Este documento habla sobre la importancia de actuar con precaución y juicio en el lugar de trabajo. Resalta que a veces se presentan situaciones inesperadas para las que no hay reglas estrictas, por lo que depende del buen juicio del trabajador identificar riesgos. Relata un accidente trágico donde un operador de grúa no miró antes de accionar y aplastó a un barrendero. Finalmente, enfatiza la necesidad de adoptar el hábito de "mirar siempre antes de actuar" para prevenir accidentes y proteger a
1. CHARLA DE SEGURIDAD SEMANA 18:
MIRAR SIEMPRE ANTES DE ACTUAR
Hay partes del problema de prevención de accidentes que no se pueden cubrir con reglas
estrictas. Hay condiciones en la industria que permiten que se creen situaciones que son tan
infrecuentes que parecen, por lo menos durante un momento, totalmente nuevas e insólitas. Son, por
lo tanto, inesperadas y es difícil crear para ellas reglas fijas.
A esta altura, el buen juicio del trabajador debe entrar en juego. El trabajador que no puede
extender sus principios de prevención de accidentes para que cubran cada situación a la que se
enfrenta, es una amenaza para sí mismo y para EASJ de la que es parte.
El trabajador en quien se puede confiar para que encare cada situación precavidamente, es muy
valioso para la compañía.
Ejemplo: Ocurrió un trágico accidente en el patio de una fábrica de aceros. Un trabajador
antiguo cuya ocupación era barrer los suelos, murió a consecuencia de un atropello.
Un día se hallaba limpiando una plataforma a lo largo de una vía en la que había un conteiner
de bordes bajos. Un operador de grúa trajo desde un lugar de la fábrica un gran conteiner con chatarra,
lo giró sobre el conteiner de bordes bajos y lo descendió con mala fortuna sobre el cuerpo inclinado
del pobre barrendero. El hombre fue materialmente aplastado y murió instantáneamente.
El operador de la grúa no usó buen juicio. Él no podía ver claramente el lugar en el que estaba
colocando el conteiner. Supuso que allí no había nadie. Por usar poco juicio y precaución se creó a sí
mismo una tragedia que será incapaz de olvidar durante el resto de su vida.
Hay demasiada gente que actúa a lo loco. Y no es hasta que averiguan que su descuido les ha
costado a ellos.
Si todos pudiéramos recordar que nunca debemos arrojar un objeto pesado antes de
cerciorarnos de que no va a caer en los pies de alguien, que nunca vamos a tocar una pieza de metal
hasta estar seguros que no está caliente, de que nunca vamos a subir a una escalera o caballete, de
que nunca vamos acelerar una maquina sin antes de asegurarnos que no hay personas en las
cercanías, reduciríamos grandemente el número de accidentes en EASJ..
Todos hemos actuado alguna vez en nuestras vidas sin tener en cuenta las consecuencias de
la acción imprudente que vamos a realizar. Pero la mayoría de nosotros hemos llegado a crearnos un
hábito, quizás a raíz de una mala experiencia, de mirar siempre antes de actuar. No obstante hay entre
nosotros quienes actúan de esta manera pocas veces. Para ellos la actuación normal es la opuesta:
actúan, y después miran.
Hablando de juegos hay un caso que hace años salió en una revista. "Andrés", me acuerdo que
decía el artículo, "era un hombre a quien le gustaba jugar con su suerte. Iba por la vida sin pensar en
lo que iba a hacer el momento siguiente. A pesar de haber tenido algunas experienciasdesagradables,
había llegado a sus cuarenta años sin haber sufrido ningún percance trágico. Pero un día la suerte le
dejó de la mano. Como siempre lo había hecho, salió por la mañana de su garaje sin mirar
cuidadosamente hacia atrás. De repente oyó un terrible gemido. Saltó precipitadamente de su coche
y tuvo que presenciar la escena de su único hijo, de tres años, aplastado bajo las ruedas de su coche”.
Andrés tiene ahora sesenta años y mira siempre dos veces antes de actuar. Pero ¿necesitamos
tener una experiencia semejante para que aprendamos de una vez para siempre la lección? . . .
Para terminar quiero recordarles otra vez ese antiguo dicho que se ha mencionado. Quisiera
que lo grabaran profundamente en sus mentes y que lo trajeran a la memoria siempre que fueran a
emprender una acción. En cuidado de sus familiares, de sus compañeros de trabajo, de nuestra
empresa y de ustedes mismos, "Miren siempre antes de actuar".