3. Son los noviazgos que duran TODA la vida, son esas personas que tienen
muchos años de ser novios y nada que se casan. La mayoría de los casos se
dá porque le tienen miedo al compromiso y prefieren permanecer cómodos
en su relación, evitando la confrontación de ese nuevo paso a seguir. Suelen
pensar “estamos bien así”.
Es el típico "démonos un tiempo" y se vuelve algo repetitivo en su relación.
Es un noviazgo donde terminan, vuelven, se prometen mil cosas, se pelean y
entonces terminan de nuevo, vuelven, se vuelven a prometer mil cosas, se
pelean y vuelven a terminar...y ésto se vuelve un ciclo enfermizo que se dá
por falta de madurez y dependencia a los problemas. Lo triste es que al
final de cuentas éstas personas de verdad nunca terminan estando juntas.
Las personas que se involucran en este tipo de noviazgo piensan de su
pareja: "realmente no me gusta mucho”, “no es mi tipo” o “se que me hace
daño" pero la realidad radica en que se tiene miedo a estar solo y por eso
la persona se conforma con alguien que no le conviene o que no es de su
agrado. La mayoría de las veces ese “peor es nada” puede ser una perso-
na infiel, agresor, asfixiante, sin superación pero como no se quiere estar
solo, se prefiere entonces estar estancado en una relación que no bendice.