El niño que está a punto de nacer le pregunta a Dios sus preocupaciones sobre vivir en la Tierra. Dios le asegura que le ha asignado un ángel que lo cuidará, lo protegerá y lo guiará, enseñándole a cantar, hablar, orar y volver al cielo. El ángel estará siempre a su lado para amarlo y consolarlo.