2. Como adventistas del séptimo día nosotros también celebramos anualmente, en nuestro país, no solamente un día sino toda una semana de Acción de Gracias a nuestro Dios por las innumerables bendiciones recibidas a través del año.
8. Motivo Supremo de nuestra Redención La redención, una de las dimensiones de la salvación, es tan abarcante en sus alcances y resultados, que se los utiliza como sinónimos. Así se habla a veces de “el plan de salvación” y a veces de “el plan de redención.” Hemos sido redimidos por la gracia y la misericordia de Dios.
9. Motivo Supremo de nuestra Redención El concepto de “redención” se origina en el Antiguo Testamento donde se aplicaba en diferentes situaciones de la vida del pueblo de Israel. En todos los casos, “redimir” implicaba “rescatar o recuperar pagando un precio.”
10. ¿CÓMO ERAN REDIMIDOS LOS ISRAELITAS? El primero era que el pariente más cercano de quien había empobrecido redimiera, es decir, que comprara de vuelta lo que su pariente había tenido que vender por necesidad (Lev. 25:25).
11. El segundo, si no había tal pariente que redimiera, la misma persona que había vendido su propiedad podía recuperarla si luego conseguía los recursos suficientes para rescatarla (Lev. 25:26-27).
12. El tercer medio, si ninguno de los dos anteriores era posible, la propiedad quedara en poder de quien la había comprado, hasta el año del jubileo, en el cual retornaba a su dueño original (Lev. 25:28, 10).
13.
14. El precio que Él pagó por nuestra redención fue infinito. Nos dio vida por medio de su muerte. La dádiva de Jesucristo fue el mayor regalo del amor de Dios para nuestra salvación (Juan 3:16).
15. LA PREGUNTA QUE DEBEMOS HACERNOS: ¿Cuán agradecido piensan ustedes que se sentía un israelita cuando no teniendo con qué recuperar su heredad perdida ésta era redimida o recuperada por un pariente suyo? ¿Cuánta gratitud creen ustedes que sentía con ese pariente?
16. ¿Cuán agradecidos debiéramos estar nosotros hoy con nuestro Pariente más cercano, nuestro Hermano mayor, Cristo Jesús, por habernos redimido del pecado? Jamás podremos pagarle, pero la pregunta es, ¿Cómo podremos expresarle nuestra gratitud?
17. Durante esta Semana de Gratitud, recordaremos y estudiaremos juntos diversos aspectos de nuestra redención. Hoy estamos comenzando dando gracias a Dios por ese don invaluable; por habernos redimido por medio de su Hijo Jesucristo. Al finalizar la semana estaremos más que convencidos de que todo lo que hoy somos y poseemos, lo debemos al maravilloso amor de Dios que nos redimió.
18. Y si algo nos está haciendo falta hoy, al término de la semana estaremos seguros de que, como dice Romanos 8:32, “El que no escatimó ni aún a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?
19. CONCLUSIÓN Preparemos nuestros corazones para responder durante esta semana al amor de Dios como nunca antes lo hemos hecho. Tal vez nos preguntaremos como el salmista, “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?”(Sal. 116:12).
20. Como ya lo hemos mencionado, jamás podremos pagar nuestra deuda de gratitud a Dios por nuestra redención.
21. Lo mínimo que podemos hacer es entregarnos a nosotros mismos en completa consagración a Él. Y, como una pequeñísima muestra externa de nuestra gratitud, traerle nuestras ofrendas. Que Dios nos bendiga.