación cada
vez mas ampliamente instalado en la comunidad científica, y que avanza.

 Finalmente y en relación a esta idea, considero que es nuestra obligación como
médicos y profesionales de la salud, procurar siempre ser el mejor guía posible
durante ese viaje llamado “enfermedad”, de esa persona llamada “paciente”.

Ser el mejor guía posible, implica mostrarle la totalidad de opciones terapéuticas, no
mintiéndole, ni ocultándole nada. Ser absolutamente rigurosos.

 Deberíamos abandonar muchas veces falsos delirios de grandeza, y asumir que
nuestra propia moral no es superior a la de nadie, no podemos imponerla sobre la del
paciente o los demás.

Es única y por tanto, tan respetable como la de cualquier otro individuo.

El debate permanece abierto, estimados lectores.
RESUMEN

 En primer lugar es imprescindible concienciar a la sociedad sobre las diferencias entre
“Cannabis Terapéutico” y “Cannabis lúdico/recreacional”.

 Es primordial también dar a conocer la existencia del sistema endocannabinoide
presente en las personas por naturaleza, cuya función principal es regular la
comunicación intercelular, es decir, actuar como un modulador y coordinador de
tejidos, órganos y sistemas propios del cuerpo humano como el nervioso,
cardiovascular, digestivo, endocrino, reproductor,etc.

 El verdadero potencial terapéutico del Cannabis, se encuentra en el desarrollo de los
cannabinoides, esto es una especie de “aislamiento selectivo” de los principios activos
presentes en el Cannabis (tal y como sucede con una gran variedad de plantas).
Dichos cannabinoides aseguran no solo la acción terapéutica efectiva en una gran
variedad de patologías, sino también la exención casi total de cualquier efecto
perjudicial, tanto respiratorio, como psicoactivo, como de adicción. En otras palabras
podemos actualmente evitar la presencia y aparición de efectos indeseables ya sea
psicoactivos, respiratorios o de dependencia, como sí sucede con el Cannabis fumado.

  Desde este punto de vista y teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible que se
abren ciertamente muchos nuevos interrogantes a partir de esta senda terapéutica,
que suscitarán gran interés tanto en la comunidad científica, como en los beneficiarios
la población general. Desde luego es indiscutible el actual uso positivo de sendos
productos sintéticos que parten del Cannabis, en el contexto patológico de
enfermedades relacionadas con todo tipo de dolor, el cáncer o diversas patologías
gastrointestinales, de alimentación, cardiovasculares, glaucomas…..




Pido perdón por no conseguir cumplir con los requisitos de tamaño del
ensayo, ya que ante la diversidad de la información disponible, no me ha sido
posible, resumirlo mas.
Muchísimas gracias por su compresión.


Nicolás Baños Godoy.
4º de Medicina. Universidad de Granada
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Cannabis terapéutico. Nicolás Santos.

  • 1. I – DECLARACIÓN DE INTENCIONES La historia de este ensayo, nace a partir de una discusión suscitada a raíz de una mera discusión. Buscando en la RAE la palabra “Cannabis”, encontramos una única acepción, la cual expongo a continuación: Cannabis: 1.m. Cáñamo índico, usado como estupefaciente. Sucede lo mismo ante su sinónimo mas conocido “Marihuana” (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=marihuana) solo una escasa acepción de una línea. Es curioso como si buscamos “Tabaco” (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=tabaco) encontramos no menos de 7 significados y un inmenso repertorio de posibles usos contextuales en el lenguaje español. He aquí el motivo de este trabajo de investigación. Esta claro que existe una falta general de información en el tema, apoyada por un sobredimensionamiento de la parcialidad informativa, parcialidad que responde en última instancia a juicios ajenos a la medicina. En otras palabras existe la noción pública generalizada, del Cannabis como solo algo perjudicial o “tabú”, olvidando siglos de historia médica, además de ignorar sus propiedades benéficas y terapéuticas, las cuales existen y están claramente demostradas. Esta tendencia, de inclinar la balanza solo hacia un lado, se ve potenciada en gran parte por la falta de información respecto del tema y también por la distorsión a la cual se somete y que responde a intereses políticos, culturales o morales; como resultado se crean falsas percepciones en el conjunto social. Debido a ello, en este ensayo me he propuesto intentar descubrir con un riguroso objetivismo y con las obvias limitaciones que me atan, a investigar el uso del cannabis en la medicina, sus proyecciones positivas sobre la salud y su papel rehabilitador. Sin olvidar o negar, por supuesto, la cara perjudicial de esta sustancia sobre el ser humano. Pros y Contras. Pienso que nada es bueno o malo, verdadero o falso, en sí mismo y de una forma categórica, cada persona es, por tanto, su propia y última autoridad; esta creencia se resume en la frase: "El hombre es la medida de todas las cosas", expresada por Pitágoras. Termino esta declaración de intenciones con la siguiente reflexión a raíz de lo expresando anteriormente. Pienso que no es lícito santificar ni demonizar acontecimientos, lo verdaderamente lícito es informar sobre la realidad imparcialmente, en otras palabras; el tratar de instruir y enseñar a los pacientes; es dotarlos con la “luz” del conocimiento y la sapiencia, que los guiará finalmente a una toma de decisiones, que si bien es propia y personal, se cimenta en el suelo de la razón, y la cual espero, sea la alternativa mas acertada.
  • 2. II - HISTORIA El Cannabis ha sido usado históricamente y a través del mundo entero con infinidad de propósitos, y sus propiedades terapéuticas no son un descubrimiento actual, la historia de la Medicina está repleta de descripciones terapéuticas. Ya desde antes de 1800 en China, Hoa-tho describía el uso analgésico del Cannabis1 . Herbalistas y druidas antiguos fabricaban ungüentos para quemaduras y otras heridas, es decir analgesia tópica. Galeno, y otros médicos de la era clásica y Helénica plantearon el Cannabis como un remedio pluripotencial, incluso en la cultura árabe existen datos del uso de la planta. Si bien, sus propiedades nocivas fueron estudiadas con posterioridad. Durante el siglo XIX y XX el uso del Cannabis y su potencial terapéutico se extendió por Occidente, llegando a crearse incluso comités médicos (Comitee on Cannabis Indica of the Ohio State Medical Society, 1860) que fueron los encargados de “legislar” o al menos aclarar la situación en torno al uso médico. Debido a que el Cannabis no causaba dependencia física fue considerado superior al uso de otras sustancias, como los opioides, para un numero significativo de propósitos terapéuticos (analgesia, hipnosis y sedación, acción anticonvulsiva, estimulación del apetito, ataraxia – disposición del animo mediante el cual llegamos al equilibrio emocional, es decir propiedades antidepresivas; así como propiedades antibióticas y baja toxicidad.) De hecho se postulo que el uso de Cannabis no conduce al establecimiento de una dependencia física 2 3 4 5 6 7 y que existía un mínimo desarrollo de tolerancia a los productos cannabicos 2 3 4 5 7. Se destaco también, su mínima toxicidad 5 8 9 10 ya que la dosis mínima para matar a un ratón únicamente de sobredosis cannabica es 40000 veces la dosis necesaria para causar síntomas típicos de intoxicación en el hombre 8. A comienzos del siglo XX el Cannabis seguía siendo considerado un agente terapéutico. La American Medical Association estableció que no había pruebas suficientes para demostrar el abuso de la administración medica de Cannabis terapéutico, se expuso así mismo, la falta de argumentos sobre la adicción al mismo, remarcando que bajo uso medico y supervisado era poco probable la existencia de abuso. Se mantuvo entonces su valor medico, bajo el argumento de que las propiedades terapéuticas controladas superaban ampliamente su perfil adverso.11 En este mismo año (1937) aun podían encontrarse unos 28 productos farmacéuticos que contenían Cannabis.12 El uso medico del mismo así como su investigación post años 30, sufrieron un tremendo lapsus, un estancamiento. Durante el siglo XX se ha potenciado la investigación negativa tanto en el ámbito médico como en el ámbito político, se buscó el desarrollo de los efectos perjudiciales, olvidando sin embargo siglos de investigación médica, y de la misma forma el inmenso potencial terapéutico disponible, y el aún escondido. Y olvidando al fin y al cabo que los efectos perjudiciales, adversos y teratógenos están presentes en la totalidad de medicamentos disponibles.
  • 3. III - EFECTOS NEGATIVOS DEL ABUSO DE CANNABIS. He catalogado los efectos nocivos o perjudiciales del abuso en 3 grandes bloques: Dependencia, Daños respiratorios y finalmente Disfunción psicocognitiva-emocional • DEPENDENCIA El mecanismo de dependencia a las drogas está muy bien estudiado psiquiátricamente. Sabemos que existe un componente puramente biológico o farmacológico, que parte de un Sistema Cerebral de Recompensa que se encuentra en la vía mesolímbica. En este sistema, todas las drogas y refuerzos positivos (como comida) aumentan la liberación de Dopamina (DA) en el núcleo Accumbens, lo que provoca propiedades hedónicas al individuo cuando comienza a consumir. Posteriormente, con la prolongación del consumo y su abuso, el refuerzo positivo merma, y la droga actúa ahora como un refuerzo negativo es decir, evita la sensación de abstinencia provocada por la misma droga. Por otro lado tenemos un componente psicológico, que dependerá en última instancia de la psique individual de cada sujeto; donde los reforzamientos sociales actúan como refuerzo positivo, y evitar el distrés psicológico causado por la propia abstinencia, el refuerzo negativo. Si hablamos exclusivamente de Cannabis, las causas de dependencia cannabica permanecen aún poco iluminadas. Existen teorías que argumentan que la frecuencia en el consumo esta asociada a la dependencia, y que esta constituye un marcador pronostico mas fiable que la cantidad de uso 13 14 15. Al respecto, en el año 2003 el Examen Nacional de uso de Drogas y Salud (USA) revelo que solo un 13,5 % de los usuarios que no consumían diariamente cannabis eran dependientes, mientras que un 39,5 % de los usuarios que sí consumían diariamente, presentaban criterios de dependencia.16. Sin embargo, a pesar de que los usuarios diarios mostraban unas tasas más altas de dependencia, mas de la mitad de los sujetos no llego a cumplir los criterios. Ergo la frecuencia máxima, que seria el uso diario, tampoco es un buen indicador de dependencia. Tampoco vemos que exista o este documentado, un patrón de relación claro entre fumar “x” cannabis en “x” tiempo y el comienzo de una dependencia. Prevalecen las inconsistencias y no existe una investigación lo suficientemente rigurosa como para establecer un eje sobre el cual gire el problema de la dependencia. Con respecto a la misma, es necesario conocer determinados factores que ajenos al propio Cannabis favorecen la aparición de dependencia psicológica. • La edad del usuario de cannabis, se correlaciona con la dependencia, a menor edad, menor desarrollo biopsicosocial y por consiguiente mas susceptibilidad a la dependencia. 17 18 Especialmente en adolescentes ya que, una persona menor de 17 años tiene 3.44 veces la posibilidad de tener 3 síntomas depresivos que una de 26. 19 Dichos síntomas suelen estar asociados a la situación de abstinencia.
  • 4. El uso simultaneo de alcohol y cannabis, implica un recíproco aumento de ambas adicciones, potenciándose la probabilidad de dependencia. 20 21. También hay que tener en cuenta la comorbilidad con el tabaco, ya que el uso de tabaco junto con cannabis aumenta la manifestación de síntomas de dependencia cannabica (mayormente ansiedad) 22 por no mencionar los daños pulmonares comórbidos. • Finalmente podríamos señalar el factor sociocultural. Diversos estudios apuntan a que hay una conexión entre el uso de cannabis y el bajo nivel socioeducativo 23 24 . Ya que está demostrado que los consumidores diarios y dependientes poseen un perfil mas joven y de menor nivel educativo, que aquellos consumidores diarios no dependientes.22 Una vez explicada la dependencia y aquellos factores que la modifican solo queda comentar que las pautas para la adicción están claramente establecidas y confirmadas. El mejor tratamiento posible, es aquel que abarque el doble aspecto de la adicción, mencionado anteriormente. En el aspecto psicológico las terapias de comportamiento así como cognitivo-conductuales se enfocan básicamente en la motivación del individuo25, herramienta imprescindible e indispensable, para el abandono de la dependencia. Con respecto al aspecto biológico existen fármacos como Naltrexona 26 27 , Nefazadona, Marinol y Buspirona que subsanan aquellos síntomas orgánicos provocados por el deshabituamiento al cannabis. • DAÑOS RESPIRATORIOS Los consumidores de cannabis presentan un rango amplio de síntomas respiratorios propios de fumar, sumado a la comorbilidad presente en el tabaco. Síntomas obstructivos de la vía respiratoria pueden ser observados en estas personas, desde bronquitis crónica y enfisema pulmonar (EPOC), tos, producción de flema y broncoconstricción, así como sibilancias y disnea28. La patología respiratoria es un asunto ampliamente desarrollado y estudiado en relación al tabaco, por lo que no me extenderé más al respecto. Es indispensable para el origen de la patología pulmonar que el cannabis sea fumado. No existe patología en casos de administración oral (a través de pastillas), o vía parietal a través de inyecciones. A pesar de esto, existen investigadores que afirman que no existen pruebas de que el cannabis en si contribuya al decaimiento de la función pulmonar, o al comienzo de EPOC. Sino que la presencia de ambas se atribuye exclusivamente a la comorbilidad del tabaco.29 • DISFUNCIÓN PSICOCOGNITIVO-EMOCIONAL. He acuñado este término en base a los 3 aspectos que integran las disfunciones cannabicas neurológicas o mentales. En primer lugar tenemos un aspecto psicológico, en cuanto, a la calidad del pensamiento(donde encontramos trastornos psicóticos como la esquizofrenia) El aspecto cognitivo esta determinado por un deterioro en la memoria, el lenguaje y la atención.
  • 5. Finalmente podemos encontrar un componente emocional en el cual encontraríamos la depresión y el “síndrome amotivacional”, cuyo principal eje es un deterioro en la toma de decisiones. Refiriéndonos al aspecto psicológico los adultos jóvenes que consumen Cannabis tienen un incremento en las posibilidades de sufrir episodios psicóticos (conocidos como Psicosis cannabica). Aunque la conclusión es que el uso de Cannabis solo incrementa moderadamente el riesgo de padecer síntomas psicóticos en personas jóvenes y ejerce un efecto mucho mayor en aquellos individuos con predisposición a padecer patología psicótica.30 Con respecto a la esquizofrenia, es decir una psicosis más grave, existen discrepancias al respecto. La opinión mayoritaria es el cannabis consumido regularmente exacerba los síntomas tanto positivos como negativos del desorden esquizofrénico, siempre que éste, se encuentre previamente desarrollado. Es decir el cannabis es un factor de riesgo que junto con otros (genéticos, sociales/familiares) contribuiría al desarrollo de la patología. Esto significa dos cosas: que por si mismo el Cannabis no es desencadenante directo de esquizofrenia, y que, sólo ejercería un papel fundamental de exacerbamiento sintomático, en caso de esquizofrenia preexistente 31 32 33 . Se demuestra así que el uso continuado de cannabis en personas con esquizofrenia, predice un pequeño aumento en la sintomatología psicótica.34 A pesar de esto no esta establecido claramente cual es el papel relativo del cannabis dentro de estos factores, es decir 34 que porcentaje podría ser atribuido al uso del cannabis, en la patología. En un segundo apartado, los efectos negativos en la Cognición, podrían ser divididos en dos: agudos y residuales.35 Tomando en consideración, los efectos agudos, existen estudios en los cuales se administró Cannabis en altas dosis a individuos, dichos estudios apoyan la idea de la existencia de un “síndrome de intoxicación aguda” que cursa con cambios de humor, así como perceptivos y desordenes en los campos de la memoria y la atención, así como habilidades motoras, tiempo de reacción y actividades expertas o profesionales.36 Existe evidencia clara de que estos efectos duran entre 12 y 24 hs, posteriores a un episodio de fumar y que el tiempo que se tarda en eliminar los compuestos químicos, de los cuales el principal ,delta-9-tetrahidrocannabinol, tiene una vida media de alrededor de 7 días, ya que se acumula en el tejido graso 37 En relación a los efectos crónicos cognitivos existen estudios de años anteriores, cuyos métodos no estaban debidamente justificados, y estaban sujetos a limitaciones. 38 39. El estudio mas reciente 40 se realizó en el año 2002 y teniendo en cuenta a usuarios con 24 años de historia de consumo. El único descenso cognitivo significativo, es el de la memoria verbal, empeorada con respecto a los usuarios de corto plazo (10 años) y controles, una explicación razonable 41 para este asunto seria el rol que juega el propio sistema endocannabinoide, basándonos en la densidad y función de los receptores cannabinoides en el Hipocampo 42 43, y la importancia de éste en la memoria 44. Se registran también otros descensos no severos; en relación al aprendizaje, la retención (o fijación), así como la recuperación disminuida de los efectos; tras un periodo de abstinencia de 17 horas. Existieron también indicios de un descenso en la atención, aunque las tareas ejecutivas estaban generalmente conservadas.
  • 6. Es interesante también, el señalar que no se observaron déficits en aquellos usuarios con un tiempo de 10 años de consumo, tanto esporádicamente como en aquellos que usaban Cannabis diariamente. Finalmente incluiremos los aspectos negativos emocionales. Como siempre existe contradicción, al respecto, se comenta una correlación positiva pero modesta entre el abuso de Cannabis y la falta de motivación y depresión, en estudios antiguos45 46. Sin embargo existen numerosos estudios mas recientes que, no apoyan esta conexión. 47 48 . En un reciente metanálisis publicado en 2003 por el gobierno australiano 49, se busca el vinculo real entre Cannabis y depresión, así como causas ajenas que pudieran relacionarlos: se estableció que el abuso del cannabis esta relacionado con la depresión, como así evidencian estudios longitudinales, el uso pesado de la sustancia puede aumentar síntomas depresivos entre algunos usuarios. Sin embargo sigue siendo demasiado pronto, para eliminar la hipótesis de que dicha asociación es debida al factor común sociocultural y familiar, así como elementos contextuales comunes que aumentan el riesgo tanto del abuso del cannabis como de depresión, de manera independiente. Establece también que es necesario investigar en forma de estudios longitudinales de gemelos, discordantes en abuso del cannabis y depresión, para poder así eliminar causas comunes. Como acabamos de observar, todo respecto a la patología de abuso de Cannabis se encuentra lleno de contradicciones, por lo que se pueden sacar pocas conclusiones claras. III. SIGLO XXI – REINVENCION DEL CANNABIS TERAPEUTICO – CANNABINOIDES Y SISTEMA ENDOCANNABINOIDE. El anecdótico y olvidado potencial del cannabis , esta reviviendo y siendo apoyado científicamente en estos últimos 15 años, a partir del descubrimiento del sistema endocannabinoide, un sistema que forma parte de la fisiología, no solo humano sino de todas las escalas de organización animales. Este sistema esta integrado por 3 componentes básicos, los receptores cannabinoides (CB1 y CB2), los ligandos para dichos receptores que pueden ser endógenos (Anandamida y el 2-arachidonoyl-glycerol (2-AG), ambos derivados del acido araquidónico 50 51) o exógenos (THC y delta-9-tetrahidrocannabinol, ambos presentes en el cannabis); y finalmente las enzimas del metabolismo endocannabico. Ambos tipos de ligando pueden interactuar con los receptores. El sistema endocannabinoide posee básicamente dos funciones, por un lado; dentro de la célula; controla procesos metabólicos básicos como el metabolismo de la glucosa 52 , sin embargo su función mas importante es la de regular la comunicación intercelular, especialmente en sistemas inmune 53 y nervioso 54, es decir que actúa como un modulador y coordinador de tejidos, órganos y sistemas propios del cuerpo humano entre los que se incluyen el sistema cardiovascular 55, digestivo 56, endocrino 57 , excretor 58 59, músculo-esquelético 60, reproductivo 61, respiratorio 62, y los antes mencionados nervioso e inmune. Como vemos la implicación sistémica del sistema endocannabinoide es realmente significativa, y las posibilidades realmente motivantes.
  • 7. El mayor potencial funcional ofrecido por el Cannabis yace en la modulación farmacológica de dicho sistema endocannabico, esta posible modulación selectiva posibilitaría el tratamiento de una numerosa cantidad de patologías, que van desde los síntomas comórbidos del cáncer (y el cáncer en si mismo, idea expuesta a continuación) hasta la disminución de las hiperalgesias y todo tipo de algesias, incluido dolores como el neuropático, de muy difícil tratamiento, pasando por el glaucoma ocular (causa muy frecuente de ceguera), problemas cardiovasculares o inflamaciones crónicas. Sin embargo el debate esta servido. En primer lugar, el mayor inconveniente en el empleo del Cannabis terapéutico es su vía de administración, así como su dosificación. Fumar, es la vía con la mayor inmediatez de efecto, así como, en la cual existe mayor biodisponibilidad, lo que indica una excelente eficacia. Sin embargo los efectos colaterales de las patologías relativas al fumar (cáncer de pulmón), así como los efectos psicocognitivo-emocionales colaterales, y la posibilidad de dependencia, provocan que esta vía no sea aceptada por la mayoría, basándose en estos efectos secundarios. Nuevas investigaciones basadas en el concepto de “uso” y no de “abuso”, apuntan a un que un consumo terapéutico “controlado” y supervisado por un profesional de la salud, durante intervalos variables, es posible bajo ciertas condiciones. No obstante este debate, es cierto que se han desarrollado vías de administración alternativas, las cuales, en su mayoría están exentas de los efectos perjudiciales. Existen dos posibilidades en los métodos de reducción del daño causado. En primer lugar el desarrollo químico industrial de Cannabis alterado con niveles mas altos de THC, posibilita que disminuya la cantidad que se necesita fumar. Adicionalmente se han desarrollado métodos de vaporización para los compuestos activos del Cannabis, los cuales remueven la mayoría de los componentes del mismo, pero que sin embargo son exitosos en repartir aquellos componentes deseados 63 sin embargo tampoco esta muy claro hasta que punto los efectos psicoactivos persisten, no así los respiratorios que desaparecen. Existen también vías nuevas y en actual desarrollo farmacéutico, que aseguran un sistema totalmente sano, a la vez que efectivo de administración, como es el caso de Sativex, un spray oral cuyo uso no presenta el riesgo implicado en fumar. 64 No obstante estos métodos de reducción, el verdadero potencial terapéutico se encuentra en el desarrollo de agonistas cannabinoides, una especie de “aislamiento selectivo” de los principios activos presentes en el cannabis (tal y como sucede con una gran variedad de plantas). Dichos agonistas aseguran no solo la acción terapéutica efectiva en las patologías, sino también la exención casi total de cualquier efecto perjudicial, tanto respiratorio, como psicoactivo, como de adicción. En otras palabras podemos actualmente evitar la presencia y aparición de efectos indeseables. El único problema al respecto de ellos, es que esta ruta no es la mas eficaz, ya que los cannabinoides son fácilmente solubles en grasas, y están sujetos a un considerable metabolismo en el hígado, que los lleva a una degradación “rápida”. Desde este punto de vista y teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible que se abren ciertamente muchos nuevos interrogantes a partir de esta senda terapéutica,
  • 8. que suscitarán gran interés tanto en la comunidad científica, como en los beneficiarios la población general. Desde luego es indiscutible el actual uso positivo de sendos productos sintéticos que parten del cannabis, en el contexto patológico de enfermedad. • DOLOR El sistema endocannabinoide funciona como un sistema paralelo al sistema opioide, sin embargo sus mecanismos son distintos en modular la nocicepción, es decir las respuestas al dolor, sin embargo la respuesta inhibitoria de dolor obtenida es sinérgica, es decir se suma. Se ha desarrollado esta idea, descubriendo recientemente que el endocannabinoide AEA es un ligando natural de los receptores vaniloides.65 Dichos receptores son canales de cationes ligando-dependientes y principales dianas para el tratamiento del dolor 66. También que estos cannabinoides ejercen un papel fundamental en la anti-nocicepcion a nivel de medula espinal y cerebro 67, no obstante también pueden actuar periféricamente por ejemplo, en inhibiendo la degranulación de los mastocitos 68. Así esta claramente establecido que los cannabinoides son sustancias analgésicas “per se”, y que pueden actuar sobre todos los tipos de dolores: neuropaticos o nerviosos, inflamatorios o meramente somáticos, así como dolores de tipo oncológicos. Recientemente la aplicación tópica del cannabinoide sintético WIN 55,212-2 realzo significativamente, la actividad antinociceptiva de la morfina, abriendo la puerta a una nueva asociación sinérgica opiode-cannabinoide 69, los juicios al respecto establecen que la co-administración de cannabinoides reduce dramáticamente el uso de opiáceos, y puede proveer de alivio para los síntomas neuropaticos, en los cuales otros tratamientos no han sido exitosos 70. Por ejemplo en modelos animales la potencia del delta-9-THC no es menor que la de la morfina, y existen incluso cannabinoides que se han demostrado incluso mas potentes que delta-9-THC 71. Actualmente utilizado en diversos países, desde Inglaterra a España, el gran desarrollo en la investigación de la actividad cannabinoide en relación a la capacidad de inhibir el dolor, es francamente alentador. • APETITO. Los mecanismos cannabinoides que estimulan el apetito, aún no son bien conocidos sin embargo, esta probablemente relacionado con el hecho de que el receptor CB1, y los ligandos Anandamida y 2-AG, están presentes en el Hipotálamo, que se sabe, esta relacionado con la alimentación y su control 72. Así Anandamida es capaz de incrementar la ingesta de comida en ratas, y su antagonista SR-141716ª es capaz de disminuirla, por esto actualmente se esta evaluando su uso, tanto en trastornos anoréxicos, como en tratamientos anti-obesidad Estudios han apuntado a que el Drobaminol (un compuesto sintético basado en delta- 9-THC) es efectivo estimulando el apetito tanto en pacientes de cáncer 73 como en infectados por VIH 74 Es interesante también el hecho de que los endocannabinoides se encuentran presentes en la leche materna, siendo los niveles de 2-AG mucho mayores que los de Anandamida75. • CANCER.
  • 9. Posiblemente el mayor potencial en la reducción de daños, viene del uso de cannabinoides en pacientes con patologías oncológicas, ya que combina numerosas propiedades farmacológicas que son de utilidad tanto en síntomas comorbidos como en propios de la patología (perfil menos conocido) En relación a los síntomas comórbidos como nauseas y vómitos inducidos por quimioterapia, esta confirmado las propiedades antieméticas, disminuidoras de nauseas, así como estimuladoras del apetito de los cannabinoides (Nabilona demuestra ser uno de los mas eficaces ante otras terapias) 76 77 78. Se describen como beneficios secundarios, las propiedades de sedación y euforia. Y como desfavorables, la hipotensión arterial, disforia o alucinaciones. Sin embargo existe una faceta que se centra mas en como combatir el proceso neoplásico en si. El Cannabis puede provocar la muerte de las células cancerigenas 79, faceta poco conocida por la opinión publica. Así se demuestra el potencial quimioterapeutico de los cannabinoides en la lucha contra el cáncer 80 Por ejemplo los cannabinoides matan células cancerigenas linfoblásticas, en patologías como leucemia o linfomas 81, cáncer de piel 82, gliomas (THC usado en España como tratamiento) 83, canceres de mama y próstata 84, feocromocitomas 85, cáncer de tiroides 86 y colorrectal 87. A pesar de los favorables avances en este campo, son necesarios nuevos desarrollos en la terapia ya que no todos los canceres son iguales, y si bien el cannabis manipulado selectivamente puede matar a un tipo celular, puede ejercer el efecto justamente contrario en otro tipo. Por ejemplo el cannabinoide sintético Metanandamida puede promover el crecimiento de células cancerigenas pulmonadas mediando por una vía independiente en la up-regulation de la COX2 88 • NEUROPROTECCIÓN Existe evidencia que apoya el rol neuroprotector de los cannabinoides. El sistema endocannabinoide facilita la actividad neuroprotectora, la cual puede ser regulada ante un episodio de enfermedad 89 90 91. Por ejemplo se ha demostrado que aquellos ratones pretratados con THC o Cannabidiol (cannabinoide sintético) disminuyen la toxicidad glutamatérgica, al ejercer entre otras cosas funciones antioxidantes. 92 93 Estas terapias son bastante alentadoras ya que consituyen posibles beneficios y avances en enfermedades basadas en daño o inflamación neurológica tal y como la Esclerosis múltiple y sus síntomas como la espasticidad. Enfermedades con un difícil tratamiento terapéutico. Sin embargo también es necesario un progreso en este campo ya que hasta el momento solo existen experimentos basados en ratones, que si bien son alentadores, no generan la suficiente rigurosidad, como lo haría en humanos. • GASTROINTESTINAL Parece que el numero de patologías susceptibles a la terapia con cannabinoides son cada vez mayores como demuestran bastantes informes al respecto 94 95 96 97. Así entre sus numerosos usos podemos encontrar indicaciones para nauseas y vómitos, ulceras gástricas, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa y
  • 10. enfermedad de Crohn, diarrea secretora, íleo paralítico y enfermedad por reflujo gastroesofágico. • CARDIOVASCULAR Esta muy demostrado, que los cannabinoides producen efectos cardiovasculares en vivo. En los humanos el fumar Cannabis, o una administración i.v. de delta 9-THC provoca vasodilatacion periférica y taquicardia 95, incrementando el riego sanguíneo periférico y ejerciendo cambios variables en la presión sanguínea. Sin embargo es de menor conocimiento que los endocannabinoides ejercen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, especialmente en aquellas situaciones de shock o isquemia de miocardio 98. Se ha demostrado que el antagonismo del receptor CB1 incrementa la presión sanguínea, y disminuye el tiempo de supervivencia de ratas en estado de shock hemorrágico, mientras que el agonismo hace justamente lo contrario, incrementa las posibilidades de supervivencia 99. También evidencia reciente 98 indica que los cannabinoides reducen el tamaño del infarto asociado a la isquemia, bloqueándose por antagonistas CB SR14176A o SR144528. En los próximos años seguramente se descubrirán los fundamentos moleculares de este efecto cardioprotector o las posibles manipulaciones a partir de sus efectos fisiológicos, así como su posible uso terapéutico. • GLAUCOMA Estudios farmacológicos e histológicos 100 101 102, verifican el rol directo de los receptores CB1 en relación a la reducción de la presión intraocular, por su distribución anatómica parece ser correcto afirmar que interviene en la salida del flujo de humor acuoso, y en su producción. Los cannabinoides poseen el potencial para convertirse en un tratamiento útil para el glaucoma, la evidencia convergente apoya su uso no solo por su disminución en la presión intraocular, sino también en relación a su rol neuroprotector, es una verdadera promesa en esta patología ocular. • OTROS Aunque todavía no están muy bien investigados y que por tanto no merecen una mención explícita, existen aún más posibles usos de los cannabinoides en relación a dos procesos psiquiátricos, los desordenes de ansiedad/estrés (neuróticos) y problemas de adicción a las drogas, en base a terapias basadas en la manipulación del sistema mesolímbico de recompensa. Como hemos podido observar las posibilidades terapéuticas del cannabis, basándonos en el uso de cannabinoides y su base teórica en el sistema endocannabinoide, son objetivamente desbordantes. Parece ser que una nueva puerta terapéutica se abre en este siglo XXI.
  • 11. IV – CONCLUSIÓN Creo que es primordial en primer lugar establecer y concienciar sobre la clara diferencia entre “Cannabis lúdico” y “Cannabis terapéutico”. E incluso matizar dentro del primero las categorías de “uso o consumo” y “abuso”, situaciones distintas y que no deberían ser ubicadas dentro de un mismo plano. No pretendo con este ensayo, hacer apología del empleo del cannabis, como mero fin recreativo o lúdico. Sin embargo tampoco pretendo tender un ficticio velo al respecto. Según el World Drug Report (hecho por la ONU) del año 2008 el Cannabis es la droga mas comúnmente consumida del mundo, un 3,9% de la humanidad lo consume. Son alrededor de 234 millones de personas y posibles pacientes, que necesitan información sobre su situación, sobre las verdades y los mitos del Cannabis Seria psiquiátricamente insostenible negar una realidad evidente y que las cifras ratifican por si mismas, el cannabis existe y persiste en la sociedad siendo usado con este fin. Curiosamente en este mismo informe se desprende que la prevalencia de abuso del Cannabis, no es mas alta en países con políticas tolerantes y flexibles de legalización del Cannabis (Holanda nº15; Prevalencia:5,4%) sino en aquellos con duras políticas penalizadoras del consumo de cannabis (Italia nº1; Prevalencia: 11,2% y España nº2; Prevalencia: 11,2%). Ante esta realidad innegable, deberíamos preguntarnos entonces si el accionar censurador al cual se somete el Cannabis, es realmente el mejor abordaje posible al respecto. Ya que actualmente, muchas veces la sociedad parece “olvidar” que existe un mundo de gente muriendo por patologías consecuentes al uso del tabaco y el alcohol, drogas que por otra parte gozan de un prestigio y status social claramente superiores al que goza el usuario de Cannabis, basándose dichos status positivos en terceros intereses económicos y cuestiones meramente políticas y comerciales de mercado. Pero la gente muere igual, a base de patologías provocadas exclusivamente por estas drogas. Por tanto, el fin no es la panacea de decir “el Cannabis es bueno con fin lúdico”, sino, remarcar que la situación del Cannabis y de su usuario en relación a otras drogas “sociales” esta claramente desajustada, existiendo una situación discriminativa hacia los usuarios de cannabis que sufren de una injusta situación social despectiva, así como falta de integración, situación que no vemos entre los consumidores de tabaco o alcohol. Tomándome la licencia de psicoanalizar a la sociedad, este comportamiento quizás responda a un mecanismo de defensa de una sociedad basada en la doble moral, que públicamente recrimina dicho consumo, pero que contradictoriamente es prevalentemente adicta a un conjunto de amplias sustancias. Pienso que es fácil utilizar el colectivo de usuarios que consumen cannabis, como “chivo expiatorio”, aislarlo de la sociedad “normal” y asociarlo al termino “drogadicción”, auto engañándose en la creencia de que ese cigarrillo, ese vaso con alcohol, esas pastillas antidepresivas recetadas, ese ansiolítico o ese narcoléptico que tanto ayuda a dormir,
  • 12. no son a su vez drogas cuyo abuso, tal y como el abuso de Cannabis, provocan en primer lugar adicción, y en segundo lugar una serie de efectos perjudiciales sobre la salud de quien las consuma. En relación al empleo terapéutico de cannabis, es necesario expresar, su falta de similaridad con respecto al empleo lúdico. No son lo mismo Al respecto confío haber demostrado a través de este ensayo, que un nuevo enfoque terapéutico, no solamente es plausible, sino que es un motivo de investigación cada vez mas ampliamente instalado en la comunidad científica, y que avanza. Finalmente y en relación a esta idea, considero que es nuestra obligación como médicos y profesionales de la salud, procurar siempre ser el mejor guía posible durante ese viaje llamado “enfermedad”, de esa persona llamada “paciente”. Ser el mejor guía posible, implica mostrarle la totalidad de opciones terapéuticas, no mintiéndole, ni ocultándole nada. Ser absolutamente rigurosos. Deberíamos abandonar muchas veces falsos delirios de grandeza, y asumir que nuestra propia moral no es superior a la de nadie, no podemos imponerla sobre la del paciente o los demás. Es única y por tanto, tan respetable como la de cualquier otro individuo. El debate permanece abierto, estimados lectores.
  • 13. RESUMEN En primer lugar es imprescindible concienciar a la sociedad sobre las diferencias entre “Cannabis Terapéutico” y “Cannabis lúdico/recreacional”. Es primordial también dar a conocer la existencia del sistema endocannabinoide presente en las personas por naturaleza, cuya función principal es regular la comunicación intercelular, es decir, actuar como un modulador y coordinador de tejidos, órganos y sistemas propios del cuerpo humano como el nervioso, cardiovascular, digestivo, endocrino, reproductor,etc. El verdadero potencial terapéutico del Cannabis, se encuentra en el desarrollo de los cannabinoides, esto es una especie de “aislamiento selectivo” de los principios activos presentes en el Cannabis (tal y como sucede con una gran variedad de plantas). Dichos cannabinoides aseguran no solo la acción terapéutica efectiva en una gran variedad de patologías, sino también la exención casi total de cualquier efecto perjudicial, tanto respiratorio, como psicoactivo, como de adicción. En otras palabras podemos actualmente evitar la presencia y aparición de efectos indeseables ya sea psicoactivos, respiratorios o de dependencia, como sí sucede con el Cannabis fumado. Desde este punto de vista y teniendo en cuenta lo anterior, es indiscutible que se abren ciertamente muchos nuevos interrogantes a partir de esta senda terapéutica, que suscitarán gran interés tanto en la comunidad científica, como en los beneficiarios la población general. Desde luego es indiscutible el actual uso positivo de sendos productos sintéticos que parten del Cannabis, en el contexto patológico de enfermedades relacionadas con todo tipo de dolor, el cáncer o diversas patologías gastrointestinales, de alimentación, cardiovasculares, glaucomas….. Pido perdón por no conseguir cumplir con los requisitos de tamaño del ensayo, ya que ante la diversidad de la información disponible, no me ha sido posible, resumirlo mas. Muchísimas gracias por su compresión. Nicolás Baños Godoy. 4º de Medicina. Universidad de Granada
  • 14. dependence: findings from the Victorian BIBLIOGRAFIA Adolescent Health Cohort Study. British Journal of Psychiatry. 2003;182:330–336. doi: 10.1192/bjp.182.4.330 1. Walton, Robert P.: Marihuana: America's New Drug Problem,J. B. Lippincott, Philadelphia, 1938, pp. 1-18, 86-157.). 15. Chen, K; Kandel, DB; Davies, M. Relationships between frequency and quantity of 2.Eddy, N. B., Halbach, H., Isbell, H., and marijuana use and last year proxy dependence Seevers, M. H.:Drug dependence: its significance among adolescents and adults in the United and characteristics. Psychopharmacology Bull., States. Drug and Alcohol Dependence. 3:1-12, July 1966. 1997;40:9–15 3.Goodman, L. S., and Gilman, A.: The Pharmacological Basis of Therapeutics, 2nd 16. Office of Applied Studies: Results from the Edition, Macmillan, New York, 1955. 2003 National Survey on Drug Use and Health: National findings (DHHS 4. Goodman, L. S., and Gilman, A.: The Publication No. SMA 04-3964, Pharmacological Basis of Therapeutics, 3d Edition, NSDUH Series H-25) Rockville, MD: Substance Macmillan, New York, 1965. Abuse and Mental Health Services Administration; 2004. 5. Mayor's Committee on Marihuana, The Marihuana Problem in the City of New York, 17. Dennis M, Babor TF, Roebuck MC, Donaldon Jaques Cattell, L ancaster, Pa., 1944. J: Changing the focus: the case for recognizing and treating 6.Stockings, G. Tayleur: A new euphoriant for cannabis use disorders. depressive mental states, Brit. Med J., 1:918-22, Addiction 2002, 97:4-15. 28 June 1947. 18. Fergusson DM, Horwood LJ, Lynskey MT, 7. Walton, Robert P.: Marihuana: America's New Madden PA: Early Reactions Drug Problem, to Cannabis Predict Later Dependence. Archives J. B. Lippincott, Philadelphia, 1938, pp. 1-18, of General Psychiatry 2003, 60:1033-1039. 86-157.) 19. Dennis M, Babor TF, Roebuck MC, Donaldon 8. Davis, J. P., and Ramsey, H. H.: Antiepileptic J: Changing the action of marihuana- focus: the case for recognizing and treating active substances, Federat. Proc., 8:284-85, Mar. cannabis use disorders.Addiction 1949. 2002,97:4-15. 9. Loewe, S.: Studies on the pharmacology and 20.Smucker Barnwell S, Earleywine M, Gordis EB: acute toxicity of Alcohol Consumption compounds with marihuana activity, J. Moderates the Link between Cannabis Use and Pharmacol. and Experim. Cannabis Therap., 88:154-61, Oct. 1946. Dependence in an Internet Survey. Psychology of Addictive 10. Marshall, C. R.: A contribution to the Behaviors 2005, 19:212-216. pharmacology of cannabis indica, JAMA, 31:882-91, 15 Oct. 1898. 21. Degenhardt L, Hall W, Lynskey M: The relationship between cannabis 11. Report of the Committee on Legislative use and other substance use in the general Activities, JAMA, 108:2214-15, 1937. population. Drug and Alcohol Dependence 2001, 64:319-327. 12. Sasman, Marty: Cannabis indica in pharmaceuticals, J. of the 22. Smoking tobacco along with marijuana N.J. Med Soc., 35:51-52, Jan. 1938. increases symptoms of cannabis dependence J. B. Lippincott, Philadelphia, 1938, pp. 1-18, 86- Geoffrey L. Ream,a* Ellen Benoit,b Bruce D. 157. Johnson,b and Eloise Dunlapb (http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender 13. Budney, AJ; Kandel, DB; Cherek, DR; Martin, .fcgi?artid=2440496&tool=pmcentrez#R28) BR; Stephens, RS; Roffman, R. College on problems of drug dependence meeting, Puerto 23.Gruber AJ, Pope HG, Hudson JI, Yurgelun- Rico (June 1996) Marijuana use and dependence. Todd D: Attributes of Drug and Alcohol Dependence. 1997;45:1–11. long term heavy cannabis users: a case-control doi: 10.1016/S0376-8716(97)01351-3. study. Psychological Medicine 2003, 33:1415-1422. 14. Coffey, C; Carlin, JB; Lynskey, M; Li, N; Patton, GC. Adolescent precursors of cannabis
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