1. En 1859, con la teoría sobre el origen de las especies de
Charles Darwin, quedaron sentadas las bases de la
evolución biológica. Darwin afirmaba que los seres vivos que
habitan nuestro planeta, son producto de un proceso de
descendencia en el que se introducen sucesivas
modificaciones, con origen en un antepasado común. Por
tanto, todos partieron de un antecesor común y a partir de él
evolucionaron gradualmente. El mecanismo por el cual se
llevan a cabo estos cambios evolutivos es la selección
natural.
Muchos
sucesos de la
naturaleza
sólo tienen
explicación
mediante la
teoría de la
evolución.
En todas las especies se
encuentran características
ancestrales similares en el
desarrollo embrionario, y
que desaparecen durante
dicho proceso. Es decir,
la ontogénesis o
desarrollo individual, es
un compendio de la
filogénesis o desarrollo
histórico de la especie.