Este documento cuenta la historia de un poeta que quería mejorar su caligrafía para poder escribir cartas. Una noche, un ángel le dijo que trate bien a los demás y valore lo que hace. El poeta se dio cuenta de la importancia de apreciar sus propias habilidades. Más adelante, el documento expresa condolencias a alguien por la muerte de su padre y ofrece apoyo emocional.
2. El sueño de un poeta de ser cantante
Si la vida me ha castigado
La vida también me premiara
Podemos cambiar con la ayuda de
Dios.
3. Erase una vez un poeta cuya felicidad era
escribir y escribir, pero su letra no era la mejor
para presentar un trabajo en el colegio o para
escribir una carta de amor. Él pensaba y decía:
¿porqué no puedo escribir bien?
4. …...
Un día de las madres decidió escribir una
carta a su querida madre, pero no pudo
porque su letra era muy fea. Solo y
aburrido porque el día ya se había ido y
aún no había escrito nada; el poeta seguía
intentando sin darse por vencido. En medio
del esfuerzo por escribir bien, se quedó
mirando el lápiz y dijo… si le doy dirección
y me fijo en los movimientos que hago con
el lápiz, no sólo escribiré lo que yo quiera
sino que también me quedarán bien
escritas las
5. palabras que yo quiera escribir.
Al caer la noche el poeta miraba fijamente
la luna y dijo: ¡qué bonita se ve la luna
aunque nadie la desea! Qué triste esto y todo
por tener una letra tan fea.
Se quedó dormido y un ángel le dijo: trata
bien a los demás, no importa quien sea, por
que lo que tu manejes bien te saldrá bien.
Ahí fue cuando el poeta se dio cuenta que
hay que valorar lo que se haga y lo que
tienes aunque te critiquen los demás.
6. Solo aquel que sabe quererse a si mismo,
podrá entender el valor de lo que cada uno
hace, es uno quien da la dirección de lo que
quiere, es uno quién se propone mejorar cada
día, las buenas acciones son bendiciones para
uno y es uno quien debe sentirse contento con
lo bueno que haga.
La luna me dijo yo soy feliz con la luz que
doy cada noche y solo los enamorados me lo
agradecen.
7. Llegando al mar encontré una barca
abandonada, ella viajaba para donde el viento
la llevase y fui yo quién le pude dar dirección
viaje con ella para donde yo quise.
Colorín colorado que bien me siento ya…
Alexander Vera, por un acto de superación.
8. Hoy 5 de Junio del 2010, me entere de la muerte de tu Señor
Padre, y es ahora cuando puede entenderte de la ausencia
en tus momentos de clase, es difícil saber lo que pasa en el
corazón y el cerebro de las personas, cuando no hay
comunicación, y en esa ausencia de comunicación
podemos ridiculizar a las personas o calificarlas mal.
Hoy desde esta reflexión te digo, hijo tomando la
vocería de tu Señor Padre que descansa en paz, podemos
desahogarnos con personas que son cercanas a uno y que
uno cree que le pueden ayudar, soy tu amigo y profesor y
con él tus pensamientos y forma de pensar estarán seguras.
Rafael Ortega Henao