1. Retengamos Nuestra Identidad a Pesar de los Tiempos<br />Parte 1<br />Textos: Ap. 3:8, 11<br />Definir Identidad: Conjunto de valores, características o cualidades de un pueblo, país o persona, que los hacen diferentes.<br />Introducción: Cada país, pueblo o persona, es dueño de unas costumbres, tradiciones, símbolos, lengua, expresiones, que forman o expresan su cultura. Son manifestaciones propias, autóctonas, las cuales establecen su manera de diferenciarse de los demás y constituyen su identidad. Así también es la iglesia del Señor; posee un conjunto de atributos que marcan la diferencia y la distinguen del mundo.<br />Atributos o Características de la Iglesia Pentecostal Genuina:<br />Cree y practica la santidad (interna y externa) (1 Tes. 5:23; 1 P. 1:15-16)<br />Se somete a la Palabra de Dios: Su única regla de fe y conducta (2 Tim. 3: 4-17)<br />Cree en la adoración genuina que exalta a Dios y edifica su pueblo. (Ef. 5:19; Col. 3:16)<br />En su altar solo ministran santos y santos de intachable testimonio. (Ef. 5: 6-7; 11-12)<br />Cree en la música santa (himnos y coros) como genuina expresión de adoración y alabanzas<br />al Señor (no merengue, salsa, bachata, reguetón); géneros musicales que alegran la carne, pero no edifican espiritualmente en nada. (1 Cr. 15:16, 19, 22; Ef. 5:19)<br />El vestuario de sus hombres y mujeres es decoroso, como corresponde al cuero de Cristo: La iglesia (1 Tim. 2:9; 1 P. 3:3-5; Deut. 22:5)<br />No se liga ni se congracia con el mundo, ni con los adúlteros de la Palabra (1 Jun. 2:15-17; 2:6; 1 Tim. 6:3-5)<br />Llama las cosas por su nombre. No amamanta al pecador (diezme mucho o diezme poco) e independientemente del rango o posición que ocupe. (1 Reyes 22:8, 13-14)<br />Es celosa de la obra de Dios. (Juan 2:14-17; Salmo 69: 7-9)<br />Cree en la transformación espiritual del individuo como única forma de ser hecho miembro de la iglesia (2 Co. 5:17; Ef. 4:22-24)<br />No comercializa el evangelio de Cristo, ni usa sus talentos para hacer mercadería (2 P. 2:3)<br />Sus templos no son clubes sociales para entretener a la gente, sino lugares de adoración a Dios y refugios para el pecador arrepentido (2 Cr. 7:12, 15; Mat. 21:13)<br />Cree en la disciplina y su aplicación como forma de restaurar al caído, sentar precedente y mantener intachable su imagen frente al mundo (Hebr. 12: 5-8, 11)<br />No recurre a artimañas y a estrategias mundanas para ganar almas; cree que el E. S. es el único que convence y redarguye al pecador, y las estrategias bíblicas, las mejores (Tito 3: 4-5; Hech. 3:19)<br />Acepta a todo el mundo como viene del mundo, pero le ensena la palabra para que deje de ser del mundo. (Mat. 11:28-29)<br />Sus ministros dependen de Dios; no venden ni cambian la palabra para tener mucha gente y enriquecerse a costa de ella (1 Tim. 6:10-11; Prov. 23:23)<br />Es una iglesia viva y de poder: Danza (pero en el Espíritu); habla nuevas lenguas y predica con denuedo, libertad y unción de lo alto, y no se avergüenza del evangelio (Efe. 6:14-18; Rom. 1:16)<br />Parte 2<br />Y el mismo Dios de paz, os santifique por completo: y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuero, sea guardado irreprensible, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir. Porque escrito está: Sed santos porque yo soy Santo. (1 Tes. 5:23; 1 P. 1:15-16)<br />Peo persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ensenar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Tim. 3:14-17)<br />Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones. La Palabra de Cristo, more en abundancia en vosotros, ensenándonos y exhortándonos unos a otros en toda sabiduría, y cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. )Ef. 3:19; Col. 3:16)<br />Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. (Ef. 5: 6-7, 11-12)<br />Así mismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría. Así Hemán, Asaf y Etán, que eran cantores, sonaban címbalos de bronce. Y Quenaías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir en canto, porque era entendido en ello. Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. (1 Cr. 15:16,19,22; Ef. 5:19)<br />Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adorno de oro o de vestidos lujosos, porque así se ataviaban en otros tiempos aquellas santas mujeres que esperaban en Dios. No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. (1 Tim. 2:9; 1 P. 3:3-5; Deut. 22:5)<br />No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo, y el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. El que dice que permanece en él, debe andar como el anduvo.<br /> Si alguno ensena otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. (1 Jn. 2:15-17; 2:6; 1 Tim. 6:3-5)<br />El rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así. Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito. Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré (1 Reyes 22:8,13-14)<br />Y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto. Y no hagáis de la casa de mi Padre, casa de mercado. Entonces se acordaron los discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.<br />Porque por amor de ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro. Extraño he sido para mis hermanos y desconocido para los hijos de mi madre. Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí. (Jn. 2:14-17; Salmo 69:7-9)<br />De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos de nuevo hombre, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad. (2 Co. 5:17; Ef. 4:22-24)<br />Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarde, y su perdición no se duerme. (2 P. 2:3)<br />Y apareció Jehová a Salomón de noche y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio; ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar. Y Jesús les dijo: Mi casa, casa de oración será llamada. (1 Cr. 7:12, 15; Mat. 21:13)<br />Y habréis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige diciendo: Hijo mío no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que han sido ejercitados. (Hebr. 12: 5-8,11)<br />Pero cuando se manifestó la bondad de dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.<br />Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. (Tito 3: 4-5; Hech. 3:19)<br />Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. (Mat. 11:28-29)<br />Porque raíz de todos los males, es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre.<br />Compra la verdad y no la vendas. (1 Tim. 6:10-11; Prov. 23:23)<br />Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la vedad, y vestidos conla coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno, y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu.<br />Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. (Ef. 6: 14-18; Rom. 1:16).<br />