Perdonen, pero visto lo que nos espera,
la perrita Berta y el tal Nau, buscaremos
a quien encontremos un Dalai Lama
y nos enseñe "¡qué es la Vida!".
3. Llamé a Fernando Múgica para quejarme de que
no hubiera publicado una crónica que le había
enviado sobre los muyahidines en Afganistán. Me
dijo que si lo prefería podía cogerme un avión y
ocupar su sitio en la mesa de edición de
Internacional, que en aquellos días posteriores a
los atentados del 11-S suponía pasarse el día
cerrando páginas, además de tener que aguantar a
corresponsales convencidos de que todo los que
escribían merecía tratamiento de Pulitzer. «Tú
editas la sección y yo me voy al frente,
¿trato?».
Fue la primera y única vez que nos enfadamos y sé
que no bromeaba cuando decía que me cambiaría
el puesto. Fernando era de esos reporteros de
raza para los que, como dijo Robert Capa, perderse
una invasión era como tener que «rechazar una
cita con Lana Turner». Tuve la suerte de que fuera
mi primer jefe en Internacional cuando me marché
de corresponsal: el maestro que me ayudó a limar
las impaciencias de reportero novel, me animó a
tomar las fotografías de mis reportajes y me
aconsejó no hacer el idiota más de lo necesario,
porque no conocía a «ningún corresponsal muerto
que haya enviado su crónica a tiempo»
Fernando Múgica
«Rechazar una cita con
Lana Turner»
4. Un Pedro Sánchez con voluntad
presidencial y mensaje de amplio espectro
fue proclamado ayer, por segunda vez en
10 meses, candidato del PSOE a La
Moncloa. En su discurso, el secretario
general del Partido Socialista evocó sin
nombrarlo al centrista Adolfo Suárez,
presidente del Gobierno entre 1976 y 1981
y una de las figuras preferidas de Albert
Rivera, líder de Ciudadanos.
“Puedo prometer y prometo
decencia; puedo prometer y prometo
diálogo. Y puedo prometer y prometo
dedicación”, dijo Sánchez, utilizando la
conocida frase del puedo prometer y
prometo que usó Suárez el 13 de junio de
1977, en vísperas de las primeras
elecciones democráticas. En otro
mensaje, a la coalición entre Podemos e
Izquierda Unida, el candidato afirmó:
“Somos el PSOE, cuatro letras, cuatro
siglas; no hace falta más”.
A. DÍEZ / J. MARCOS, Madrid
5. España ha pasado en el último año y dos meses por cuatro procesos
electorales –andaluzas, autonómicas y municipales, catalanas y generales– y se
dispone a afrontar el quinto el 26-J con la repetición de los comicios del 20-D. La
sucesión de campañas electorales prácticamente sin interrupción, el nacimiento
de nuevos partidos y la crisis institucional que ha impedido formar Gobierno han
incrementado la agitación política y el interés ciudadano por los asuntos
públicos. El aumento del consumo de las tertulias televisivas netamente
políticas, la presencia constante de los líderes en todas las pantallas posibles y
el perfil mediático de los nuevos liderazgos conforman una realidad inédita en
España. La sensación generalizada que transmiten los medios es que se habla
de política más que nunca y en todas partes.
LUCÍA MÉNDEZ
6. Los sociólogos y los dirigentes de los partidos apuntan a que hay
dos Españas separadas por una brecha: la que sigue las tertulias
políticas y las redes sociales y la que no consume información
política al por mayor. La España digital, que se inclina por las
nuevas formaciones, frente a la España analógica, que vota sobre
todo al PP y al PSOE
En las casas, en los bares, en las calles, en los colegios, en los centros de trabajo,
en las redes sociales, en las televisiones, en las radios. Sin embargo, algunos
datos permiten concluir a los sociólogos y a los dirigentes de los partidos que hay
dos Españas separadas por una brecha. La España de la burbuja mediático-
política y otra que no consume información política al por mayor. El primer dato
que arrojó sombras sobre la idea general de que hay un interés por la política sin
precedentes fue la participación en las elecciones del 20-D. El 73,2%, cifra
modesta en la serie histórica de las generales en las que soplaban vientos de
cambio de Gobierno. El récord está en las generales del 82 que ganó el PSOE:
votó el 79,9%. En el 96, Aznar relevó a González con una participación del 77,3%.
En 2004, la llegada de Zapatero se produjo con un 75%. Así pues, las ansias de
cambio de los españoles –inmensas de acuerdo con las encuestas– no fueron
suficientes como para acudir a las urnas más que en otras ocasiones.
7.
8. Podemos e IU se
apropian del 15-M con
fines partidistas
«Hoy es un día muy especial, histórico.
Estoy en la Puerta del Sol. En esta plaza,
como en otras muchas, cambiaron muchas
cosas y nos enseñaron que las cosas
pueden cambiar», proclamó el líder de
Podemos
La apropiación del 15-M por parte de
Podemos e Izquierda Unida hace un flaco
favor a un movimiento surgido del caldo de
cultivo de las organizaciones ciudadanas. El
15-M fue, en sus albores, una protesta social
y popular larvada a raíz de las
consecuencias devastadoras de la crisis
económica
La deriva del 15-M comenzó con la
proclama de algunas de las recetas caducas
de la izquierda, por ejemplo, el aumento de
la fiscalidad a las rentas más elevadas. En
todo caso, tanto el carácter poliédrico de
este movimiento como su galvanización
social deberían disuadir a Podemos e IU de
su empeño por patrimonializar el 15-M en su
favor.
9. "Perros vigilan los muros
mientras el submarino se va
Rápidamente a pique.
Estoy en una cafetería
con 32 caras de cartón,
la mayoría inexpresivas
4 polis de aspecto impecable
están sentados a una mesa
mirándome.
Supongo que yo
no tengo
tan buena pinta a sus ojos.
¿Por qué no enviamos
a esos muchachos
a morir en alguna guerra?
Sus madres no habrían
llorado más
de diez minutos“
CHARLES MUKOSKI