El proyecto propone implementar cultivos alternativos para 75 familias en el caserío San Lorenzo durante 18 meses. Actualmente los residentes enfrentan dificultades económicas debido a la roya que destruyó sus cosechas de café, su principal fuente de ingresos. El proyecto busca mejorar su calidad de vida mediante el cambio a otros cultivos para evitar depender de un solo producto.