Eva quiere comunicarse con Dios para hacerle preguntas. Adán sugiere que la ayude a subir a un árbol grande para que Dios la escuche. Eva acepta el plan de Adán y le lanza una manzana a Dios para llamar su atención. Cuando Dios aparece, Eva le dice que necesitaba comunicarse con él. Dios les da a Eva un celular y una laptop para que pueda comunicarse con él y con otros.