El diamante es la forma más estable del carbono después del grafito. Posee las mayores dureza y conductividad térmica de todos los materiales, lo que lo hace útil para herramientas de corte. La mayoría de diamantes naturales se forman a profundidades entre 140-190 km en el manto terrestre, donde el carbono se expone a altas presiones pero bajas temperaturas. Pequeñas impurezas pueden darle color al diamante, como azul, amarillo o rosa.
2. El Diamante
• En mineralogía, el diamante es
un alótropo del carbono donde los
átomos de carbono están dispuestos en
una variante de la estructura
cristalina cúbica centrada en la cara
denominada «red de diamante». El
diamante es la segunda forma más
estable de carbono, después del grafito;
sin embargo, la tasa de conversión de
diamante a grafito es despreciable a
condiciones ambientales.
3. Características
• El diamante tiene renombre específicamente como un material
con características físicas superlativas, muchas de las cuales
derivan del fuerte enlace covalente entre sus átomos. En
particular, el diamante tiene la más alta dureza y conductividad
térmica de todos los materiales. Estas propiedades determinan
que la aplicación industrial principal del diamante sea en
herramientas de corte y de pulido.
4. Diamantes incoloros
• El diamante tiene características
ópticas destacables. Debido a su
estructura cristalina extremadamente
rígida, puede ser contaminada por
pocos tipos de impurezas, como
el boro y el nitrógeno. Combinado con
su gran transparencia (correspondiente
a una amplia banda prohibida de
5,5 eV), esto resulta en la apariencia
clara e incolora de la mayoría de
diamantes naturales.
5. Colores
• Pequeñas cantidades de defectos o
impurezas (aproximadamente una
parte por millón) inducen un color
de diamante azul (boro), amarillo
(nitrógeno), marrón (defectos
cristalinos), verde, violeta, rosado,
negro, naranja o rojo.
6. Formación
• La mayoría de diamantes naturales se forman en condiciones
de presión y temperatura extremas, existentes a profundidades de
140 km a 190 km en el manto terrestre. Los minerales que
contienen carbono proveen la fuente de carbono, y el crecimiento
tiene lugar en períodos de 1 a 3,3 mil millones de años, lo que
corresponde a, aproximadamente, el 25% a 75% de la edad de la
Tierra.
7. Condiciones de formación
• La formación del diamante natural requiere condiciones muy
específicas—exposición de materiales que contienen carbono
a presión alta, variando desde 45 a 60 kilobares, pero a un rango
de temperatura comparativamente bajo que va desde
aproximadamente 900-1.300 °C. Estas condiciones se encuentran
en dos lugares en la Tierra; en el manto de la litosfera bajo placas
continentales relativamente estables, y en el sitio de impacto
de meteoritos.
8. Producción
• La producción y distribución de diamantes está grandemente consolidada en las
manos de unos pocos jugadores clave, y concentrados en centros de intercambio de
diamantes tradicionales. Siendo el más importante, Amberes, donde se manejan el
80% de los diamantes brutos, 50% de todos los diamantes cortados y más del 50%
de diamantes brutos, cortados e industriales combinados. Esto hace a Amberes la
"capital mundial de diamante" 'de facto'. Sin embargo, Nueva York, junto con el
resto de los Estados Unidos, es donde aproximadamente el 80% de los diamantes
del mundo son vendidos, incluyendo ventas en subasta. Asimismo, también
terminan en Nueva York los diamantes más grandes y de formas brutas más
inusuales
9. Diamantes sintéticos
• Los diamantes sintéticos son cristales de
diamante que son manufacturados en un
laboratorio, en contraste a los diamantes
naturales que se forman naturalmente en el
subsuelo. Los usos gemológicos e industriales
del diamante han creado una gran demanda
de piedras brutas, esta demanda ha sido
satisfecha en gran parte por los diamantes
sintéticos por más de medio siglo; estos han
sido fabricados por diversos procesos, sin
embargo, es en años recientes en que se ha
hecho posible producir diamantes sintéticos
de calidad de gema de tamaño significativo
10. Mejoras en los diamantes
• Las mejoras del diamante son tratamientos específicos realizados sobre los
diamantes naturales o sintéticos (usualmente sobre aquellos ya cortados y
pulidos en una gema), que están diseñados para mejorar las características
gemológicas de la piedra en uno o más formas. Estas incluyen la perforación
láser para eliminar inclusiones, aplicación de sellantes para rellenar fisuras,
tratamiento para mejorar el grado de color de un diamante blanco, y
tratamientos para dar color de fantasía a un diamante blanco.