Los fósiles son restos o señales de organismos pretéritos que se conservan en rocas sedimentarias. La paleontología estudia los fósiles, la paleobiología los organismos del pasado, y la tafonomía los procesos de fosilización. Para que un resto sea considerado fósil debe haber sufrido un proceso de fosilización en el que se transforma su composición y estructura a lo largo del tiempo.