El niño que está a punto de nacer le pregunta a Dios cómo podrá vivir en la Tierra siendo tan pequeño e indefenso. Dios le asegura que le ha asignado un ángel que lo cuidará, lo protegerá e incluso dará su vida por él. El ángel enseñará al niño a cantar, hablar, orar y lo consolará cuando extrañe a Dios. El ángel estará siempre con el niño para amarlo y guiarlo.

2. Los angelitos

3. Érase una
vez un
niño a
punto de
nacer.

4. Que se
acerca a
Dios y le
pregunta:
“Me dicen
que me
vas a
enviar a la
Tierra
mañana”.

5. “¿Pero cómo
voy a poder
vivir allí
siendo yo
tan pequeño
e
indefenso?”

6. Dios le
contestó: “De
entre los
muchos
ángeles que
conozco, he
elegido uno
para ti”.

7. “Te estará
esperando y te
cuidará”.

8. “Pero” –dijo el niño-

9. “Aquí en el
cielo no
hago otra
cosa que
cantar y
sonreír”.

10. “¡Y eso es
todo lo que
necesito
para ser
feliz!”.

11. Dios le dijo:
“Tu ángel
cantará para ti
cada día y así
sentirás su
amor y serás
feliz”.

12. “Y –dijo el niño-

13. ”¿Cómo voy a
poder
comprender a la
gente cuando me
hablen si
desconozco su
idioma?”.

14. ”Eso es fácil –le dijo Dios-
tu ángel pronunciará las
palabras más bonitas y
encantadoras que jamás
hayas escuchado”.

15. “Y con mucha
paciencia y
cariño te
enseñará a
hablar”.

16. El niño
alzó su
mirada a
Dios y le
dijo:

17. ”¿Y qué voy
a hacer
cuando
quiera
hablar
contigo?“.

18. Dios sonrió y le dijo:

19. “Tu ángel te
juntará las
manitas y te
enseñará a
orar”.

20. El niño dijo: “También me han
dicho que en la Tierra hay
hombres malos”.

21. “¿Quién me
va a
proteger?”

22. Dios le rodeó con Su brazo y le dijo:

23. “Tu ángel te defenderá, ¡al punto de
entregar su vida por ti si fuese necesario!”.

24. El semblante del
niño se
ensombreció y
dijo: “Pero
siempre estaré
trieste porque ya
no te voy a ver”.

25. Dios abrazó
el niño.

26. “Tu ángel te
hablará simpre de
mí y te enseñará
el camino de
vuelta hacia mi
presencia, aun
cuando yo esté
siempre a tu
lado”.

27. En ese
momento se
sintió una
gran paz en
los cielos,
pero ya se
escuchaban
voces
provenientes
de la Tierra.

28. El niño,
apresurándose,
planteó una
última
pregunta:

29. “Si me voy
ahora
mismo,
Dios, ¡dime
cómo se
llama mi
ángel!”.

30. A lo que Dios
le contestó:
“Su nombre
no importa
mucho… sólo
tienes que
llamarle

31. “¡MAMÁ!"

32. FIN