Cuento para semiología

1. De vuelta a casa
Michelle, una adolescente de 15 años, se encuentra cenando con Lori, su mamá.
Lori es una mujer bastante jovial, va a ritmo con la sociedad, y ama profundamente a
Michelle, quienes confían plenamente una en otra y se cuentan todo: sus amoríos,
travesuras, desamores, alegrías. Si hay algo que las puede describir a las dos es que son
muy liberales; fuman juntas, beben alcohol juntas, etc.
Al terminar de cenar, Michelle se despide de Lori porque va a salir con sus amigos.
- Te amo, le dice Lori a Michelle, mientras se daban su abrazo de despedida.
- Te amo más.
- Imposible.
- Sí, es posible.
Seguidamente, Michelle se fue al parque con sus amigos, en donde lo que hacían era
acostarse en la grama, conversar y fumar marihuana. Pero en las noches el parque está
cerrado y ellos entran ilegalmente. Esa noche ocurrió algo que nunca les había pasado; los
descubrieron.
La policía los llevo a la comisaría y allí llamaron los padres de cada joven para que los
fuera a buscar. Poco a poco todos se iban yendo pero a Michelle nadie la había buscado.
En la mañana, una señora buscó a Michelle y se sentó a hablar con ella, para explicarle por
qué Lori no la había ido a buscar todavía.
Mientras conversaban, la señora comienza a explicarle a Michelle que Lori no la fue a
buscar porque ella no es su verdadera mamá. En ese momento el mundo se le cayó encima
a Michelle, no podía creerlo, se sentía sola, no entendía nada. La señora continuó y le dijo
que ella había sido secuestrada a los 3 años de edad, y que la policía nunca la pudo
encontrar.
- Ya llamamos a tus verdaderos padres, te van a buscar para llevarte a casa, dijo la
Señora.
- Mi casa es con Lori.
A los pocos minutos llegaron Ignacio y Consuelo, los verdaderos padres de Michelle, y
al verla sus ojos se llenaron de lágrimas, no podían creer que después de 12 años habían
encontrado a su hija, a quien habían visto por última vez cuando tenía 3 años. La reacción

2. de Consuelo fue correr a abrazarla, pero Michelle no estaba muy cómoda, ella no quería
otra mamá. Pero cuando Ignacio la abraza, es primera vez que tiene papá, y en seguida
crea un vínculo con él.
Dejaron la comisaría y salieron a su casa, dos horas de carretera, las horas más largas
para Michelle, quien se encontraba muda, toda clase de pensamientos pasaban por su
mente; su mamá, o quien ella creía que era su mamá era su secuestradora, una delincuente
que la separó de su verdadera familia pero que de igual manera la amaba como a nadie.
Al llegar a casa, se encuentra con la noticia de que tiene una hermana gemela llamada
Sofía y un hermano mayor llamado Alberto. Michelle es de estatura media, de piel blanca,
cabello corto color castaño oscuro. Sofía también es de estatura media, piel clara, con
cabello largo rubio.
Las dos, Michelle y Sofía están en shock; Michelle nunca supo que tenía una hermana
y Sofía tenía una hermana desaparecida de la que no recuerda nada, es un encuentro muy
fuerte para las dos pero también al instante crearon un vínculo de hermanas.
Mientras pasaban los días y las semanas, Michelle se iba acostumbrando a su nueva
vida pero no dejaba de pensar en Lori. Lo más fuerte para ella era tener otra mamá;
Consuelo, con quien todavía no lograba establecer una buena relación. A Michelle le cuesta
aceptar a otra mamá en su vida, y no dejaba de compararla con Lori.
Consuelo siempre buscaba hablar con Michelle pero ella la ignoraba.
- ¿Estás aquí?, planeta tierra llamando a Michelle, dijo Consuelo.
- Sí, disculpa. Lo que pasa es que cada vez que hablas trato de imaginarme hablando
con Lori.
Eso le rompió el corazón a Consuelo, pues ya habían pasado varias semanas y Michelle
todavía no tenía ni la intención de aceptarla. Pero ella, consciente de que es cuestión de
tiempo, decide simplemente esperar.