1. Gibran Kahlil Gibran
6 de enero de 1883-10 de abril de 1931
Nace en la ciudad de Bisharri, al norte de Beirut, en el seno de una
familia cristiana maronita modesta, en la que destacaba una madre
cariñosa cuyo afecto y recuerdo guardó hasta el fin de sus días.
Fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés; es conocido como
el poeta del exilio.
El libro más conocido de Kahlil Gibran es El profeta, compuesto de
veintiséis ensayos poéticos.
Una de sus frases más destacables está tomada de Arena y
Espuma (1926): «La mitad de lo que digo no tiene sentido, pero lo
digo para que la otra mitad pueda alcanzarlos».
Transición manual
3. Y él levantó la cabeza, miró a la gente y una quietud descendió sobre todos.
Entonces, dijo con gran voz:
4. Cuando el amor os llame, seguidlo.
Aunque sus caminos sean duros y difíciles.
5. Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos. Aunque la espada entre ellas
escondida os hiriera.
Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce vuestros sueños,
tal cómo el viento norte devasta los jardines.
6. Porque, así como el amor os corona, así os crucifica.
Así como os agranda, también os poda.
Así como asciende a lo más alto y acaricia vuestras más tiernas ramas, que
se estremecen bajo el sol, así descenderá hasta vuestras raíces y las
sacudirá en un abrazo con la tierra.
7. Como trigo en gavillas él os une a vosotros mismos.
Os desgarra para desnudaros.
Os cierne, para libraros de los pliegues que cubren vuestra figura.
Os pulveriza hasta volveros blancos.
Os amasa, para que lo dócil y lo flexible renazca de vuestra dureza.
Y os destina luego a su fuego sagrado, para que podáis ser sagrado pan
en la fiesta sagrada de Dios.
8. Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer los secretos de
vuestro corazón y convertiros, por ese conocimiento, en fragmento del
corazón de la Vida.
Pero si vuestro miedo os hace buscar solamente la paz y el placer del amor,
entonces, sería mejor que cubrierais vuestra desnudez y os alejarais de sus
umbrales.
Hacia un mundo sin primaveras donde reiréis, pero no con toda vuestra risa,
y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas.
9. El amor no da más que sí mismo y no toma nada más que de sí mismo.
El amor no posee ni es poseído.
Porque el amor es todo para el amor.
10. Cuando améis no digáis: "Dios está en mi corazón", sino más bien: "Yo
estoy en el corazón de Dios."
Y no penséis en dirigir el curso del amor porque será él, si os halla dignos,
quien dirigirá vuestro curso.
11. El amor no tiene otro deseo que el de realizarse.
Pero, si amáis y no podéis evitar tener deseos, que vuestros deseos sean éstos:
12. Fundirse y ser como el arroyo, que murmura su melodía a la noche.
Saber del dolor del exceso de ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor.
Y sangrar voluntaria y alegremente.
13. Despertarse al amanecer con un alado corazón y dar gracias por otro día de
amor.
Descansar al mediodía y meditar en el éxtasis amoroso.
Volver al hogar con gratitud en el atardecer.
Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de
alabanza en los labios.