Acompañamiento espiritual en la enfermedad. La metáfora de comer pan juntos.
1. PASTORAL PASTORAL
Norka Risso Espinoza, Agente de Pastoral Norka Risso Espinoza, Agente de Pastoral
Centro San Juan de Dios Ciempozuelos Centro San Juan de Dios Ciempozuelos
Acompañamiento CONTAR CON AYUDA
“Nunca es tarde si la dicha es
buena”, en estas circunstancias
“La metáfora de comer pan juntos”
espiritual en la enfermedad
lo que necesitamos es sobre- En una de las Jornadas Na- como compartir lo emocio- chas noches en vela, terapias
ponernos a nuestros sufrimien- cionales de Pastoral de la sa- nal y espiritual, aquí ya habría agotadoras, cansancio; y no-
tos e incluso resultar fortaleci- lud nos decían que acompa- colaboración, los dos esta- sotros no podemos curar el
dos por los mismos; estos son ñamiento tiene una relación mos por la labor de seguir el dolor, pero sí dialogar, orar,
los beneficios del acompaña- simbólica con lo que podría camino juntos. Ya podemos acompañar para confortar,
miento. Pero, para ello, nece- ser ‘comer pan juntos’. Pues dar un paso más en la me- poder transmitir un mensaje
Volver la mirada atrás sin embargo, como estamos enfrasca- sitamos poder contar con otra vamos a ponernos manos a todología de Jesús, poner al de esperanza, guiar en las de-
NORKA RISSO ESPINOZA dos en un mundo de prisas, solemos persona o personas que nos la obra y vamos a utilizar cua- enfermo en el centro, como cisiones éticas, pero siempre
Es un verdadero regalo reconocer ser conscientes de todo esto cuando el ayuden a poner las pilas a nues- tro pasos para cocinar un protagonista de su vida, intentando ser espejo, ya que
ÚLTIMAMENTE HAY UN que caminamos juntos en la apasio- horizonte de nuestro camino se tam- tras linternas, que nos respeten ‘acompañamiento sabroso’ y preguntar, desde el res- no transformamos nosotros,
CRECIENTE INTERÉS POR EL nante aventura de la vida, balea por las diferentes heridas en y refuercen en nuestros peque- (imaginaos una ensalada, peto, aunque sepamos la res- sino que se transforman ellos,
TEMA DEL «ACOMPAÑAMIENTO es gozoso reconocer nuestra vida, ya sea por enfer- ños grandes logros, y que nos que es de lo más fácil. Aun- puesta, para que el enfermo son ellos los que van restau-
ESPIRITUAL EN LA ENFERMEDAD»; que nuestra fe se ha medad, por sufrimiento, por sostengan en los momentos que el ejemplo sea un poco pueda compartir desde la li- rando su vida.
PERO ¿ESTAMOS SIENDO ido alimentando soledad, por abandono, de falta de luz; es decir, que nos burdo, puede servir como bertad lo que se mueve por
ACOMPAÑADOS?, ¿CUÁL ES de tantos testi- por incomprensión… Y acompañen espiritualmente en analogía para que resulte ca- dentro. Que vayan sintiendo Presentar en plato bo-
NUESTRA EXPERIENCIA DE gos que con su es precisamente en es- las heridas (en este caso la en- tequético): que el encuentro afectivo se nito, este último paso es
ACOMPAÑAMIENTO? testimonio han tas circunstancias fermedad) para despertar lo convierte en efectivo; el en- acompañar al enfermo en
hecho que nos cuando volve- mejor de nosotros mismos, para Conocer los ingredien- fermo siente una mirada esa apertura al Misterio, si
Si nos paramos y realizamos una re- cuestionemos mos nues- sacar ese enorme potencial que tes: el acompañante (profe- amiga. él así lo ha decidido, confir-
lectura de nuestro proceso espiri- nuestros propios tra mirada guardamos en nuestro interior y sional) y el acompañado (en- mar y celebrar su vida, ha-
tual, probablemente nos percatemos itinerarios; hacia atrás. convertirnos en buscadores de fermo). En este paso, se da Salpimentar al gusto: cerle sentir la gracia del Es-
de que en el camino de nuestra vida la estrella que alumbre nuestra como un tanteo, nos salu- es ahora cuando empieza la píritu y proponerle vivir su fe
los momentos más significativos son curiosidad. damos, intercambiamos las relación de ayuda pastoral, desde Aquel en el que puede
aquellos en los que hemos tenido primeras palabras… pero conocemos los sentimientos, encontrar la plenitud. Jesús
una presencia amiga, unas palabras a la vez hay que estar aten- preocupaciones, esperanzas; lo expresaba con pocas pala-
de ánimo, alguien con quien compar- tos a lo que el enfermo es, es ahora cuando se puede bras: “Decid Padre nuestro”.
tir instantes de desahogos, soplos de cómo está, qué hace. Si nos dar la confrontación, cuando Ahora bien, no todos pa-
alegrías y de tristezas… Y es que, en guiamos por la metodolo- realmente se hace camino san necesariamente por es-
cualquier camino de fe, sea cual sea gía de Jesús, consistiría en el con el enfermo; ya podemos tos cuatro pasos, depende
nuestra religión, lo maravilloso es vi- “ver”, un ver que no es super- sentarnos a la mesa emocio- de la apertura que tenga el
virlo en comunión, porque es en una ficial, ver también lo hondo nal y espiritual del enfermo, enfermo a la gracia del espí-
relación interpersonal en la que se del corazón. Que los enfer- pero, eso sí, teniendo pre- ritu; desde la Pastoral y nues-
puede transmitir la experiencia del mos sientan el interés que te- sente que es él quien salpi- tra opción por Dios, se trata
amor. nemos en querer empezar el mienta a su gusto, es decir, de dejarnos hacer por Él, y si-
camino, y que no queremos que vamos a su ritmo, el que guiendo el itinerario de Je-
huir, por dura que parezca acompaña es sólo un invi- sús nos aproximamos, luego
Es un verdadero regalo reconocer la situación; es decir, aproxi- tado. Jesús lo hacía muy bien, acogemos, acompañamos,
que caminamos juntos en la marnos. Jesús operaba transforma- escuchamos, abrazamos, llo-
ción; este paso lo daba desde ramos… y después de un
apasionante aventura de la vida Mezclar los ingredien- la escucha y el acompaña- proceso, si lo vemos opor-
tes, que se dé un encuentro miento de los sentimien- tuno, invitamos a compar-
verdadero, que el enfermo tos y las heridas. Tras cono- tir la mesa juntos; para que el
Lo que necesitamos es se sienta acogido en toda su cer al enfermo, encontramos enfermo pueda crecer en fe,
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vulnerabilidad, se trata de co- expectativas frustradas, pro- amor y esperanza, con oca-
sufrimientos e incluso resultar nocernos un poco más, sería yectos o sueños rotos, mu- sión de su enfermedad.
fortalecidos por los mismos
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