Este documento describe las características de las niñas. Señala que las niñas vienen en diferentes colores y que cada una es valiosa. Explica que las niñas tienen cualidades de diferentes criaturas como el canto del ruiseñor o la curiosidad del gato. También destaca que las niñas pueden ser cariñosas pero también traviesas. Finalmente, enfatiza el gran amor que una niña puede expresar a su padre a través de un abrazo y un "te quiero mucho".
1. Que es una niña
Las niñas vienen en cinco colores: negro,
blanco, rojo, amarillo y café… y usted
siempre obtiene su color favorito al hacer el
pedido. Para ellas no existe la ley del precio;
hay millones de niñas pequeñas, pero cada
una es tan valiosa como una joya. Cuando
las crea el cielo, se utiliza parte de la
materia de muchas de las criaturas de la
naturaleza: del ruiseñor los cantos, de la
mulita la terquedad, del chango las
monerías, los brincos del chapulín, la
curiosidad del gato y añádele la mente
incomprensible y misteriosa de la mujer.
Ella puede ser la más cariñosa del mundo y también la más necia. Se
le encuentra brincando, cantando y haciendo toda clase de ruidos que le
enojaran; cuando le llaman la atención se queda quietecita, humilde y
con ese brillo celestial en su mirada. Ella es la inocencia jugando en la
tierra, la belleza echando maromas y también la más dulce expresión
del amor cuando arrulla y duerme a su muñeca.
Una niña nace con un brillo angelical del que siempre queda suficiente
luz para robarnos el corazón, aunque se siente en el lodo, llore a todo
volumen, haga una rabieta o camine por la banqueta presumiendo, con
las ropas y zapatos de mamá.
Le encantan los zapatos nuevos, las muñecas, los helados, los
vestidos domingueros, los moños para adornarse el pelo, el kinder, los
pajaritos, la niña del vecino, jugar a la casita y la tiendita, el baile, los
libros de iluminar, el polvo y el perfume... No le gustan los perros
grandes, ni los niños, ni que le peinen el pelo. Es la mas ruidosa cuando
usted piensa en sus problemas, la más bonita cuando le ha hecho
desesperar, la más ocupada a la hora de dormir, la más seria e irritable
cuando quiere lucirla a las visitas y la más coquetuela cuando usted ha
resuelto que definitivamente, no volverá otra vez a salirse con la suya.
Nadie le da mayor disgusto o alegría, o el más legitimo orgullo, que esta
mezcla rara de Caperucita Roja y el Ratón Miguelito.
Puede desarreglarle los papeles del trabajo, el pelo y la cartera;
hacerlo perder tiempo y dinero y precisamente en ese instante, aparece
su aureola angelical quitando por encanto su disgusto. A veces le
desesperan sus gritos y alborotos; pero cuando usted siente fallar, al
mundo en contra suya, sus anhelos y esperanzas más distantes... ella
2. sola lo convierte a usted en un rey, cuando se sienta en sus rodillas, lo
abraza tiernamente y le dice muy quedito:
"PAPITO TE QUIERO MUCHO".