Movimientos Literarios en la Edad Media: Mester de Juglaría y Mester de Clerecía.

1. EDAD MEDIA
La edad media tomó lugar desde el siglo V hasta el siglo XV. Ocurrió en Europa, en la época en
la que gran parte de la región del Imperio Romano se encontraba en guerra.
Sus características principales fueron:
➢ Tenían una mirada teocéntrica del mundo, es decir, que para ellos Dios era el centro del mundo.
➢ Estaba en auge la cultura Monástica, que se desarrollaba en los conventos que nucleaba a los
cleros y donde interactuaban letrados. Estos conventos tenían un carácter religioso.
➢ Tenían una idea de transcendencia colectiva, en la que las relaciones sociales se manifestaban en
el vínculo señor feudal-vasallo.
➢ Modo de transmisión oral de la cultura.
Durante mucho tiempo se pensó que el medioevo fue una época oscurantista y prácticamente
desprovista de manifestaciones artísticas que no obedecieran al pensamiento religioso dominante. Esto
se debía a que la Iglesia, como institución, se convirtió en protectora del saber europeo, protegiendo
libros y obras de arte de las invasiones bárbaras, pero luego controlando el acceso del pueblo a la lectura
y a los libros. Sin embargo, estudios posteriores han demostrado que hay mucho más que literatura
cristiana.
Si bien la poesía épica de exaltación heroica y nacional ha sido una constante desde la Antigüedad
en todas las civilizaciones, la Edad Media fue la época dorada de la epopeya. La epopeya medieval
refleja el afán de los pueblos europeos por crearse una identidad nacional, simbolizada por los héroes
antiguos. Las biografías fabulosas y los conflictos de honor de los héroes son los temas de los cantares
de gesta, que también servían para reforzar la estructura social feudal, al ensalzar a la nobleza dominante.
Los cantares épicos, anónimos, son difundidos de forma oral por los juglares, por lo que no tenían una
forma fija, y cada juglar los alteraba a su manera. Estas recitaciones gustaban tanto a los nobles, que
veían reflejados en los héroes épicos sus propias virtudes, como al pueblo, pues suponían sus únicos
ratos de diversión. Además, era un medio de difusión popular de la historia ya que, aunque con muchos
elementos fantásticos, solían tener el punto de partida en algún hecho o personaje histórico, incluso sus
datos se incorporaban a las crónicas históricas en prosa.
Por lo tanto, dentro de la literatura medieval en verso podemos encontrar dos corrientes: El
“Mester de Juglaría” y el “Mester de Clerecía”.
➢ El “Mester de Juglaría” o trabajo de juglares (artistas de la época que recitaban, adaptaban,
bailaban, etc.) tiene rasgos característicos que lo componen. Las obras son anónimas, ya que
cualquier persona puede añadir, reinterpretar o cambiar episodios. Tratan asuntos heroicos,
basados en hechos históricos. Un buen ejemplo es el Poema de “Mío Cid”, que cuenta las hazañas
del Cid Campeador tratando de conseguir su honra perdida.
➢ El “Mester de Clerecía”, se denomina así a la forma de escribir de los clérigos, normalmente
teocéntricos. A diferencia de los juglares no trataban asuntos heroicos sino religiosos ascéticos,
didácticos, amorosos y legendarios. Sus escrituras tienen finalidad de enseñanza: dan a conocer
al pueblo asuntos que sirven de ejemplo, utilizando un lenguaje claro y asequible. Si bien sus
escritos se dirigen a todo público, a la vez van introduciendo nuevas palabras y cultismo. Algunas
obras destacables del “Mester de Clerecía” son el libro de Apolonio y el libro de Alexandre.
➢ Ambos mésteres no deben ser considerados como movimientos contrapuestos.
Del arte teatral medieval sólo se conservan varios versos de una obra titulada “El auto de los
Reyes Magos”.
Del género de la prosa podemos destacar dos obras nombradas “Alfonso y el sabio”, que es una
prosa histórica documentada y la obra “Don Juan Manuel: Conde Lucanor”.