El documento resume los objetivos principales de escribir un ensayo. Estos incluyen tener conocimiento general del tema, leer otros ensayos sobre el tema para darle una nueva perspectiva original, escribir sobre un tema que te interese para evitar ser aburrido, pensar en tus lectores, escribir de manera clara y ordenada, escribir para convencer solo si estás convencido de tus argumentos, y entender que el ensayo presenta verdades limitadas desde la subjetividad del autor.
2. OBJETIVOS
Para escribir ensayo, es necesario un bagaje de
conocimientos considerable tanto en cultura
general como en el tema a tratar. No se
necesita ser un experto, pero una visión
general del tema del ensayo ayuda.
3. OBJETIVOS
Esta visión general incluye la lectura de ensayos
o trabajos de otros autores sobre el mismo
tema. La regla áurea del ensayista es: la
originalidad está en el estilo de cada autor, en
su perspectiva personal, pero el tema es de
todos y ya ha sido, seguramente, explorado por
otros antes que uno. Dale a tu antecesor lo que
es de tu antecesor y dale a tu ensayo un nuevo
giro, una nueva óptica o estructura que brinde
una vuelta de tuerca sorprendente sobre el
tema.
4. OBJETIVOS
No escribas de lo que no te interesa: el ensayo
puede ser polémico o sesudo, vibrante o
sereno, pero nunca debe ser aburrido. Si algo
ayuda a leer un ensayo –aunque sea sobre las
costumbres predatorias de las hormigas o
acerca del producto interno bruto de Malasia–,
es el entusiasmo puesto por su autor al hablar
sobre el tema; es su capacidad de
sorprendernos con sus puntos de vista.
5. OBJETIVOS
Piensa siempre en tus lectores. Si son tus
propios colegas en una revista médica o si es
para el público en general, ofréceles lo que
buscan: información actualizada sobre las
últimas técnicas quirúrgicas o un saber no
especializado de divulgación de la ciencia.
Según el lector es la pedrada de tu ensayo.
6. OBJETIVOS
Escribe lo que sabes y hazlo en forma clara,
ordenada y precisa. No te confundas ni
confundas a los demás. El lector no busca
divagaciones sino conocimientos. Ahora bien,
si tu objetivo es que el tema seas tú mismo, lo
que piensas y tu flujo de conciencia, eso no es
motivo para ser confuso, a menos que estés
escribiendo una novela o sea un texto pedido
por tu psicoanalista para tu próxima sesión.
7. OBJETIVOS
Escribe para convencer, para persuadir, pero
hazlo sólo si tú estás convencido de lo que
dices, únicamente si crees en tus palabras. El
ensayista es un autor que juega con fuego: el
de las verdades que expone y defiende, el de
las certezas que destruye o subvierte. No lo
olvides: el corazón del ensayo son sus
argumentos, las evidencias a favor de sus
ideas, que el autor presenta ante el jurado de la
opinión pública.
8. OBJETIVOS
El ensayista debe saber que lo que afirma es una
verdad limitada a él mismo. El ensayista,
aunque el tono de sus escritos así lo parezca,
no es un profeta o un mesías que ofrece la
palabra de la divinidad en turno, sino un simple
ser humano que presenta las certidumbres que
ha acumulado en su experiencia sobre tal o
cual materia: con datos certeros y
comprobados, con ideas fundamentadas en
hechos y pronunciamientos legítimos y
razonables.
9. OBJETIVOS
Para muchos, la fortaleza del ensayista está en
su capacidad intelectual o en la brillantez de su
estilo escritural. El ensayo es un vehículo de
conocimientos, es decir, es una indagación del
mundo que nos rodea, un reactivo o piedra de
toque ante la realidad. Su función primordial, al
contrario del sermón religioso o del discurso
oficial que exponen mandamientos o elogios a
la autoridad en turno, es ser un texto en
libertad que cuestiona su propio pensamiento.
10. OBJETIVOS
El ensayo es una aventura subjetiva. Incluso el
ensayo científico es subjetivo a la hora que sus
autores definen su metodología o recurren a
determinado marco teórico. Cierto: el ensayo
contiene información tanto como presunciones
personales, pero este género es un acto de
malabarismo que mantiene en vilo lo que se
sabe con certeza y lo que se quiere saber y
sólo se intuye. La ambigüedad también es
atributo del ensayo, al menos la ambigüedad
en cuanto a tomar bando y abrazar una causa
con los ojos cerrados.