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Colocación de calcas
El proceso de colocación de calcas es uno de los más delicados de los que nos encontraremos al restaurar nuestra
vieja moto. Existen básicamente dos tipos de calcas:
Al agua: requieren ser sumergidas en agua para desprender los papeles que las protegen antes de ser colocadas.
Presentan un papel grueso por uno de los lados uno fino por la otra cara.
De vinilo: Realizadas en un material mucho más duro que las anteriores (similar a una lámina de plástico fino). No
necesitan ser sumergidas y hemos de despegar manualmente el papel que las protege por la cara donde lleva el
adhesivo.
El proceso para colocar las calcas al agua es el siguiente:
Debemos preparar un plato hondo con agua templada y sumergir la calca en ella durante un par de minutos (este
tiempo puede variar en función de la temperatura del agua). Hecho esto observaremos que uno de los papeles
protectores se irá desprendiendo y una de las caras de la calca quedará al aire. Esa será el lado que quedará hacia
afuera y el que mantiene el papel es el que contactará con la superficie donde la queremos colocar. Bien, ahora
viene lo delicado, debemos mover un poco la calca dentro del agua para que esta se deslice un poco sobre el papel
pero sin que se desprenda de él, lo justo para que podamos coger el conjunto (papel + calca) por la parte del papel
que queda libre y llevarlo suavemente hacia el lugar de colocación. Previamente habremos humedecido con un poco
de agua y jabón la parte donde irá la calca para poder deslizarla fácilmente sobre la superficie sin peligro de que se
quede pegada y decidir en qué lugar exacto la vamos a dejar. Una vez tengamos el papel y la calca en el lugar
aproximado de colocación sujetamos la calca por la parte superior (la que está libre de papel) y retiramos
suavemente el papel inferior para que esta tome contacto con la superficie. Ahora podemos moverla a nuestro
antojo (por la acción del agua jabonosa que tiene debajo) y dejarla en el lugar que nos convenga. Por último,
retiraremos el agua que quede debajo para retirar las burbujas generadas por el agua, para este proceso
aconsejamos papel de cocina ya que es absorbente y no suelta pelos ni suciedad aunque podría utilizarse un trapito.
Es importante tomarse el tiempo necesario en este último paso para que los resultados sean satisfactorios. (Para
aclaración del proceso añadiré fotos detalladas del mismo más adelante)
Estos son ejemplos de calcas al agua después de ser colocadas.
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En cuanto a la colocación de calcas de vinilo; son mucho más duras que las anteriores y sólo presentan papel
protector por una de sus caras (la que lleva el adhesivo). Su colocación es más sencilla que la de las calcas al agua y
cuando debemos extremar las precauciones es a la hora de retirar la calca del papel ya que en este caso no podemos
hacerla deslizar por el mismo sino que debemos despegarla, y cualquier marca que hagamos en ella se afectará al
resultado final. El secreto está en sujetarla y tirar de ella tocándola lo menos posible, por ejemplo con la punta de
una pequeña navaja y con el dedo o (lo más recomendable) con unas pinzas de depilar, de esta forma no dejaremos
huellas en ella y nos evitaremos disgustos. Una vez despegada del papel seguimos el mismo proceso que en el caso
anterior, mojado previo de la superficie con agua jabonosa, colocación a nuestro gusto y retirada de restos de agua y
burbujas.
El resultado final es este...
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Autor: TMC
Recogido de la web:
http://tumotoclasica.blogspot.com
Rebollas 4 de septiembre de 2008