El documento habla sobre la importancia de cuidar nuestros pensamientos y acciones porque se vuelven hábitos y moldean nuestro carácter y destino. Explica que la vida es como un jardín donde cosechamos lo que sembramos, por lo que debemos sembrar semillas buenas a través de nuestras palabras, sonrisas y miradas para ayudar a los demás. También menciona que a veces hay que sembrar entre lágrimas pero eso puede hacer que los frutos sean mejores, y no debemos desanimarnos ante las torment
7. Lo que siembres en ella, eso te devolverá.
Así que elige semillas buenas,
riégalas y con seguridad
tendrás las flores más hermosas.
Cada acto, palabra, sonrisa o mirada,
es una simiente.
8. Procura, entonces, que caiga tu simiente
en el surco abierto
del corazón de los hombres
y vigila su futuro.
9. Procura, además, que sea como el trigo que da pan
a los pueblos, y no produce espinas y cizaña
que dejan estériles las almas.
11. A menudo sembrarás llorando, pero,
¿quién sabe si tu simiente no necesita del riego
de tus lágrimas para que germine?
12. No tomes las tormentas como castigos.
Piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se
hagan más profundas para que tu rosal resista mejor lo
que habrá de venir.
13. Y, cuando tus hojas caigan,
no te lamentes;
serán tu propio abono,
reverdecerás y
tendrás flores nuevas.
14. Cada acto,
cada palabra,
cada sonrisa,
cada mirada
es una simiente.
Procura hacer
siempre:
"una siembra
de amor“.
Autor desconocido
15. Somos el producto de
lo que pensamos y
sentimos. Por lo tanto,
mucho de lo que nos
sucede
en nuestra vida
cotidiana,
está influenciado por
nuestra propia
fuerza interior.
16. El antídoto contra la mala suerte está en cada persona,
en su forma de ser y de vivir,
en la manera como canaliza las energías
que están dentro de sí mismo.
17. Y, sobre todo, en la forma como trasmitimos esas energías
a las personas que están cerca de nosotros.
18. si afirmamos permanentemente
y con absoluta fe, cosas positivas,
eso será lo que logremos, ya para
nuestra salud, trabajo, familia,
amigos, y todo cuanto con un
buen propósito queramos
que Dios nos conceda.
19. el poder de la fe que pongamos en todo cuanto pidamos
será determinante a la hora de recibir Sus gracias y
bendiciones