3. EMPEZAMOS….
Lo primero que vamos a
hacer, es localizar la tapa
que cubre la zona del
ventilador. Para ello,
buscaremos la carcasa
que tiene unas rejillas
pequeñas en la parte
inferior del portátil.
Una vez localizada,
utilizando siempre un
destornillador con punta
imantada, quitamos los
tornillos y la abrimos.
4. Como vemos, encontramos
un ventilador protegido
por una pequeña carcasa
y unas rejillas en el canto
del portátil que sirve
para expulsar el aire
caliente que genera el
ordenador portátil. Ahora
quitaremos con cuidado
esta pequeña carcasa y
pondremos cada juego
de tornillos junto a su
carcasa correspondiente
para evitar posibles
confusiones a la hora de
volver a montar el
portátil.
5. Si nos fijamos bien, encontramos
acumulaciones de polvo que con
el paso del tiempo se convierten
en pelusas que impiden que el
portátil se refrigere
correctamente.
A causa de estas pelusas, el
portátil no saca el calor
generado por el funcionamiento
y este se calienta. Como medida
de seguridad para evitar que el
portátil salga ardiendo, los
fabricantes incorporan unos
termómetros que en caso de
llegar a los 100º C (en la mayoría
de los casos), la fuente de
alimentación corta la corriente
hasta que la temperatura del
portátil vuelva a situarse en los
niveles correctos (entre 50º y
60º).
6. Haciendo uso de la
brocha o el utensilio que
tengas a mano adecuado
para la tarea,
comenzamos a retirar
hacia fuera todas las
pelusas encontradas
alrededor del ventilador y
entre sus aspas.
7. Una vez retiradas las
capas de polvo
encontradas, la mejor
solución para limpiar
las rejillas de
refrigeración del
portátil por las que
sale el aire caliente del
portátil, es soplar con
fuerza, asegurándose
de que quedan
totalmente despejadas.
8. Si tienes pinceles
especiales o algún tipo
de mini escobilla que
entre, podéis usarla
para completar mejor
la limpieza del
ventilador.
9. Como decíamos al principio, la carcasa de plástico que cubre el ventilador y todo el
sistema de refrigeración del portátil en general, tiene unas rejillas que absorben el
aire del exterior, el cual está a menor temperatura que el generado por el portátil.
Es importante que estas rejillas también estén exentas de capas de polvo que
impidan un buen funcionamiento del circuito. Si hemos dejado todo libre de
partículas que impidan que el portátil se refrigere correctamente, volvemos a
colocar todos los tornillos y carcasas, asegurándonos de que no nos falta ninguno
de los tornillos anteriormente quitados, ya que si alguno cae entre las aspas del
ventilador, puede atrancar este y hacer que se queme.
Cuando volváis a encender el portátil, notaréis como la temperatura generada es
mucho menor, y no se os volverá a apagar el portátil por problemas de
temperatura.
Es importante que os acordéis de limpiar el ventilador del portátil cada cierto
tiempo, así no os expondréis a posibles problemas de que se averíe alguna pieza.
ELABORO:
Marañón Chagoya Iridian Viridiana 503