Una dirección de memoria es un identificador único para una ubicación de memoria que permite al hardware almacenar y recuperar datos para su reutilización posterior. El sistema operativo asigna direcciones de memoria a cada programa en ejecución para asegurar que las direcciones utilizadas por un proceso no se solapen con las de otro y evitar que se escriba en áreas protegidas. Cada dirección de memoria moderna apunta a un solo byte de almacenamiento.