El documento argumenta que todas las mujeres pueden considerarse brujas debido a sus habilidades innatas para curar, volar, sobrevivir a pesar de las adversidades, defender sus ideales, comunicarse con la naturaleza y los animales, predecir el futuro en sueños, lograr metas aparentemente inalcanzables, y fascinar a los hombres con su magia. Finalmente, el autor agradece a las mujeres por sus cualidades y les pide que tengan cuidado al beber y conducir.