1. ENSAYO
El ensayo es un género relativamente moderno; pueden rastrearse sus orígenes desde
épocas remotas. Sólo en la edad contemporánea ha llegado a alcanzar, una posición
central. Es muy probable que en su desarrollo y hegemonía, haya tenido gran influencia
el pensamiento liberal y el periodismo.
En la actualidad está definido como género literario, pero en realidad, el ensayo se
reduce a una serie de divagaciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las
cuales el autor expresa sus reflexiones acerca de un tema determinado, o incluso, sin
tema alguno.
Lo que deslinda el ensayo de otros géneros literarios es un rasgo propio: lo sugiere la
palabra misma, la palabra ensayo proviene del latín tardío: exagium, es decir, el acto
de pesar algo. Está, además, relacionado con el "ensaye" prueba o examen de la
calidad y bondad de los metales.
Ensayar, es pesar, probar, reconocer y examinar. Por lo tanto, el ensayo es un escrito
generalmente breve, sobre temas muy diversos. No lo define el objeto sobre el cual se
escribe sino la actitud del escritor ante el mismo; en el fondo, podría ser una hipótesis,
una idea que se ensaya.
El ensayo es un producto de largas meditaciones y reflexiones, lo esencial es su sentido
de exploración, su audacia y originalidad, es efecto de la aventura del pensamiento.
Un ensayo es un escrito en prosa, generalmente breve, que expone con hondura,
madurez y sensibilidad, una interpretación personal sobre cualquier tema, sea filosófico,
científico, histórico, literario, etc.
En la manera con que se expone y enjuicia un tema colinda con el trabajo científico,
con la didáctica y la crítica. No sigue un orden riguroso y sistemático de exposición. El
punto de vista que asume el autor al tratar el tema adquiere primacía en el ensayo. La
nota individual, los sentimientos del autor, gustos o aversiones es lo que lo caracteriza,
acercándose a la poesía lírica.
Lo que los separa es el lenguaje, más conceptual y expositivo en el ensayo; más intuitivo
y lírico en la poesía.
2. El ensayo es un texto argumentativo de carácter polémico, agresivo, que expone una
hipótesis personal, una visión particular y subjetiva que, desde un ángulo específico,
examina y pone a prueba lo ya establecido, y ofrece la posibilidad de derruir lo que se
creía firmemente cimentado y sustituirlo por otra cosa que pueda ser nueva y diferente.
No se trata de juzgar al azar, es el producto de la meditación e interpretación de las
realidades materiales o espirituales en comunicación con las propias ideas. El juicio es la
materia prima, es lo que constituye el aspecto crítico del ensayo. Puede darse un juicio
sobre algo insignificante, buscando la manera de apoyarlo y consolidarlo.
El ensayo proviene de la duda y la inconformidad, por eso hay que remover lo
establecido. Al haber realizado un ensayo es obvio de que se está en contra de algo,
pero no basta escribir en contra, sino vivir en contra. En el ensayo cualquier problema o
asunto se convierte en problema íntimo, individual; en él, se usa la ironía, se sensibiliza, se
anima frecuentemente con un tono humorístico o cierta coquetería intelectual,
evitando la erudición.
Se trata de un texto formativo, de encauce de criterios, de apertura a diversos caminos
de pensamiento. Su objeto no consiste en la exposición de conocimientos, ni en la
ordenación de datos informativos, sino en la proyección de una idea que se ensaya; no
es dar pensamientos hechos si no hacer pensar. Tiene que perturbar al lector ya sea a
favor o en contra. El ensayo no es para todos, no es convencional: es
personal, subjetivo, y en él se refleja la personalidad de quien escribe.
Es un género híbrido en cuanto le forman dos categorías diferentes: lo didáctico y lo
lógico en la exposición de nociones o ideas; pero también por su flexibilidad, por
su libertad ideológica y formal, es decir por su calidad subjetiva, es que suele tener un
relieve literario. En el ensayo hay siempre un intercambio de disciplinas, y puede tener
una dimensión estética en la calidad de su estilo, pero requiere a la vez de una
dimensión lógica en la exposición de los temas.
El ensayo comparte con la ciencia la exploración más a fondo de la realidad, la
posibilidad de acercarse a la "verdad" de las cosas. Y con el arte, la originalidad, la
intensidad y la belleza expresiva.
3. No hay un estilo definido para el ensayo, pero debe ser claro en la expresión, y el
ensayista debe saber bien el tema, pues éste debe haber sido previamente
reflexionado. Las diferencias entre los ensayos radican en la originalidad en los modos y
formas de pensamiento, y en la sistematización lógica a lo que corresponde la variedad
y la libertad temática. Desde el inicio se expone lo que se pretende demostrar y se
reconocen los límites de la interpretación. No se debe titubear en la argumentación ni
contradecirse. No hay ensayos a medias