2. ¿Qué es la convivencia?
• La convivencia es una forma de relacionarnos entre nosotros, que
debemos escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es
necesario el respeto, el amor, el perdón, entre otros, debemos
tolerar las costumbres de otras personas.
• El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad
de una relación íntima y estrecha con un padre o un cónyuge y la
necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada
por él. Los seres humanos son fundamentalmente animales grupales y
su bienestar es mucho mayor cuando éste se encuentra en un
ambiente armónico, en el cual se vive en estrecha comunión.
• Para la convivencia es indispensable la independencia y la
autoconfianza, pero en el discurrir de la vida no puede prescindirse
del apoyo y de la compañía de los otros.
• Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber
un “yo”, sin un “tú”. Esta interdependencia social es mucho más que
un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana
fundamental.
• Es la condición de relacionarse con las demás personas o grupos a
través de una comunicación permanente fundamentada en afecto y
tolerancia que permite convivir y compartir en armonía en las
diferentes situaciones de la vida. Y amabilidad con todos siempre en
cualquier lugar y en cualquier momento.
3. Pilares Fundamentales para la
Convivencia
• 1. La Amistad.
• Para sentirse feliz, el ser humano necesita amigos. Sin
ellos, puede caerse fácilmente en la apatía, en la
inactividad o en la depresión crónica. Esto explica los
estrechos vínculos entre el suicidio y la alienación
social, demostrados por primera vez por el sociólogo
francés Émile Durkheim en su clásico libro El suicidio,
publicado en 1897.
• Durkheim, analizó todos los factores que podían llevar a
una persona a quitarse la vida –tales como
enfermedades, pérdidas personales y dificultades
económicas– pero concluyó que el determinante principal
era lo que describió como “cohesión social”. Las
personas que se sentían parte de un grupo
estrechamente unido tenían menor probabilidad de
cometer intentos de suicidio que quienes estaban más
aislados.
4. • 2. La familia
• Una de las formas más usuales en que se verifica la
convivencia es la familia, unidad básica de la vida social o
comunitaria.
En el pasado, y especialmente dentro de ciertas tradiciones
de etnias occidentales, la familia era un núcleo amplio, que no
sólo abarcaba a marido y mujer, e hijos. Comprendía
también, en grado no poco frecuente, a los abuelos, y a
veces, algún otro familiar.
Poco a poco, la familia ha ido adoptando la estructura
nuclear, alimentada por los componentes esenciales de marido
y mujer e hijos.
En la actualidad, no es infrecuente que haya roces entre los
progenitores y los hijos. Al llegar a la pubertad, por razones
psicofisiológicas, y fundamentalmente
sociales, los adolescentes entran en conflicto con
la paternidad, en sentido amplio. Lo social alimenta valores no
siempre coincidentes con los que imperan en el núcleo
familiar. En ese orden pueden darse conflictos. El natural
deseo de emancipación de la adolescencia está en los tiempos
5. • 3. Conexión social
• El efecto terapéutico de la conexión social sobre el individuo
se ha confirmado mediante diversos estudios, en especial el
que fuera realizado a lo largo de nueve años entre 100000
residentes de Alameda County en California.
Este estudio tenía la finalidad de identificar los factores
tanto físicos como psicosociales que otorgan protección contra
las enfermedades y la muerte prematura. Además de evaluar
la importancia de factores de riesgo reconocidos como
fumar, la falta de ejercicio y la obesidad, los investigadores
también estudiaron la importancia de cuatro factores
psicosociales: estado civil, redes de amistades, pertenencia a
una iglesia y participación en organizaciones comunitarias.
Cada uno de ellos resultó ser un importante determinante de
la salud. Tanto que los individuos no casados que tenían pocos
amigos y no estaban vinculados con una iglesia o un grupo
comunitario tenían una tasa de mortalidad por todas las
causas que era entre dos y cinco veces superior a la de
aquellos que tenían una red bien desarrollada de amistades y
relaciones con Nicaury.
6. Valores esenciales para la
Convivencia
1. La Tolerancia.
• La podríamos definir como la aceptación de la diversidad de opinión, social,
étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a
los demás, valorando las diferentes formas de entender y posicionarse en la
vida, siempre que no atenten contra los valores fundamentales de los demás.
2. La Solidaridad.
• La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, del que se
espera cuando un otro significativo requiere de nuestros buenos sentimientos
para salir adelante. En estos términos, la solidaridad se define como la
colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a
las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencia
experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.
Debido al verdadero significado de la solidaridad no es de extrañarse que
escuchemos este término con mayor frecuencia cuando nos encontramos en
épocas de guerra o de grandes de sastres naturales. De este modo, gracias
a la solidaridad es posible brindarle una mano a aquellos que resultan menos
favorecidos con este tipo de situaciones.
3. El Respeto.
• El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo
tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto
mutuo, reconocimiento mutuo. El término se refiere a
cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias
sociales como la antropología, la sociología y la psicología.
El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el
reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda
al otro. Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro