1. humanidades
teoría de la medicina
La anorexia de Kafka
Luis M. Iruela
Departamento de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro. Madrid
¿Tenía anorexia Kafka? Es cierto que en sus relatos aparecen a menudo
el hambre y del ayuno, que aborrecía la carne y el sexo y que la humillación y
la derrota son el hilo conductor de toda su obra literaria.
En este trabajo se analizan los conflictos psicológicos y el sufrimiento
que hicieron deKafka un escritor insólito.
tre la investigación histórica y el ensayo literario, pero
cuya precisión clínica puede ser escasa, aunque sólo
sea porque falta en casi todos ellos el todavía principal
método de diagnóstico en psiquiatría, es decir, la en-
trevista con el paciente, y la observación directa de su
expresión y su conducta.
Son conocidas, en el terreno de las patografías, las
aportaciones de Freud así como también el famoso libro
de Karl Jaspers, Genio y locura, dedicado a descifrar la
psicopatología de Strindberg, de Swedenborg, de Höl-
derling y del pintor Van Gogh4. Y más recientemente, la
obra de Hendrik Ruitenbeek, Psicoanálisis y literatura,
en la que se analiza la personalidad y la producción de
una variada nómina de autores: Poe, Lewis Carroll, Tho-
mas Mann, Dostoievski y, como no, Franz Kafka5.
Un campeón del ayuno
Tanto Kafka como sus textos han sido objeto de mu-
chos estudios, comentarios e investigaciones. Sus car-
tas, diarios, novelas, cuentos, biografías y dibujos han
facilitado un material tentador.
Algunas de estas interpretaciones están llenas de in-
terés, otras son banales y un número no despreciable
de ellas no pasan de ser meras especulaciones dile-
tantes.
La idea de la anorexia nerviosa del autor parte de su
relato Un artista del hambre (1922) —la traducción fran-
cesa lleva el título más sugerente de “Un campeón del
E
n 1987, Manfred M. Fichter, del Departamento ayuno”—, donde se cuenta, de una forma embelleci-
de Psiquiatría de la Universidad de Munich, pu- da, la historia de una atracción de feria. En ella, el per-
blicó un trabajo titulado “La anorexia nerviosa sonaje basa su orgullo y su identidad en la capacidad
de Franz Kafka”1 que despertó una notable curiosidad de prescindir de la comida, lo que le proporciona una
tanto en medios profesionales como literarios. sensación narcisista de superioridad sobre los demás, al
Precisamente en esa década de los ochenta, se impri- tiempo que logra de ellos la admiración por su proeza.
mieron otros artículos sobre diversas figuras históricas Este es su verdadero alimento.
de la literatura, a las que se vinculaba también con la Mientras el espectáculo del hambre tiene éxito, el
misma patología alimentaria. Es el caso de Sir James protagonista ve colmada su ambición, si bien le mor-
Matthew Barrie, el autor de “Peter Pan”2, y el de Lord tifica la duda de que algunos espectadores no le crean
Byron3 por citar solamente los 2 más significados. y piensen que come a escondidas. Pero cuando pasa la
Todos estos trabajos continúan una tradición cultural moda de los ayunadores y su número no es rentable, el
psiquiátrica y humanística que está a medio camino en- olvido se va instalando en un público cruel, que ya no se
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detiene a admirar su talento. Al final muere de inanición Huída del sexo
en un estado de abandono mientras confiesa el secreto En su diario, se compara con Sören Kierkegaard de
de su virtuosismo6. quien llega a decir que comparten ambos “el mismo
En muchos y diversos relatos de Kafka aparece una y lado del mundo”8. Se refiere con esto, en parte, a la re-
otra vez el tema del hambre y el ayuno. Por ejemplo, en lación con las mujeres. Sin embargo, en muchas de sus
Investigaciones de un perro (1922), una parte del cuento manifestaciones podría suscribir también las palabras
consiste en un experimento de abstinencia alimentaria. de Nicolai Gógol, otro torturado como él, que afirmaba
Dice su protagonista: “La ruta va a través del hambre; que si hubiera cedido al amor “éste le hubiera reducido
lo más elevado se conquista sólo por el más elevado instantáneamente a polvo”.
sacrificio, y el más alto sacrificio es entre nosotros el La relación sexual le produce el mismo asco que el
hambre voluntaria”. consumo de carne. Así, escribe en el diario: “coito es el
A punto de fallecer de consunción, el perro acierta a castigo por la felicidad de estar juntos” Y en la Carta a
comprender que se está apagando “como si en reali- Milena: “El coito con la persona amada puede conducir
dad no muriese de hambre, sino de abandono”. Igual a la pérdida del amor”.
que lo hace Gregorio Samsa, el famoso personaje de La Con Felice Bauer, su prometida en 2 ocasiones, man-
metamorfosis, otra historia de Kafka que revela la sole- tuvo una relación casi epistolar, excepto una corta tem-
dad absoluta de nuestra condición humana. porada que pasó con ella en Marienbad en una convi-
En las cartas y diarios del autor aparecen numerosas vencia “puerta con puerta”. Entonces Kafka se encon-
referencias a su aspecto físico que, sin embargo, no traba mejor psíquicamente y llegó a comer —dice en
recogen alusión alguna que per- sus cartas—“mantequilla, patatas y
mita pensar en la presencia de un carne”; engordó y vivió unos días
trastorno del esquema corporal, es
El sexo le produce felices.
decir, de aquello que se considera el mismo asco que el También, al final de su vida, con-
la alteración fundamental de la ano- consumo de carne. vivió en Berlin con Dora Diamant
rexia nerviosa. Antes bien, parece durante un período de estabilidad
mostrar vergüenza de su delgadez.
En su diario escribe: emocional.
En una de las cartas a Felice Bauer “coito es el castigo por Sin embargo, se conoce que esta
dice: “Soy la persona más flaca que la felicidad de estar huída del sexo no fue absoluta. Pare-
conozco, lo que algo ha de signifi- ce ser que Kafka visitó en ocasiones
car” Y en otra del 17 de enero de
juntos” Y en Carta a algunas casas de citas y que tuvo un
1912, dirigida a su amigo Max Brod, Milena: “El coito con hijo de Grete Block en 1915.
expresa: “Me ronda la absurda idea la persona amada Ahora bien, ¿eran sólo debidas
de engordar, como punto de parti- a una anorexia nerviosa estas pre-
da para lograr una curación general,
puede conducir a la ocupaciones por la sexualidad y la
como si esto último o incluso lo pri- pérdida del amor” carne?
mero fuera posible”7. Si se profundiza un poco más se
Sí presenta, en cambio, ciertas características ano- advierte que en relación a la comida hay, en sus escritos,
réxicas en su conducta como el culto al ascetismo y al muchos elementos sadomasoquistas así como miedos
aire puro: baños invernales desnudo, carreras y saltos de fragmentación del “yo”. En efecto, la humillación y
en los días más crudos de la estación, etc…, así como la derrota son el tema central de la obra de Kafka.
una decidida inclinación vegetariana por el asco que
le producía la carne. En el relato Chacales y árabes Miedo a los otros
(1917)6 se describe a esta última en su acepción de ca- Pero no exclusivamente en la obra, sino —y esto es lo
rroña como un alimento exclusivo para las alimañas. Es importante— que también se encuentran este tipo de
curioso señalar asimismo, por su interés anoréxico, las referencias en sus diarios.
fantasías bulímicas del autor en las que sueña con sal- El día 4 de mayo de 1913, anota Kafka: “Una y otra
chichas y costillas “masticadas insaciablemente como vez, la idea de un ancho cuchillo de charcutero, que a
una máquina” toda velocidad y con una regularidad mecánica penetra
Hay también en sus escritos una especie de ética de por el costado y me corta en rodajas muy finas que, por
la abstinencia que se traduce en sus costumbres por la rapidez de la acción, van saltando casi enrolladas”8.
el rechazo a tomar, té, café y alcohol. En ese sentido, El 2 de noviembre de 1911, registra esta fantasía:
resulta conmovedor, por contraste, el recuerdo que in- “Esta mañana, a primera hora, por primera vez en mu-
voca Kafka de las cervezas compartidas con su padre cho tiempo, la alegría de imaginar un cuchillo que gira
cuando iban a bañarse juntos. Las cosas entre los dos clavado en mi corazón”. Si se recuerda cómo es el mo-
parecían ir bien entonces… mento de la ejecución de Josef K, el protagonista de la
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novela El proceso, podrá apreciarse la interrelación del Sin entrar en demasiadas especulaciones (a menudo
mundo emocional de Kafka con su creación literaria. tan tentadoras), sabemos que Kafka siempre temió a su
El mismo tipo de expresiones encontramos en sus padre y que intentó ser aceptado por él sin llegar a con-
cartas: “Me imagino a mí mismo extendido en el suelo seguirlo. No es difícil reconocer en su obra la presencia
y cortado en trozos como un asado y que con mi mano de una instancia omnipotente y abstracta con la que
voy ofreciendo lentamente estos pedazos de carne a no era posible identificarse. Las relaciones con su padre
un perro en su rincón —tales imágenes son el alimento le produjeron no sólo unos sentimientos de pavor, sino
diario de mi cabeza.” (Cartas, 1902-1924; compiladas también de culpa vividos todos ellos con una intensi-
por Max Brod) dad abrumadora, de una forma que recuerda más a los
Con respecto al miedo a los otros, señala que el “mie- hallados en pacientes psicóticos que en otro tipo de
do es, junto con la indiferencia, su principal sentimien- patología.
to frente a los seres humanos” Y en otro lugar, afirma: Sin embargo, Kafka consiguió sobrevivir y poner a
“Cuando uno cierra puertas y ventanas al mundo exte- salvo su estabilidad mental. Esta evolución puede ob-
rior es posible crear de vez en cuando la apariencia y servarse en su producción literaria: en el relato La con-
casi el inicio de una existencia realmente hermosa”. dena, el protagonista no resiste la presión de lo todo-
Anotación ésta de un cariz esquizoide o que al menos poderoso; en la novela El proceso, resiste pero muere; y
traduce la necesidad de aislarse de los demás como un en el cuento Una mujercita, resiste y sobrevive.
modo de defensa. Pero, quizá, la pista fundamental para entender la
El día 15 de agosto de 1913, insiste en el diario: “Me vida de nuestro autor, nos la da el mismo Kafka en el
aislaré de todos hasta la insensibilización. Me enemis- comentario a los Viajes de Gulliver, donde al referirse a
taré con todo el mundo, no hablaré con nadie” Pocas la educación de los niños en Liliput, deja caer, como al
fechas después, registra el aislamiento que siente den- desgaire, estas palabras: “los hijos no deben ser edu-
tro de su familia. cados por los padres. Deben ser protegidos de los pa-
Por otro lado abundan en sus escritos manifestacio- dres”. No parece que estas frases necesiten una mayor
nes de angustia y de miedo al desgarro interior: “La an- explicación.
gustia a la que hago frente en todas direcciones (…) El
mundo tremendo que tengo en la cabeza. Pero, cómo Originalidad de la obra
liberarme y liberarlo sin que se desgarre y me desgarre. La obra de Kafka surge de su propio sufrimiento. Sus
Y es mil veces preferible desgarrarse que retenerlo o conflictos psicológicos y su talento le dotaron de una
enterrarlo dentro de mí…” (Observación fechada el 21 especial capacidad para ver el mundo real desde una
de junio de 1913) En la misma línea, se encuentran ano- perpectiva insólita y diferente. Y es que en literatura, se
tados momentos de desespero con ideas de suicidio olvida con frecuencia que lo auténtico supone un valor
por defenestración. estético superior a lo ingenioso, excepción hecha de
El deseo de ser derrotado y otros elementos de na- aquellos autores, como es el caso de Oscar Wilde, en
turaleza sadomasoquista (abundantes en narraciones los que autenticidad e ingenio son, a un tiempo, una y
como “El buitre”, “El proceso” o “En la colonia peni-
tenciaria”) junto con las experiencias de fragmentación
la misma cosa.
J
de la unidad psíquica, y el temor a la cercanía de sus se-
mejantes parecen señalar la presencia de un trastorno
bibliografía
mental más profundo que la simple anorexia nerviosa;
un trastorno en los límites de la psicosis, una especie 1. Fichter MM. The anorexia of Franz Kafka. International
de equilibrio prepsicótico a punto del derrumbe estre- Journal of Eating Disorders. 1987;6:367-77.
pitoso. 2. Fried R. The Peter Pan Syndrome: Was James M. Barrie
anorexic? International Journal of Eating Disorders.
Un padre invencible 1989;8:369-76.
Algunos psicoanalistas como Simon O. Lesser sostienen 3. Paterson W. Was Byron anorexic? World Medicine.
esta idea; otros como Kaiser, Mecke, Neider o Sokel in- 1982;15:35-8.
terpretan las fantasías de humillación de Kafka por la 4. Jaspers K. Genio y locura. Madrid. Aguilar: Madrid; 1968.
existencia de un conflicto edípico enquistado desde la
5. Ruitenbeek HM. Psicoanálisis y literatura. México: Fondo
infancia. O incluso por la persistencia de una vincula- de Cultura Económica; 1982.
ción afectiva con la madre de carácter casi simbiótico,
6. Kafka F. Obras completas. Tomo I. Barcelona: Planeta;
lo que habría interferido con el desarrollo psicológico
1974.
normal del niño al punto de perturbar la evolución na-
tural que lleva desde la infancia a la formación de una 7. Brod M. Kafka. Madrid: Alianza; 1974.
personalidad independiente. 8. Kafka F. Diarios (1910-1913). Barcelona: Lumen; 1975.
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