2. ¿QUÉ ES EL INTERNET DE LAS COSAS?
El Internet de las Cosas conecta el mundo físico con Internet para que pueda
usar los datos de los dispositivos para incrementar la productividad y la
eficiencia.
Todos los tipos de cosas se usan en las aplicaciones de IoT, incluidos los
productos del consumidor, como refrigeradores, cámaras de seguridad y
decodificadores; sistemas industriales, como cintas transportadoras y equipos
de fabricación, y dispositivos comerciales como las señales de tráfico y los
medidores inteligentes. Cualquier dispositivo que pueda ser impulsado puede
ser parte de una aplicación de IoT.
3. ¿CÓMO FUNCIONA?
La clave está en las herramientas que convierten a los objetos en
objetos inteligentes, permitiéndoles conectarse a Internet para ampliar
las funciones que son capaces de realizar.
De esta forma, una lavadora puede dejar nuestra ropa impoluta, pero
una lavadora inteligente también podrá activarse por control remoto
cuando estemos fuera de casa, recoger estadísticas sobre el uso que le
damos y ofrecernos conclusiones para que le demos un uso aún más
eficiente.
El problema, como suele ocurrir con las nuevas tecnologías es el precio.
Y es que un objeto inteligente valdrá mucho más dinero que la versión
"tonta" del mismo.
4. BENEFICIOS
Las aplicaciones de IoT se implementan en un amplio rango de casos prácticos, incluidos los
hogares y vehículos conectados, la atención médica, la venta minorista y muchos más. Los
hogares conectados son más seguros, limpios y con mayor bajo consumo. Por ejemplo, Amway
ha lanzado exitosamente su primer producto conectado a Internet —el sistema de tratamiento
de aire Atmosphere Sky.
Las aplicaciones de IoT se usan para los casos prácticos industriales a fin de mejorar los
procesos, crear nuevos flujos de ingresos, reducir los costos e incrementar la seguridad al
analizar los datos del equipo, crear modelos de mantenimiento predictivo y mantener los
dispositivos actualizados con actualizaciones en el aire.