Las celebraciones del Día de las Madres se remontan a la antigua Grecia y Roma, donde se rendían honores a las madres de los dioses. Posteriormente, los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María el 8 de diciembre. En el siglo XVII en Inglaterra también tenía lugar un evento relacionado con la Virgen llamado Domingo de las Madres, donde los niños llevaban regalos a sus madres.