La Directiva 2009/28/CE fomenta el uso de energías renovables con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero, ahorrar energía y mejorar la eficiencia energética. Establece objetivos obligatorios de energías renovables para cada Estado miembro y requiere la elaboración de planes de acción nacionales para garantizar su cumplimiento. También promueve el desarrollo de tecnologías renovables a nivel local y regional para impulsar el empleo y la cohesión social.