El niño que está a punto de nacer le pregunta a Dios cómo podrá vivir en la Tierra siendo tan pequeño e indefenso. Dios le asegura que le ha asignado un ángel que lo cuidará, lo protegerá e incluso dará su vida por él si es necesario. El ángel enseñará al niño a cantar, hablar, orar y lo consolará cuando extrañe a Dios. El niño finalmente pregunta el nombre de su ángel y Dios le responde que sólo tiene que llamarle "Mamá".